Nueva York, 23 nov (EFE).- Con justo un mes de temporada ya en el retrovisor, la NBA, que este jueves se toma un respiro por el festivo de Acción de Gracias, ya empieza a perfilar a sus favoritos para el título con unos Boston Celtics que asustan.
Además, dos novedades han marcado estas primeras semanas de competición: el fenómeno Wembanyama y la irrupción de la Copa de la NBA.
Boston pide paso
Queda un mundo y el curso pasado empezaron igual y acabaron desinflándose en los ‘playoff’, pero los Celtics han arrancado esta temporada con excelentes sensaciones, una imponente sensación de poderío y el mejor balance de la liga (líderes del Este con 12-3).
Jayson Tatum (a veces se olvida su precocidad pero solo tiene 25 años) comanda una plantilla soberbia con incorporaciones clave este verano como Kristaps Porzingis, que ha encajado de maravilla en Boston, y de Jrue Holiday, que cubre -y mejora- el vacío dejado por Marcus Smart.
Con Jaylen Brown, bajo lupa por su renovación récord de 304 millones por cinco años, Derrick White y el incansable Al Horford, Boston tiene a la mejor unidad de seis hombres de la NBA y solo despierta ciertas dudas por la profundidad y calidad de su banquillo.
En cambio, los Bucks, el otro titán del Este forjado este verano, ha comenzado con altibajos pese a un sólido registro de 10-5.
Con destellos de lo que puede dar la fastuosa dupla Giannis Antetokounmpo-Damian Lillard, Milwaukee también acumula interrogantes sobre su entrenador Adrian Griffin, el estado físico de Khris Middleton y las grietas de su defensa.
En el Oeste, a priori una conferencia más abierta que el Este, los Denver Nuggets (10-5) han iniciado la defensa de su título con una química envidiable, pese a la lesión de Jamal Murray, y un Nikola Jokic estratosférico y al borde de un promedio de triple-doble (27,5 puntos, 13,1 rebotes y 8,9 asistencias por encuentro).
Sorpresas positivas y negativas
No todos los aspirantes al anillo han empezado con sonrisas de oreja a oreja.
Ahí están los Phoenix Suns (9-6), que ya han jugado casi un 20 % de sus partidos de fase regular pero que todavía no han visto en pista al mismo tiempo a su trío dorado: Devin Booker, Kevin Durant y Bradley Beal.
Los Grizzlies tenían una papeleta muy complicada con la sanción de 25 partidos para Ja Morant, pero la situación en Memphis, con un escalofriante 3-11 ha pasado de grave a crítica.
También resulta preocupante el 7-9 de los Golden State Warriors con Stephen Curry como sostén mientras Klay Thompson y Draymond Green parecen en retroceso.
Por otro lado, el fantástico final del curso pasado de los Lakers (9-7) y sus refuerzos parecían anunciar importantes cosas para los angelinos, pero hasta ahora lo único fiable es el rendimiento de un LeBron James empeñado en desafiar el paso del tiempo (25,7 puntos de media a punto de cumplir 39 años).
Tampoco le van de maravilla las cosas a sus vecinos de Los Ángeles, unos Clippers (6-7) con mucho trabajo por delante para encajar las piezas -y los egos- de una plantilla con quizá demasiados nombres en mayúsculas: Kawhi Leonard, Paul George, Russell Westbrook y James Harden.
Precisamente la salida de ‘La Barba’ parecía presagiar una liquidación en Filadelfia, pero los Sixers (10-5) han respondido con asombrosa solvencia a esa crisis gracias al paso adelante de Tyrese Maxey para respaldar a Joel Embiid.
Y que nadie olvide a los Miami Heat (10-5), finalistas el año pasado y que, como siempre sin hacer mucho ruido, han ganado nueve de sus últimos diez encuentros.
No obstante, las principales sorpresas hasta ahora han llegado desde el Oeste, con unos ilusionantes Minnesota Timberwolves de Anthony Edwards (primeros con 11-3) que por fin responden a las expectativas de su talento y unos Oklahoma City Thunder de Shai Gilgeous-Alexander (segundos con 11-4) ya dispuestos a asaltar la élite.
También han tenido un comienzo muy meritorio los Dallas Mavericks de Luka Doncic (10-5), los Orlando Magic (10-5 con cinco triunfos seguidos), los Indiana Pacers (8-6), el ataque más explosivo de la liga y que, con Tyrese Haliburton como agitador, ya tienen el billete para los cuartos de final del NBA In-Season Tournament.
Expectación por la Copa y por ‘Wemby’
Ese nuevo torneo con el que la NBA experimenta con el formato de copa ha debutado dejando una muy buena impresión y una conclusión incontestable: casi nunca se había visto partidos en noviembre con tanto en juego.
Obviando el controvertido diseño de las pistas, el NBA In-Season Tournament ha regalado duelos muy emocionantes y dosis de polémica. Además, algunos equipos, como los Pacers y los Lakers, se lo han tomado tan en serio que ya están en las eliminatorias por la NBA Cup.
«No sé realmente lo que está pasando, pero sabes que algo está pasando», resumió Lillard sobre la expectación en torno a este torneo.
Algo parecido dijo Rick Carlisle, técnico de los Pacers: «En esencia es un ambiente de ‘playoff'».
A la espera de ver quién se corona en Las Vegas en diciembre, hay un nombre que, por encima de todo, ha reinado en este primer mes de la NBA: el de Victor Wembanyama.
El prodigio francés de 19 años ha causado sensación allá por donde ha pasado con su 2,24 de altura y su destreza más propia de un base o un escolta que de un pívot.
Los fans se frotan los ojos día tras día ante sus espectaculares jugadas y ‘Wemby’, pese a la irregularidad propia de un ‘rookie’, promedia 18,8 puntos (43 % en tiros de campo), 9,5 rebotes y 2,6 tapones por encuentro.
Los que por ahora no han estado a la altura del talento generacional del número uno del draft han sido los San Antonio Spurs, de los que no se esperaba gran cosa esta temporada pero que son colistas del Oeste (3-12) con 10 derrotas seguidas.
David Villafranca