Al menos 15 casas abandonadas se visualizan en sectores aledaños al centro de Boconó, el corazón del Jardín de Venezuela. Pero existen más, quizá cientos de “viviendas fantasmas”, deshabitadas, descuidadas y enmotadas.
Abandonadas
“Yo tengo viviendo 20 años en este sector, lo mismo viendo esa casa abandonada y deteriorada y me da miedo, mucho miedo, que un día de estos se desplome y cause una tragedia”, relató Efrén de Jesús Justo, habitante y comerciante de la calle Urdaneta.
Representan un grave peligro para peatones y vecinos
En este sector de Boconó, al igual que en la Girardot, Las Queseras, El Samán, Miticún, Sabanita, Niño Jesús, la Elba y calle Bolívar, por nombras otros, proliferan casas fantasmas. Las características de casi todas son las mismas: viviendas amplias, con buen terrero, de múltiples habitaciones, con paredes de bahareque y puertas y ventadas grandes, cuyos dueños ya no viven allí.
Hogares de vagabundos
En algunas zonas los malhechores hacen de las suyas. Roban puertas, ventanas o lo que encuentran de valor en el interior. Luego de esos hurtos si se asoman los dueños y recurren a vecinos para vigilar en horas nocturnas, sin embargo los mismos vecinos denuncian que estas casas son precisos hogares de vagabundos y sirven de escondite para el consumo droga y otros delitos.
Otras personas les tiran basura y por ende salen plagas, cucarachas, ratas y culebras. El monte se cuelga en el patio de los vecinos, sale de fechadas y se entrelaza con postes y guayas de alta tensión; aumentando el riesgo. Efrén Justo, recomienda a los propietarios que demuelan esta y otras viviendas en igual condición o que las arreglen antes de que una pared se venga abajo y cause la muerte de una o varias personas.
Sin poder recuperarlas
Existen otras casas con interiores en construcción pero las fachadas siguen afeando al municipio y lo peor causando un grave peligro. En la parte alta de la ciudad, en el sector conocido como la Virgen del Espejo, seden patios debido a la cercanía de la quebrada y, cuando llueve, se encienden las alarmas.
Según testimonios, estas casas ahora desmanteladas fueron construidas en las décadas de los 70 y 80, algunas tienen nuevos dueños pero la situación país, el alto costos de bloques, cemento y cabillas, así como el servicio de una máquina, impide que puedan ser demolidas y construidas de nuevo. Tampoco son alquiladas.
Ante esta realidad, moradores piden al Gobierno local, realizar una ardua inspección junto a Protección Civil y demás entes competentes con el fin de determinar riesgo y acciones en caso de que los dueños no acudan al llamado, para que así las mismas puedan ser demolidas o arregladas.
Testimonios
Atentos
La mayoría de estas viviendas fantasmas tienen paredes de bahareque, aunque en los últimos tiempos se ha visto el fenómeno de grandes construcciones en estado de abandono, además de terrenos baldíos, sobre todo en parroquias periféricas.