Deforestación, construcción de ranchos, cría de cerdos, caballos y conejos, así como siembra de café, yuca y granos, son algunas de las afectaciones hechas al pulmón natural de Mérida, por personas que alegan cuidar el parque con su trabajo, aun cuando se trata de una zona protegida cuya vulnerabilidad afecta a todos los merideños, al ser la zona protegida que recorre la ciudad.
La tala de las especies autóctonas, introducción de cultivos, cría de animales también afectan el talud de las Residencias Río Arriba, poniendo en riesgo a los habitantes del sector, por lo que tras constatar la situación realizaron las denuncias correspondientes ante las autoridades de Ambiente y Alcaldía, quienes procedieron a realizar una inspección en la zona, constatando los daños.
Jean Carlos Guillen e Isabel Torres, quienes además son vecinos de las Residencias Río Arriba, alegan “desarrollar desde hace sies años un proyecto de Agroforestación con el conocimiento de INPARQUES” pero sin autorización formal para ello. Aseguran han limpiado caminerías sin el apoyo de la comunidad, así como cerrado el acceso a personas extrañas al sector. Consideran ser “víctimas de la envida de los vecinos”
“Las áreas protegidas, los parques nacionales y metropolitanos son espacios de resguardo del ambiente. Ninguna ley permite actividades agrícolas- pecuarias en estas zonas. En la inspección se ha encontrado degradación del ecosistema natural, haciéndose necesaria la recuperación de ésta zona y de todo el parque, corrigiendo los errores hasta ahora cometidos” explicó Belisario Toro, responsable del Ministerio de Ecosocialismo en Mérida, quien acordó con los involucrados dar tres días para desocupar la zona, aplicar sanciones y trabajar en función de la reforestación del parque.
La ingeniera Ingrid Rodríguez, Directora de Gestión de Riesgo y Protección Civil de la Alcaldía de Libertador, explicó “estas tomas ilegales se extienden a lo largo del Parque siendo necesario tomar medidas urgentes de manera conjunta con las autoridades ambientales, pues ello además del daño al pulmón natural de Mérida, arriesga la seguridad de las zonas residenciales cercanas a la ribera del río Albarregas” poniendo a la disposición del Ministerio de Ecosocialismo la data levantada sobre la situación real del Parque en todo su recorrido.
Paola Rangel vocera de los vecinos de Río Arriba informó el temor de la comunidad por la deforestación y uso de un área de resguardo causando además insalubridad. Por su parte Ana Labrador vocera de la Mancomunidad del Parque Albarregas, informó al cumplirse el plazo acordado para la desocupación la comunidad participará en las jornadas de reforestación junto a las instituciones responsables del cuidado del parque.
Los vecinos de la mancomunidad Parque Albarregas que incluye las Residencias Río Arriba, Los Samanes, Bucares, Monseñor Chacón, Lui Fargier, Independencia y Las Américas, aseguraron se mantendrán vigilantes organizándose en brigadas de resguardo del parque.
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