Tokio, 16 sep (EFE).- El regreso de la venezolana Yulimar Rojas en triple salto tras dos años sin competir debido a una lesión fue una de los grandes momentos de la cuarta jornada de los Mundiales de atletismo de Tokio, en los que también brillaron con sus vibrantes victorias la keniana Faith Kipyegon en los 1.500 metros y el estadounidense Cordell Tinch en los 110 vallas.
Dos años después de su última competición, desde que ganó la Liga Diamante en Eugene 2023, y año y medio después de su lesión en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda, el 10 de abril de 2024, Yulimar Rojas, la reina del triple salto, volvió a recuperar la sonrisa en la ronda de clasificación de los Mundiales de atletismo de Tokio, la cuál superó sin ningún contratiempo con una marca de 14,49 metros en el primer intento.
Ahora el objetivo de Yulimar, que busca su quinto oro mundial al aire libre, es recuperarse bien para la final, en la que tendrá enfrente a otras candidatas al podio como las cubanas Leyanis Pérez (14,66) y Liadagmis Povea (14,44), la jamaicana Shanieka Ricketss (14,30) y la dominiquesa Thea Lafond (14,40), que no tuvieron problemas en la clasificación.
Aparte del regreso de Yulimar, los otros momentos álgidos de la jornada llegaron con las finales de 1.500 femenino y 110 vallas masculino.
Faith Kipyegon no dio ninguna opción a sus rivales para lograr su cuarto oro mundial y, con un crono de 3:52.15, entró en meta sola y aventajó en más de dos segundos a su compatriota Dorcus Ewoi, que, con 3:54.92 se colgó la plata con marca personal. El bronce fue para la australiana Jessica Hull.
La carrera fue rapidísima, tal y como reflejan las marcas de once de las catorce finalistas, que bajaron de los cuatro minutos, entre ellas la española Marta Pérez, que repitió el noveno puesto de hace cuatro años en el mismo escenario en los Juegos Olímpicos.
Los 110 vallas estuvieron más emocionantes. Sin el gran favorito, el estadounidense Grant Holloway, campeón del mundo al aire libre en las tres últimas ediciones y campeón olímpico en París 2024, que cayó eliminado en semifinales, las opciones del podio se abrieron un poco más.
La gloria se la llevó el mejor atleta del año en cuanto a marcas, el estadounidense Cordell Tinch, que voló con 12.99, siendo el único de los finalistas en bajar de trece segundos.
La plata fue para el jamaicano Orlando Bennett (13.08) y el bronce para su compatriota Tyler Mason (13.12), que subió al tercer cajón por solo cuatro centésimas dejando con las ganas al español Quique Llopis, subcampeón de Europa.
MARILEIDY, A POR EL ORO
La dominicana Marileidy Paulino, tras enmendar un error en la salida de la carrera de semifinales, se clasificó como segunda de su serie (49.82) a la final de los 400 metros lisos.
Paulino, también campeona olímpica en París, quedó segunda por detrás de la polaca Natalia Bukowiecka (49.67), y solo cinco centésimas por delante de la noruega Henriette Jaeger (49.87), que quedó eliminada y contó con opciones hasta casi el final.
La principal rival de la dominicana en la final de los 400 es la estadounidense Sidney McLaughlin-Levrone, doble campeona olímpica de 400 vallas y que este año ha corrido en 48.90.
ALTURA Y MARTILLO
La final del salto de altura se la llevó el neozelandés Hamish Kerr con una marca de 2,36 metros, al que acompañaron en el podio el surcoreano Sanghyeok Woo (2,34), plata, y el checo Jan Stefela (2,31), bronce.
En martillo no hubo sorpresas. El canadiense Ethan Katzberg, con su inconfundible bigote y sus continuas sonrisas al público, revalidó su corona de campeón del mundo por segunda vez con 84,70 metros. Segundo fue el alemán Merlin Hummel (82,77) y tercero el húngaro Bence Halasz (82,69).
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