María personificada en la Virgen de Chiquinquirá, es signo de esperanza para los pueblos que sufren, camina a nuestro lado, lucha con nosotros. Es el más grande símbolo de la maternidad, que se hizo visible cuando aquella anciana recogió la tablita a las orillas del Lago. Cada 18 de noviembre se pone de manifiesto el fervor mariano por la Virgen María del Rosario de Chiquinquirá, “La Chinita”
Elvins Humberto González
Elvins2020hotmahil.com
Este 18 de noviembre es día, en el cual el pueblo zuliano celebra los 309 años de la aparición del retablo sobre las aguas del Lago de la Virgen María en la advocación de Rosario de Chiquinquirá, queremos dedicar estas líneas a la madre de Jesucristo.
La historia del Zulia y su destino cambiaron aquel 18 de noviembre de 1709, cuando en el barrio El Saladillo, en la Nueva Zamora de Maracaibo, la grandeza de la Madre de Dios se expresó en la humilde tablita.
La Chinita llegó sobre las olas lacustres y se ha quedado por siempre en el corazón del pueblo zuliano. Su hogar sagrado, la Basílica, es punto de convergencia de miles de ciudadanos y devotos que colman por estos días de noviembre la alameda y los accesos a su trono.
María fue la persona que con mayor humildad y perfección escuchó la palabra de Dios. Es la gura simbólica de la fidelidad espiritual y es la Virgen profetizada, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento.
“María personificada en la Virgen de Chiquinquirá, es signo de esperanza para los pueblos que sufren, camina a nuestro lado, lucha con nosotros. Es el más grande símbolo de la maternidad, que se hizo visible cuando aquella anciana recogió la tablita a las orillas del Lago”, nos dice Monseñor Ubaldo Santa Saquera. Igualmente el ex Arzobispo de Maracaibo señala que “en estos tiempos de incertidumbre espiritual, es oportuno comprometernos con nuestra fe y hacerla brillar a través del servicio al prójimo y la atención a quienes más necesitan redimir su dignidad humana. Como pueblo creyente, debemos profundizar la dimensión social del Evangelio y superarse en la práctica cristiana para transformar los valores de vida y de ciudadanía”.
El culto en Trujillo
En nuestro estado Trujillo vivimos a plenitud el culto a Nuestra Señora de Chiquinquirá y nos encomendamos a su amor porque también somos, sin contradicciones, una comunidad profundamente espiritual; con una parroquia integrada por una pastoral firme en valores y cristiandad.
Actualmente, en Venezuela, la búsqueda de respuestas en la fe nunca había sido tan acuciosa y significativa. La gente vuelve a sus fuentes espirituales para encontrar sentido a su existencia y recobrar la esperanza en tiempos difíciles.
Derrama bendiciones sobre Venezuela, sobre tu grey zuliana y sobre tu hijo, los mejores retoños de tu pueblo, que esperanzados, luchan cada día para obtener un futuro próspero y esperanzador. Sin lugar a dudas, como diría el poeta diamantino, Renato Aguirre: “Eres la prenda zuliana que adora un pueblo sencillo, eres la Sagrada Dama, la Dama del Saladillo”.
La devoción mariana
Antes de 1901 no había un orden en las celebraciones del 18 de noviembre. La gente del Saladillo se acercaba, los caleteros del Puerto, los vendedores ambulantes y el populacho colocaba sus dulces y macarronadas en el frente. Mientras tanto, los patiquines repartían cómo se iban a celebrar las misas. Antonio María Soto era el párroco de la Basílica Menor para entonces y el 6 de diciembre, Día de la Aurora, llamó a su despacho a los hombres de la barriada, con ellos los caleteros.
En esa reunión a puerta cerrada se instauró la Sociedad Religiosa Servidores de María. Sesenta y cinco hombres vestirían un año después, bajo la presidencia de Domingo Peña, sus pantalones de dril color lila, corbatín negro y camisa blanca.
