«En Venezuela se viven momentos de incertidumbre pues nadie sabe lo que pueda ocurrir, si va a prevalecer la paz y la transición democrática encarnada por el presidente electo, Edmundo González, o sí se mantendrá el golpe constitucional a través de la fuerza representada por Nicolás Maduro, quien el pasado 28 de julio perdió la soberanía popular de manera abrumadora, pero se autoproclamó vencedor a través de un fraude convalidado por Elvis Amoroso desde el Consejo Nacional Electoral (CNE)».
La afirmación corresponde a Walter Márquez, diputado jubilado del parlamento venezolano y defensor de los derechos humanos, quien aseguró que a Maduro solo le queda la aparente legalidad hasta el 10 de enero, “fecha en la que se vence su periodo constitucional, aunque pretenda aferrarse al poder con lo único que le queda que es la fuerza y el terrorismo de Estado, porque las masas las perdió de manera inocultable y los resultados así lo evidencian».
Destacó Márquez, lo fundamental que ha resultado para Venezuela y el mundo la estrategia diseñada y ejecutada por María Corina Machado y su equipo, al mostrar las actas que dan como ganador a Edmundo González, las cuales han sido avaladas por organismos internacionales como la Misión Internacional Independiente de la Verificación de los Hechos del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas con sede en Ginebra; la Secretaria General de Naciones Unidas con sede en Washington y los informes privados del Centro Carter, que fue invitado especial del propio CNE en Venezuela y que produjo un reporte en el que se establece que el gobierno no pudo reunir los requisitos de legalidad para ganar las elecciones. A esto le suma los boletines de la Misión de Observación Electoral de Colombia (MOEC) y el reciente documento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA sobre las violaciones a las normas electorales, antes, durante y después del proceso electoral.
«Estamos en presencia de dos escenarios, el de la razón y el de la fuerza. El primero es fruto del respaldo popular a un cambio democrático, y el de la fuerza, que usan a través del terrorismo de Estado, la represión y uso de la fuerza. ¿Qué va a prevalecer, la razón o la fuerza?, puede haber un choque que es lo que todos queremos evitar, pero sabemos que el gobierno quiere mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Edmundo González tiene la legitimidad popular, pero no tiene la fuerza de las armas, solo la fuerza de las masas, la cual puede generar una reacción en las calles con todo su derecho a manifestar pacíficamente, y el gobierno pudiera reprimirla y generar un desenlace como ocurrió recientemente en Siria o en Bangladesh donde obligaron a la primer ministro a huir a India y ahora un tribunal de Dakar acaba de dictarle orden de captura internacional», explicó el tamién historiador y exembajador de Venezuela en La India.
Para Walter Márquez los resultados electorales están avalados por normas electorales, por la Ley Orgánica Electoral, por la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, y por una ley moderna que es la Ley del Derecho Digital, entonces «el gobierno nunca podrá presentar las actas que son las mismas que tiene la oposición porque demuestran la derrota de Maduro y el delito electoral que cometió».
A su parecer la diatriba política del país requiere de mucha oración para que haya una definición pacífica. «Nadie quiere una salida violenta, pero el que administra la violencia es la fuerza estatal, el cual puede desatar una persecución violenta contra el pueblo venezolano como en ocasiones anteriores, lo cual va a ser rechazado por la comunidad nacional e internacional. Están aislados diplomáticamente, están derrotado política y electoralmente, así que esperemos que reine la sensatez de parte de la Fuerza Armada Nacional y las fuerzas de seguridad, quienes deben garantizar por mandato constitucional la democracia y la libertad, y proteger al pueblo del cual ellos también forman parte», dijo.
Nota de prensa