Barcelona, 25 mar (EFE).- Cuando Yulimar Rojas hizo historia en Belgrado al firmar un nuevo récord del mundo en triple salto (15,74), el FC Barcelona tardó poco en felicitarla en sus redes sociales. El mensaje iba dirigido a una deportista del club. Porque desde 2016 la mejor triplista del mundo forma parte de la sección de atletismo del Barça, que le paga unos 10.000 euros anuales por vestir de azulgrana en las competiciones que se celebran en España.
La cifra que percibe Yulimar de esta sección no profesional del Barcelona es simbólica. De hecho, según explica a EFE Vicente Egido, delegado del atletismo azulgrana, es una cantidad aproximada por participar en las competiciones nacionales.
Rojas no es la única atleta olímpica que milita en el Barça. Entre los más de 200 federados en esta sección centenaria del club, un total de nueve atletas participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio.
La triplista venezolana viste de azulgrana solo en las reuniones atléticas que se celebran en España. En los Juegos Olímpicos y en los Mundiales luce el uniforme de Venezuela, mientras que en las reuniones internacionales se enfunda el uniforme de Nike, su principal patrocinador.
La relación entre Rojas y el Barça se gestó después de los Juegos Olímpicos de 2016. Tras colgarse la plata en Río de Janeiro, Yulimar, que entrena en Guadalajara, buscaba un club con el que competir a nivel español.
Y el Barça fue la mejor opción. Nike, que al mismo tiempo viste a todas las secciones del club azulgrana, tuvo mucho peso en la decisión de Rojas de firmar por la entidad catalana.
«Su mánager me contactó y hablamos. Vino a través de Nike», explica Egido, veterano de la sección de atletismo del Barcelona desde 1999.
En noviembre de 2016, los medios de comunicación del club anunciaron el fichaje de Rojas a bombo y platillo. La medallista olímpica incluso pisó el césped del Camp Nou junto a su entrenador, el cubano Iván Pedroso.
«Será un orgullo defender los colores de este club porque tengo pasión por el Barça desde muy pequeña. Soy aficionada al equipo de fútbol desde siempre, y por eso no me lo pensé dos veces», desvelaba Rojas el día en el que se oficializó su fichaje.
Seis años después, no esconde públicamente su vínculo con el club azulgrana. En su biografía de Twitter e Instagram, menciona su relación con el club -«atleta del FC Barcelona»- y publica habitualmente fotografías de las competiciones españolas en las que participa y viste de azulgrana.
También el Barcelona se aprovecha de la alianza con este ícono mundial del deporte que fue galardonado como mejor atleta del año 2020 por World Athletics.
Prueba de ello es que tras el oro conseguido en los Juegos Olímpicos de Tokio, la entidad la invitó a realizar el saque de honor del Barça-Getafe de la tercera jornada de LaLiga disputado a finales de agosto de 2021, un acto «poco habitual y bastante excepcional», según explican a EFE fuentes de la entidad.
Yulimar saltó al césped con el metal en el cuello, recibió el aplauso del público del Camp Nou y presenció el partido desde el palco acompañada por el presidente Joan Laporta, que le entregó una camiseta conmemorativa con su nombre y la marca conseguida en Japón (15,67).
Tras proclamarse en Belgrado por tercera vez campeona del mundo de triple salto en pista cubierta, una gesta sin precedentes, con un nuevo récord mundial de 15,74, en el Barcelona están convencidos de que Rojas se convertirá en la primera mujer que supere los 16 metros.
«Es una deportista que empezó jugando al voleibol, después probó con los saltos de altura y ahora es campeona olímpica en triple salto. Tiene una genética especial y seguro que llegará a los 16 metros», vaticina Egido.
Mientras eso no sucede, Rojas, que renueva su vínculo año a año con la sección de atletismo del Barcelona, seguirá vistiendo de azulgrana cuando compita en España.
Y lo hará, según Egido, con la misma actitud que ha mostrado desde que en 2016 se unió a la entidad. «Siempre está alegre y contenta de competir con nosotros y se lleva muy bien con todas sus compañeras», desvela el delegado azulgrana. El dinero es lo de menos. EFE