Wilson y William Contreras protagonizaron un gran momento en las grandes ligas

Luis «El Teacher» Cárdenas.- El deporte, indistintamente cual se practique, sea beisbol, fútbol o baloncesto, o hasta el menos seguido por la gente, siempre es y será un vínculo para motivar y enaltecer los valores y ayudar a la sociedad, necesaria de momentos cumbres, como el que vivieron los hermanos Contreras, Wilson y William; quienes sin duda alguna han dado un extraordinario ejemplo de que la rivalidad solo debe existir en el terreno de juego, fuera de él la amistad y fraternidad, además de los lazos familiares prevalecen por siempre.

Este jueves estaba todo listo para un nuevo partido entre los Cachorros de Chicago y los Bravos de Atlanta. Un encuentro normal y corriente entre los 2430 compromisos que se desarrollan a lo largo de la temporada regular de las grandes ligas. Pero había algo especial, donde los dos clubes involucrados se pusieron de acuerdo para crear una magia indescriptibles, la de dos hermanos de sangre divididos por los colores de las novenas que representan, a la que durante nueve inings los enfrentarán con el honor de buscar la victoria de los suyos, sin pensar que en frente está alguien sangre de su sangre.

Esos momentos mágicos son los que te hacen recordar que más allá de lo super dotados que sean, que por muy estrellas del deporte que sean, por sobre todas las cosas son humanos. Así quedó reflejado al momento que Wilson abrazara a su hermano William, 30 segundos de una escena que perdurará con el tiempo en los corazones de unos orgullosos padres, que hoy no les importará cual de los dos ganen en el terreno de juego.

Con los managers como cómplices de una escena digna de una película de Hollywood, Wilson en representación de los Cachorros de Chicago y William por parte de los actuales campeones de la MLB, los Bravos de Atlanta; se dispusieron a hacer entrega de los respectivos line ups de sus novenas. Tras saludar a los umpires del juego, el primero abrazó al segundo y por supuesto las lágrimas no se hicieron esperar, creando una imagen que se hizo viral en las redes, dos hermanos que durante su infancia seguro soñaron con llegar a las grandes ligas y triunfar, pero que jamás, ni en sus remotos sueños se vieron siendo rivales en el terreno de juego.

Así, esta escena deja una gran enseñanza a todos los deportistas jóvenes que aspiran llegar al deporte profesional y a la élite, que por más fama, dinero y reconocimiento que tengan, la familia está primero y que todo lo que sucede en el terreno de juego se queda ahí, mientras que los valores innegociables te llevarán a la inmortalidad.

 

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