El diputado jubilado de la Asamblea Nacional, Walter Márquez, afirmó este martes 20 de abril que las cinco personas que fallecieron en Apure durante el conflicto armado no eran guerrilleros, sino habitantes de la comunidad cuyos cuerpos resultaron con torturas y tiros de gracia
Un llamado a Tarek William Saab, fiscal del gobierno de Nicolás Maduro, para que solicite el enjuiciamiento de los funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana (PBN) por haber simulado un enfrentamiento con cinco ciudadanos en El Ripial, cuando habría sido una ejecución de prisioneros, realizó este martes 20 de abril en rueda de prensa el diputado jubilado de la Asamblea Nacional y presidente de la Fundación El Amparo, Walter Márquez.
Después de reunirse durante el pasado fin de semana por segunda vez en el Ato Apure con testigos de lo ocurrido y abogados de la zona, Márquez indicó que los efectivos fabricaron un enfrentamiento, pues al analizar las fotografías de los cuerpos de las personas asesinadas encontraron torturas y en algunas de las víctimas tiros de gracia.
“Tarek William Saab, a quien yo conocí como defensor de los derechos humanos, tiene la obligación política, moral y jurídica de pedir el enjuiciamiento del grupo Faes responsable de este crimen. Es grotesca la manera como presentaron ese caso, el simple hecho de que haya testigos que afirmen que se los llevaron vivos, demuestra que todo es simulado. Él debe enviar una comisión para una investigación rápida, imparcial y transparente que genere confianza. Yo me ofrezco a acompañarlo ante los testigos, porque la gente tiene mucho temor”, expresó.
Considera Márquez que esa comisión nacional e internacional debe contar con la participación de la alta Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michell Bachelet, de la Fiscalía General de la República, la Defensoría del Pueblo, y se ofreció a acompañarlos para hacer la investigación. “Estamos en presencia de la ejecución de prisioneros, como en la época Nazi, que a los judíos los detenían y después los ejecutaban”, acotó.
Los asesinatos
Destacó Márquez que es la primera vez que en las masacres ocurridas en la frontera se da la ejecución de cuatro miembros de una misma familia, como fue el caso de Emilio Ramírez (padre de familia), Luz Dey Remolina (madre), Jeferson Ramírez Remolina (hijo) y Ehiner Anzola Villamizar, hermano del primero.
“Los miembros de la familia Ramírez Remolina trabajaban como agricultores en la finca Los Caracaros, en las cercanías de La Victoria, pero fueron detenidos y hechos prisioneros en su casa, ubicada en el barrio 5 de Julio de La Victoria, donde los funcionarios militares y policiales cometieron destrozos; mientras que a Julio César Jiménez lo detuvieron en las cercanías de la panadería del sector Alí Primera de La Victoria y fue llevado prisionero en presencia de varias personas que incluso intercedieron por él, allí le dijeron ‘ahora sí vas a conocer el infierno’, frase que han repetido los grupos comandos del Faes en otros lugares”, explicó.