Quedarse corto en su primer año de elegibilidad para ingresar al Salón de la Fama del Béisbol no exasperó a Vladimir Guerrero. Tampoco se deja inmutar por el pedigrí que otorga la elección inmediata. Frente a su segunda oportunidad, Guerrero espera sin el tipo de agresividad con el bate que lo caracterizó a lo largo de sus 15 temporadas completas en las Grandes Ligas. «Estoy tranquilo. Son 10 años y es igual si es en el primero, el segundo, el tercero», dijo Guerrero. «Lo que suceda, lo voy a coger como venga. Pero cuando caiga, me voy a sentir contento». Eso podría ocurrir hoy miércoles, cuando los resultados de la votación de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) serán dados a conocer.
Guerrero podría convertirse en el tercer pelotero de la República Dominicana -y primero de posición- en ser elevado al recinto de los inmortales del deporte en Cooperstown, la pequeña y bucólica localidad situada en el norte del estado de Nueva York. Los otros dos dominicanos con placas en el museo son los lanzadores Juan Marichal y Pedro Martínez. Según el cómputo de los votos anunciados de antemano (http://bit.ly/hof18), llevado por Ryan Thibodaux (@NotMrTibbs en Twitter), existe una fuerte posibilidad de que los elegidos sean cinco: Chipper Jones (98,6%), Guerrero (94%), Jim Thome (93%), Edgar Martínez (79%) y Trevor Hoffman (77, 6%). El tercera base Jones y el inicialista y bateador designado Thome aparecen por primera vez en la papeleta. El cerrador Hoffman estuvo muy cerca el año pasado, apenas faltándole cinco votos.
Omar Vizquel con buen arranque
Venezuela espera por su segundo miembro en Cooperstown desde 1984, año en el que el torpedero Luis Aparicio fue elegido por la BBWAA tras seis intentos. Vizquel, otro campocorto, cuenta con argumentos -esencialmente por su defensa- que avalan sus posibilidades. En una trayectoria que le llevó a jugar hasta los 45 años de edad, Vizquel ganó 11 veces el Guante de Oro y fijó un récord de más juegos en su posición con 2.709. También acumuló 2.877 hits y 404 bases robadas durante 24 temporadas. Pero su impacto ofensivo nunca alcanzó altos niveles. Sólo una vez recibió un voto para el Jugador Más Valioso, para un octavo puesto en 1999. Por ahora, dentro de una papeleta muy cargada de nombres, su porcentaje rozará el 30%, una cifra que es un prometedor punto de partida para una eventual elección.