Wilmington (EE.UU.), 7 nov (EFE).- Un estallido conmovedor de alegría contenida durante varios días de incertidumbre y conteo se liberó la noche de este sábado en el exterior de centro de convenciones Chase Center, en Wilmington, cuando el candidato demócrata Joe Biden dio su discurso de victoria electoral.
Esta localidad del pequeño estado de Delaware, hogar de Biden y centro de las miradas del mundo entero, enloqueció de emoción en una algarabía de gritos, silbidos, aplausos, banderas y pancartas cuando la vicepresidenta electa, Kamal Harris, pisó el escenario donde ambos proclamaron su victoria.
«Hemos venido porque queríamos ver por un momento a Biden y a Kamala», aseguró a Efe una emocionada Evelyn, que se acercó con su hija hasta el aparcamiento del centro de convenciones donde cientos de personas esperaron el ansiado momento.
Aunque no pudieron verlos, porque el anuncio fue hecho desde una alejada zona reservada, sí pudieron seguir sus palabras a través de dos pantallas gigantes que atraparon los ojos y el aliento de sus entregados acólitos.
EMOCIÓN Y NERVIOS
«Estamos emocionadas, pero también nerviosas porque el trumpismo está en todas las cosas. A pesar de que Biden tiene los votos y de que es el candidato que se proyecta como ganador, nunca se sabe qué va a hacer Trump», subrayó Evelyn.
Con su presencia y sus palabras, Harris, vestida de blanco, como las sufragistas, desató los ánimos de los presentes que vitoreaban casi todas y cada una de las afirmaciones de quien se ha convertido en la primera mujer del país en llegar a la vicepresidencia.
Uno de esas interrupciones entusiastas se produjo cuando agradeció a los estadounidenses haber votado por «la esperanza, la unidad, la decencia, la ciencia y la verdad», para dar pie a «un nuevo día» en el país.
Natalie Miranda, residente también de Delaware, vino a celebrar la victoria con una bandera mexicana.
«Como mexicana, quiero celebrar este momento para toda la nación. Estoy muy orgullosa de que haya ganado Joe Biden y ojalá pueda cambiar muchas cosas», agregó.
Un pequeño grupo de entregados seguidores, que lleva viniendo hasta el paseo fluvial de Wilmington desde hace varios días, no pudo reprimir sus sentimientos mientras escuchaba el anuncio desde el capó de sus vehículos.
BIDEN, UN HÉROE LOCAL
«Me siento genial, el héroe local Joe Biden ha ganado el cargo de presidente electo de Estados Unidos de América», dijo a Efe Zach Rossetti, que guarda un puro para celebrar este momento.
Su héroe local, el Biden político, Biden el senador, el vicepresidente, el hombre con los pies en la tierra, como lo describen algunos de sus paisanos, será ahora quien dirija los designios del país durante los próximos cuatro años y quien marque el ritmo al que se mueve la política internacional.
Desde la tribuna, el veterano político invitó a los estadounidenses a dejar atrás la división que ha imperado durante el Gobierno de Donald Trump e instó a que todos se den «una oportunidad».
Tenemos la oportunidad de vencer la desesperanza y construir una nación de prosperidad y con propósito», afirmó Biden en un discurso que según avanzaba encandilaba a los presentes, que escuchaban, como sin creérselo, el primer discurso de Biden tras anunciarse su victoria.
Y desde la tribuna, prometió primero controlar la covid-19, pero también acabar con el racismo y unir al país.
«A quienes votaron por el presidente Trump, entiendo su decepción esta noche. Yo mismo he perdido un par de elecciones. Pero ahora, démonos una oportunidad. Es hora de dejar de lado la dura retórica. Bajar la temperatura. Para volver a vernos. Escucharnos de nuevo», dijo.
Como los gritos de quienes se acercaron a mostrar su apoyo a Biden, los discursos dieron paso a unos espectaculares fuegos artificiales acompañados por música de Bruce Springsteen, Tom Petty o Coldplay, que también despertaron las gargantas de los presentes que se arrancaron a corear: «¡Presidente, presidente!».
«Espero que Biden siga siendo el mismo de los últimos 47 años: un servidor del pueblo, el hombre del medio, el político que intenta que los dos partidos trabajen juntos para que las cosas funcionen», expresó Evelyn como quien lanza un deseo a una fuente amarrado a una moneda.
Jorge Fuentelsaz