No sólo lo docentes pasan hambre con salarios que no les alcanza ni para una hora de comida junto a sus familias, los escolares la pasan peor, y lo más grave es que se han quedado sin su derecho a ser educados, porque en la zona rural de Táchira ni un día de clase han tenido en lo que va de año escolar.
La denuncia fue hecha por el profesor Víctor Peñaloza de la escuela Ner23, de la zona del Chorro del Índio, en la parte rural del municipio San Cristóbal, en Táchira.
Dijo Peñaloza, que ni cuando las clases eran presenciales sus alumnos asistían, porque los representantes no tenían ni para comprarles un cuaderno, ahora con el sistema de educación online es casi imposible ser formados académicamente como reza su derecho constitucional y universal, debido a que en el Táchira no se cuenta con servicio eléctrico prácticamente durante todo el día, menos con internet en la zona rural.
“No podíamos llegar a la escuela”
El profesor Peñaloza, en el Día Mundial del Docente también habló de su penosa vida en Venezuela, relató que hace tres años se le dañó su carro y tuvo que decidir entre comer o arreglarlo, y lo dejó varado, sin más opción. Pero lo grave de esta situación es que no podía ir a la escuela a menos que consiguiera una cola o se llegara caminando, y debido a ser una zona rural es muy difícil hacer presencia por la gran distancia desde San Cristóbal, donde vive.
También hizo saber que con el salario que devenga no tienen para comer, deben vivir de la ayuda de familiares o hacer trabajos informales.
La penosa situación de Peñaloza es común para todos los docentes, ya que ganan un dólar o menos de salario.