Cuando el reloj marcaba las 3:40 minutos de Venezuela, la esperanza volvió a florecer entre muchos venezolanos, llegaba a pocos metros de su país la ayuda humanitaria proveniente de los Estados Unidos.
En el sector de Boconó en Cúcuta, Colombia, ciudad fronteriza con Ureña, Venezuela, se cumplía ese momento histórico, ingresaban a los galpones que están junto al puente de Tienditas dos tractomulas de gran dimensión y ocho camiones de menor tamaño con la primera ayuda humanitaria que procede desde los Estados Unidos y que atenderá parte de la crisis aguda que vive Venezuela, desde hace al menos cinco años.
La primera ayuda contiene 30 toneladas de productos, según informaba más temprano el diputado en el exilio Germán Ferrer. Con estos insumos son muchas las vidas que podrán prolongarse en Venezuela, donde de acuerdo a la estimación del presidente interino Juan Guaidó, ‘más de 300 mil personas corren el riesgo de morir -en este momento- porque no hay medicamentos, ni insumos para tratar sus enfermedades.
El diputado Ferrer también informaba, que se espera completar un aproximado de 100 toneladas de ayuda desde Norte América, y una vez completada esa cantidad se pasarán los insumos y alimentos a Venezuela, aun cuando no se conoce de qué forma ingresaría esos productos al país, ante la negativa de Nicolás Maduro de permitir su ingreso.
En el escenario
Prensa de todo el mundo se encontraba a las puertas de los galpones que limitan con el puente internacional Tienditas, del otro lado está Venezuela, y justo en esa estructura es donde el martes pasado el régimen de Nicolás Maduro colocó dos container y una cisterna para evitar el paso por esa estructura.
El puente Tienditas no estaba en uso, fue concluido por el gobierno venezolano hace unos tres años, pero no se permite la circulación de peatones y el tráfico automotor está clausurado entre las dos naciones desde el 19 de agosto del año 2019, luego de que Maduro cerrará la frontera.
Emociones y manifestaciones
Algunos venezolanos se acercaron hasta Boconó en Cúcuta para estar presentes en el momento histórico de la llegada de las primeras ocho unidades con ayuda humanitaria, como Luigi Rivas, quien hace seis años dejó su familia, sus estudios de ingeniería en la Universidad de Los Andes de Mérida y cruzó a Colombia huyendo del hambre y la crisis que se vive en su país.
Con carteles en mano, dijo que la ayuda humanitaria era obligante para un pueblo que moría de hambre, por esa razón se acercó hasta Tienditas, “quiero que el mundo lo sepa, que morimos de hambre y sin medicinas”, regresará a Venezuela, una vez “Maduro y esa gente se haya ido”, afirmó.
Dos niños también se vieron llegar al lugar, corrían hasta los portones del galpón, mientras comentaban, “miren, miren llegaron los camiones que llevan a Venezuela la ayuda”, los dos eran venezolanos y su familia se trasladó a Colombia huyendo del hambre, contó uno de los menores.
