ZEEs en la Región de los Andes | Por: Isaías Márquez

foto cortesía

 

Isaías Márquez

Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) constituyen un área geográfica ceñida al interior confinante de un país, en donde las reglas de negocios podrían ser diferentes de las habituales, por uso y costumbre, en el resto del territorio. Las ZEEs pueden impulsar el desarrollo de las cadenas productivas, la investigación, la tecnología y el desarrollo territorial. Así, las empresas asentadas en una ZEE, nacionales o extranjeras, podrían recibir estímulos, tales como: exoneraciones de impuestos y acuerdos de comercio exterior.

La Región de los Andes es un área geográfica bajo un régimen socioeconómico muy especial, de población exigente, en virtud de una universidad tan reputada como la ULA.

Las ZEEs en esta Región tan importante del territorio nacional podrían adelantar un impulso socioeconómico ideal para el desarrollo de dicho espacio, hoy día inerte por efecto de la crisis sociopolítica y socioeconómica que nos agobia. Tales Zonas tienen un régimen socioeconómico muy especial, que ofrece incentivos a las personas jurídicas que las conformen o se sienten en cualesquiera de los sectores, industrial o comercial. Pues, existe la posibilidad de itinerarios aéreos desde centrooccidente hacia esta Región (de Barquisimeto a San Antonio del Táchira).

Ya ha sido propuesta y formulada al ejecutivo regional la  creación de una ZEE en Mérida, por iniciativa de la Federación Regional de Ganaderos y Agricultores del Sur Occidente (Fegasur), la cual podría inducir a la consolidación productiva mediante el fomento de una conurbación con otras ZEEs ya existentes o que vayan creando, como por ejemplo: Portuguesa-Barinas y El Vigía-Sta Bárbara –Ureña. Y, gradualmente, la Región Sur del lago de Maracaibo, subregión entre los municipios Colón del estado Zulia y Alberto Adriani del estado Mérida. Esa Región, al suroeste del país ofrece paisajes variopintos, además de climas y tipos de suelo, donde predominan los húmedos de áreas anegables y lodosas, ricas en nutrientes, de moderada a alta feracidad, idóneos para la producción agropecuaria, con una precipitación anual en algo más de unos 3500 milímetros cúbicos, por movimiento de convección; pluviosidad característica en algunas zonas cálido-húmedas del país, tales como Barlovento, Miranda; lugares donde Las precipitaciones son casi a diario y por las tardes. Medio apto para la ganadería bufalina y producción bananera, que se cacteriza por una matriz extensa de pastizales, con mosaicos de monocultivos de plátano en un ecosistema selvático –área Chama/Escalante, Catatumbo-.

Asimismo. Se promovería un intercambio binacional con Colombia, que se traduciría en impulso de nuestra economía tanto regional como nacional, y  sin dependencia directa del petróleo, con  una proyección  fundamentada en el desarrollo  económico sustentable, que garantizaría recursos a las generaciones venideras.

Ramiasi1950@gmail.com

 

 


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