La plataforma de video más grande del mundo tiene un billón de horas de transmisión diarias y recibe 400 horas de video por minuto.
El 60 % de los usuarios ven el contenido de sus creadores favoritos antes de que pasen las primeras 24 horas después de su publicación y que el 15 % lo ve antes de que pase el primer minuto.
Nunca antes la humanidad había tenido tantos contenidos de video disponibles y nunca antes había consumido tantas horas de video per cápita. En Estados Unidos, por ejemplo, cada año de la última década han nacido en promedio diez canales de televisión. Empresas creadoras de contenido audiovisual, como Netflix o Amazon suman más de 100 millones de usuarios. Cada ciudadano puede compartir sus propios videos en redes sociales. Snapchat, Instagram, Twitter o Facebook se han convertido en pequeñas galerías colmadas de grabaciones experimentales y caseras. Incluso, un estudio reciente demuestra que la actividad en la que más invertimos o gastamos tiempo los humanos, después de dormir y trabajar, es en ver videos.
No hay duda de que el consumo masivo y sistemático de esta forma de contenido, que integra la imagen y la voz, ha transformado el entretenimiento, las prácticas de acceso a la información y el mercado de la publicidad.
Sin embargo, si se mira en retrospectiva, este fenómeno no hubiera sido posible sin la creación de Youtube, la plataforma de video más grande del mundo. “Hoy en día, Youtube es el segundo motor de búsqueda más importante después de Google. Es un destino de entretenimiento, una red social masiva”, dice Juanjo Durán, líder de alianzas de contenidos de habla hispana para Youtube, Google Play Movies y TV en Latinoamérica.
Según Durán, si se tienen en cuenta sólo los usuarios que acceden a Youtube desde el celular, esta plataforma sería la red de cable más grande del mundo. “Youtube tiene un billón de horas de transmisión diarias en todo el planeta y los usuarios suben 400 horas de video por minuto. Hay más contenido que el que cualquier ser humano alcanzaría a consumir si viera videos todo el tiempo durante 100 años”, añadió Durán.
Una investigación de 2017 muestra que 37 % de los jóvenes norteamericanos ven contenidos en esta plataforma de manera desmesurada, es decir, durante más de cuatro horas al día. El estudio revela además que el 60 % de los usuarios ven el contenido de sus creadores favoritos antes de que pasen las primeras 24 horas después de su publicación y que el 15 % lo ve antes de que pase el primer minuto. Esta posibilidad de llegar a millones de usuarios en pocos segundos ha convertido a Youtube en el escenario preferido por las marcas y los anunciantes.
De acuerdo con Sandra Jiménez, directora musical para Youtube y Google Play en Latinoamérica y responsable de toda la estrategia de contenido, desarrollo y gestión de socios para artistas latinos, el poder de Youtube radica en la capacidad de crear contenido especializado para cada grupo de usuarios, es decir, de formar nichos de consumo, y en su naturaleza irreverente, capaz de romper las fronteras nacionales y transgredir las barreras idiomáticas.
“El viaje de la música empieza en el Caribe, en Colombia o en Puerto Rico, sale para Latinoamérica, desde México y hasta Argentina, y llega a Estados Unidos. Después entra a Europa por España y ahí ya no hay nada que hacer, no hay quien la pare. Alcanza fanáticos en todo el mundo. Conquista las emisoras de Rusia, de India o de Pakistán”, asegura Jiménez.
El año pasado fue el momento de la música latina en Youtube: 45 de los 100 videos musicales más vistos en la plataforma tuvieron participación de artistas latinos y seis de los diez videos más vistos fueron canciones de latinoamericanos. El año pasado, las visualizaciones de los principales artistas latinos aumentaron 75 %. A estas cifras se le suma el hecho de que el 60 % del contenido que se consume en un país ha sido creado en otro. Ya no importa de dónde vienes o en qué idioma hables, lo importante es la calidad de los contenidos que creas.