Vida Universal / Más cerca de Dios en ti

 

La palabra del Cristo de Dios, dada a la humanidad en agosto del 2.005 a través de Su profetisa y mensajera Gabriele, para todos los seres humanos que tienen añoranza de Dios y de una vida plena, feliz y en libertad.
Jesús, el Cristo, expresó en su palabra manifestada a nosotros los hombres: “Cada día vivido espiritualmente es un paso a la seguridad, que es Dios. Quien desperdicia los días, está inseguro y piensa: “¿Qué se me irá a presentar hoy o mañana?” Si recorres el camino hacia la vida, vivirás paso a paso más conscientemente y de esta manera ganarás la seguridad de que Dios está contigo. El Camino hacia el interior, hacia Dios en ti, te dará una y otra vez más fuerza para cuestionar tus pensamientos, palabras y actos y para purificar aquello que contienen, que es lo que todavía te hace más humano. Quien se propone cada día esta tarea, cambia de forma positiva su retrato moral”.
En nuestro tiempo actual se puede experimentar cuán importante es cambiar hacia lo positivo el propio retrato moral, pues precisamente en situaciones de necesidad se muestra el propio retrato moral. Siempre se piensa que en una situación de necesidad todos estarán a favor de los demás y se ayudarán mutuamente para sobrevivir; pero justamente durante la gran catástrofe del huracán de Nueva Orleáns se pudo experimentar, por ejemplo, que ese no fue el caso. En estas circunstancias emerge el verdadero retrato oral de una persona, que a menudo solo contiene el “yo, yo, yo”, para quien le importa solo la propia supervivencia, lo que tampoco descarta la muerte de los demás.
Jesús, el Cristo, manifestó al respecto: “Los momentos de cambios transcendentales en la vida terrenal de una persona le muestran si solo aparenta estar en el camino hacia una vida más elevada y hasta qué punto la persona es fuerte en fe, confianza y esperanza o cuán rápidamente busca una solución humana, porque se le hace demasiado largo esperar hasta que Dios la pueda conducir. Este modo de sopesar y medir con mucha frecuencia hace que, en el campo no trabajado del mundo de ideas humanas, la esperanza muera”. Precisamente los acontecimientos en Nueva Orleáns son una piedra de toque donde se prueba ese sopesar y medir lo que se acaba de hablar. Aunque los habitantes de aquella región juran tanto por la Biblia y aun cuando es conocido que allí hay muchos grupos que creen en la Biblia, ¿recorrieron ellos el camino hacia una vida más elevada o más bien tomaron como base para su vida los aparentes valores mundanos y también aquello que sus sacerdotes, fieles a la Biblia, les explicaron y quizás también les mostraron con su ejemplo?
Recordemos la sentencia de Jesús, el Cristo, que dice: “Por sus frutos los reconoceréis”. Y de este modo habría que decir que los frutos que hemos visto allí han sido más que trágicos, pues se habló de enfermedades, necesidades, discordias y disputas entre unos y otros. Los seres humanos no se unieron, creciendo juntos en los momentos de necesidad, ni se ayudaron, sino que cada uno tuvo cuidado de ver dónde podía mantenerse él mismo.

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