Shanghái/Pekín, 17 feb (EFE).- El presidente chino, Xi Jinping, celebró hoy un simposio con los líderes de destacadas empresas tecnológicas del país en lo que los medios han calificado de muestra de apoyo para un sector que en los últimos años había estado en el ojo del huracán ante las campañas reguladoras de las autoridades.
Durante el evento, Xi instó a las tecnológicas a que hagan esfuerzos para «promover el desarrollo sano y de alta calidad del sector privado del país», recoge la agencia estatal Xinhua.
«El sector privado disfruta de amplias perspectivas y un gran potencial. Es un momento privilegiado para que las empresas privadas y los empresarios aprovechen al máximo sus capacidades», dijo.
Asimismo, pidió «alcanzar consensos» y «reafirmar la confianza para promover el desarrollo sano y de alta calidad del sector privado».
También acudieron a la reunión Li Qiang, y otros dos de los siete miembros del todopoderoso Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Huning y Ding Xuexiang, estuvieron presentes en la reunión.
El diario hongkonés South China Morning Post identificó entre los empresarios asistentes a los consejeros delegados de Xiaomi, BYD o Huawei, y también al fundador del gigante chino del comercio electrónico Alibaba, Jack Ma, en lo que sería una aparente señal de reconciliación tras años de problemas entre el Gobierno y el que fuese el hombre más rico del país.
Bloomberg también apunta que el fundador del último terremoto en el sector mundial de la inteligencia artificial (IA), DeepSeek, figuró en la lista de invitados.
Por otra parte, los expertos interpretan el evento como un acercamiento al sector en plena pugna entre Pekín y Washington por el liderazgo en la inteligencia artificial (IA).
No en vano, DeepSeek ha revolucionado el panorama global de la IA tras la presentación el mes pasado de su modelo de lenguaje más reciente, que ha impresionando a expertos por su rendimiento más eficiente y económico en comparación con la competencia estadounidense.
Asimismo, la reunión se produce semanas antes de que el Legislativo chino celebre su reunión anual, en la que el Gobierno traza la hoja de ruta económica para el siguiente año, y en medio de la intensificación de la guerra comercial con EE. UU. tras el regreso de Donald Trump.
El mencionado rotativo adelanta que el Legislativo busca enviar una señal positiva para el sector privado a fin de reavivar la economía del país, que no afronta el envite de Trump en su mejor momento: China alcanzó su objetivo de crecimiento anual del 5 % en 2024, pero aún padece una baja demanda interna y una grave crisis inmobiliaria.
La reunión también podría interpretarse como un giro de Pekín, que inició a finales de 2020 una serie de pesquisas contra el sector, comenzando por una investigación antimonopolio a Alibaba y la suspensión de la salida a bolsa de su filial tecnofinanciera (‘fintech’), Ant Group, que iba a ser la mayor de la historia.
Jack Ma fue la cara más visible de la tensión entre Pekín y las tecnológicas, pasando de ser una figura notoriamente pública a prácticamente desaparecer de las cámaras durante años, llegando incluso a generar rumores sobre un posible arresto en 2022.
La campaña prosiguió con investigaciones a compañías como Tencent, mayor vendedor mundial de videojuegos y desarrollador del ‘WhatsApp chino’ WeChat, o a Didi, equivalente local de Uber, por supuestos riesgos para la seguridad de los datos de los usuarios.
Durante años, el sector digital había florecido en China no solo gracias al enorme mercado del país sino también a la laxitud de las regulaciones -o de su aplicación-, algo a lo que Pekín quiso entonces poner fin.
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