“Esto era un antecedente de no tenerla organizada. No había un control de quién llevaba a la Virgen, por eso pudiéramos decir que después de 1901, iniciaron las procesiones religiosas que ahora congrega a 742 adultos y más de 400 niños en formación que también cargarán el mesón de La Chinita. Desde los inicios de la veneración por el casco central de Maracaibo se colocaban banderines celestes, en las calles los gaiteros invadían con sus versos en honor a la patrona y de otras regiones llegaban las piraguas con los visitantes que necesitaban helados, dulces y comidas a lo largo del trayecto de la tradicional procesión, y así se fue generando el concepto de feria. Así lo reseña el Diccionario General del Zulia”, narró el padre Eleuterio Cuevas, ex Párroco de la Basílica de Maracaibo entre 2006 y 2016.
“A partir del siglo XX todo fue modificándose, incluso después de 1942 cuando se hiciera la primera Coronación Canónica de la Virgen, aunque el Papa Benedicto XV lo hubiese ordenado en 1917”.
En 1965 desde las estrechas calles del Saladillo se le ocurre a César Casas Rincón la idea de formar la Feria de La Chinita, propuesta que hizo llegar a Octavio Andrade Delgado, gobernador del estado en ese momento. Enio Montiel Parra, vicepresidente del Concejo Municipal del distrito Maracaibo, encabezó entonces junto a Casas Rincón el primer Comité de Feria.
El propósito fue promover en lo económico, lo social y lo cultural al Zulia. Desde 1997 la Feria se hizo internacional.
LA FE
Todos los seres humanos creen en un momento determinado en una fuerza mayor, impalpable, omnipresente que los guía. Esas son algunas de las premisas argumentadas al momento de hablar de la fe.
La fe, es esa señora que reza pensando en el bienestar de sus seres queridos, aquel religioso que con su sermón busca generar conciencia o ese momento espiritual cuando conversamos con ese “ser especial”, evidencia la creencia de que existe sin duda un poder superior.
La fe, en un momento cuando los valores parecen perdidos y la esperanza pasa desapercibida entre las emociones.
Y es que la fe logra mover a las masas, porque es ese poder de creer en lo intangible lo que hace que la fe sea una de las fuerzas más potentes que existen entre los seres humanos.
Reflexiones del Padre Eleuterio Cuevas, ex párroco
de la Basílica de Maracaibo
DE INTERÉS
76
Años de la Coronación Canónica, se ofrece una corona espiritual de caridad expresada en las buenas obras en favor de las piedras preciosas que hoy la Virgen desea como ofrenda generosa, estas son: reconciliación y paz.
UNA FECHA
1968
Monseñor Domingo Roa Pérez, ex arzobispo de Maracaibo, escribió que la fe por la patrona no es obra de un día, sino de la “multitud de favores de toda clase que la Virgen Santísima ha ido sembrando a lo largo de su historia, por medio de los cuales ha expresado de manera permanente y sensible su protección a todos los sectores sociales”.
LA VIRGEN EN DETALLES
Las dimensiones de la tablita de la Virgen son las siguientes: 26 Cm de ancho, 25 Cm con 3 mm de alto, en su interior la imagen de la Virgen de Chiquinquirá con un niño en su brazo izquierdo, a la izquierda de la virgen San Andrés quien sostiene un libro abierto y a la derecha de la virgen San Antonio sujetando en su mano derecha el lirio de la castidad.
La Virgen del Rosario de Chiquinquirá es la formal patrona del estado Zulia, Venezuela, de la Guardia Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y del gremio de la familia gaitera que la glorifica y venera permanente mente con su canto y es la manifestación más elocuente de religiosidad alguna en el mundo.
La Virgen del Rosario de Chiquinquirá es la formal patrona del estado Zulia, Venezuela, de la Guardia Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y del gremio de la familia gaitera que la glorifica y venera permanente mente con su canto y es la manifestación más elocuente de religiosidad alguna en el mundo.
Fuentes: Entrevistas realizadas a: Monseñor Ubaldo Santa Saquera, Arzobispo de Maracaibo entre 2004 y 2018 y al ex Párroco de la Basílica de Maracaibo, Eleuterio Cuevas. Casa Parroquial de la Basílica. Sociedad Servidores de María.