Douglas Abreu/DLA.- Hace menos de un mes el general Wilson Marín, se estrenó como presidente de la empresa socialista Trujillo Gas Comunal, adscrito a la gobernación del estado Trujillo, organismo creado para la distribución y comercialización del gas domestico, y que lejos de paliar el pésimo servicio va de “mal en peor” en detrimento de la calidad de vida de los trujillanos.
Dada la incapacidad gerencial que hasta la fecha ha mostrado la mayoría de los colaboradores durante la gestión de Henry Rangel Silva, entre los que se encuentra Wilson Marín, pues las expectativas no son del todo alentadoras, sin embargo, merece el beneficio de la duda, pero igual serán los hechos que tendrán la última palabra.
Lo cierto, que como toda escoba nueva, a decir por las redes sociales, vemos que se han llevado a cabo jornadas de suministro de gas domestico, en Valera, Urdaneta, Carvajal, Boconó, Betijoque, Monte Carmelo, encabezadas por el nuevo presidente de Trujillo Gas Comunal, para beneplácito de la comunidades atendidas que al igual que el resto de los municipios del estado Trujillo sufren las consecuencias por la carencia del vital producto.
Wilson Marín ¿Motatán para cuándo?
Tal como lo está sufriendo la tierra del Cañaveral y las aguas termales que le reclaman y exigen a Wilson Marín ¿Motatán para cuándo?, donde más del 80% de las familias de las tres parroquias Jalisco, El Baño y Motatán van a tener casi un año sin gas domestico, y pensar poco ha importado – por aquello de la responsabilidad social empresarial – que la principal planta de llenado (Fabricio Ojeda) se encuentra en su jurisdicción, porque igual ha sido el municipio más marginado y peor atendido.
La población esta clara que la solución a la carencia de gas domestico no será a corto ni mediano plazo, y no se sabe hasta cuándo, porque la solución definitiva, primero pasa por recuperar la industria petrolera del estado de destrucción en que se encuentra, mientras para sobrevivir a las constantes fallas de gas domestico, se requiere eficiencia, transparencia, supervisión y contraloría social en la distribución y comercialización del poco gas domestico que se produce en Venezuela y la “migaja” que corresponde al estado Trujillo.
Eficiencia
Para gerenciar el proceso de distribución de este servicio público – improvisado y anarquizado por la anterior directiva – con criterio de escasez no se requiere poseer un Phd o doctorado en gerencia publica, basta tener un minino de conocimiento en planificación, organización y control para evitar la improvisación y la anarquía que reino durante la directiva anterior y garantizar la eficiencia en la distribución del gas domestico a las comunidades.
Transparencia
No es un secreto el gran negocio que existe con el gas domestico, autoridad que pretenda ocultarlo pierde su tiempo como también aquellos funcionarios que acostumbran a descalificar las denuncias y amenazar a sus portavoces. Mientras los hogares trujillanos pacientemente sobreviven a la escasez, parte del gas domestico lo venden en dólares en detrimento del pueblo. Esa irregularidad que es publica y notoria se espera que sea abordada y enfrentada sin retorica y demagogia.
Supervisión y contraloría ciudadana
La falta de supervisión ha sido evidente permitiendo que algunos conductores y ayudantes manejen discrecionalmente y criterio la entrega del gas domestico, situación que obliga a los comunidades y ciudadanos a ejercer contraloría social para evitar desviaciones en la entrega y distribución del gas domestico.
La escasez del gas domestico, la improvisación en su distribución y el “negocio redondo” en su venta son las razones del descontento popular y motivo de las numerosos protestas durante el 2020 en el municipio Motatán, entre las que destaca la emblemática “rebelión de las bombonas”. protagonizada por vecinos del sector El Centro.
Eficiencia vs protesta
De allí, que los pobladores del municipio Motatán esperan que la gestión de la nueva directiva de Trujillo Gas Comunal que preside Wilson Marín sea eficiente, de lo contrario, no queda otra cosa al soberano que ejercer el derecho constitucional de la protesta pacífica tanto para expresar su molestia como reclamar y exigir un mejor servicio en el suministro de gas domestico.