El estado Táchira parece haberse quedado en el paro petrolero del año 2002. Mientras en 16 años en los demás estados de Venezuela no han tenido que hacer cola para abastecer los vehículos de combustible, en la tierra andina se han sorteado miles de obstáculos con tal de llenar el tanque de hidrocarburo
Por Mariana Duque – Los Andes Semanario del Táchira
San Cristóbal. La pesadilla de nunca acabar, el mal que el tachirense adoptó como por arte de magia y que no ha podido quitarse con nada, ni con la instalación del dispositivo electrónico chip, ni con el cierre permanente del paso por los puentes internacionales “Simón Bolívar” y “Francisco de Paula Santander” que comunican al estado Táchira, con el Departamento Norte de Santander – Colombia.
Las colas por combustible son interminables en el estado Táchira, tienen periodos de calma, pero no la regularidad propia de un país petrolero, en el que no debe existir desabastecimiento del hidrocarburo. Desde el paro petrolero en el año 2002 las colas llegaron para quedarse, Venezuela entera normalizó el despacho y la venta, pero la entidad andina, se quedó en aquella época.
Durante años se ha dicho que el contrabando es el responsable de la escasez de gasolina y de las largas colas a las afueras de las estaciones de servicio, pero parece que acabar con el flagelo se le volvió un reto imposible de cumplir a las autoridades, a quienes no les ha servido el dispositivo electrónico, instalar cámaras en los límites fronterizos, ni mucho menos, enviar funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana –PNB- y de la Guardia Nacional –GN- a custodiar la venta.
Ante los ojos de los usuarios, pasan los “coleados” con permiso de los funcionarios, a quienes les dan alguna regalía por el favor, mientras que los que está en cola tienen que esperar más tiempo. Son 4, 5, 11 horas y hasta 5 días perdidos, durante los cuales tienen que comer, dormir, vivir, y hacer su vida dentro de un carro, que en realidad se traduce en la paralización de la productividad de un estado.
DAÑOS EN EL VIGIA.
Una disminución del envío del hidrocarburo como consecuencia de las fallas eléctricas, habrían afectado a la planta de llenado de El Vigía, encargada de abastecer a la entidad tachirense, por lo que estaría llegando menos combustible a la entidad.
El diputado a la Asamblea Nacional por el Táchira, Ezequiel Pérez, manifestó que ante este panorama la crisis por el hidrocarburo empeorará. “Por los problemas con la energía eléctrica en El Vigía, van a disminuir la llevada de gasoil y gasolina a las bombas del estado”, afirmó.
Relató que en la zona sur, caracterizada por la producción ganadera, no cuentan con combustible en las estaciones de servicio, mientras que en San Cristóbal las colas son interminables, superando las cinco manzanas.
Indicó que comerciantes, productores y transportistas de la zona norte y sur, tienen que pasar hasta cinco días haciendo fila de carros, para ver si logran abastecer su tanque cuando llegue la gandola.
“Las busetas ya no pueden trabajar porque no consiguen gasoil, no consiguen gasolina, muchos están utilizando las perreras, que son camiones y camionetas para poder trabajar, pero a ellos también les falta el combustible”, añadió.
Manifestó que esta situación incide en los precios de las frutas, hortalizas y productos cárnicos, por cuanto los productores y comercializadores, se ven obligados a comprar las pimpinas de gasolina a revendedores, y los lubricantes a más de 30 millones de bolívares el litro.
“El consumidor es el que está llevando del bulto, por eso es que vemos a mucha gente fugándose del país. El pueblo de Venezuela y todos los actores y gremios, tenemos que unirnos para salir de este problema”, dijo.
El parlamentario hizo un llamado a Pdvsa y al Ministerio de Minas, para que acudan a revisar qué es lo que está pasando, si es que los focos de corrupción tampoco dejan que llegue la gasolina, al tiempo que invitó a los tachirenses a pensar en un gran paro nacional de ser necesario.
27 MIL PESOS LA PIMPINA.
Desde hace unos dos meses aproximadamente, el combustible revendido, se ha estado comprando en pesos. Antes del viernes de la semana pasada, cuando arreciaron las colas, la pimpina de 20 litros era vendida a 20 mil pesos, equivalentes a 20 millones de bolívares; actualmente es revendida entre 27 mil o 30 mil pesos, para un total de 27 millones de bolívares o 30 millones de bolívares.
Al respecto, el diputado a la Asamblea Nacional por el circuito de la frontera, Franklyn Duarte, manifestó que cada vez que se les reduce el cupo de combustible para los tachirenses, es más rentable para las mafias del contrabando.
“Es más rentable para la mafia de los altos capos de la Fuerza Armada Nacional y del Partido Socialista Unido de Venezuela, por ejemplo, normalmente cuando hay combustible en frontera la pimpina de 20 litros vale 20 mil pesos, que equivale a 20 millones de bolívares, pero en crisis como la de los últimos días que llega menos combustible al Táchira, lo están pagando hasta 27 mil pesos la pimpina. Menciono a los altos capos y cúpulas del Psuv porque los que bajan el combustible les pagan a altos generales y los Guardia Nacionales en frontera no pueden ni detener, ni retener personas, ni vehículos por la mafia centralizada”, relató.
Según el legislador quienes coordinan los llamados “escunchaderos”, depósitos de combustible que se ubican en casas de los municipios fronterizos: Junín, Pedro María Ureña, Bolívar, los capachos y hasta en algunos sectores de San Cristóbal, para pasarlos en las noches por las trochas, son manejados por las Unidades de Batalla Bolívar – Chávez –Ubch-
“Son casas normales o garajes para descargar los carros. Las Ubch deciden quiénes reciben gasolina y quiénes no. La mafia del combustible es orquestada por lo capos del régimen, expertos en todo tipo de mafias”, expresó.
Duarte aseguró que la situación radica en la baja producción del hidrocarburo, porque Venezuela está comprándole a Brasil, cantidades que no son suficientes para satisfacer la demanda. “Las refinadoras están paradas y quebradas, no se invirtió en mantenimiento de los equipos especiales que dieron con su vida útil, y por otra parte la mano de obra calificada renunció por lo mismo, no se estaba produciendo combustible y estaban paralizados”.
Para Franklyn Duarte la única manera de terminar con las colas es cambiando de gobierno, de sistema político, abriendo las puertas a la empresa privada, ofreciendo seguridad jurídica y recuperando las refinerías, para iniciar con la producción de gasolina.
LO QUE OPINAN.
En las colas de las estaciones de servicio de San Cristóbal, algunos usuarios manifestaron su opinión sobre lo que ocurre al “Semanario de Los Andes”. Coinciden la mayoría en que la corrupción, la destrucción del sistema petrolero, y el castigo por pensar distinto, es lo que ha llevado al Táchira a esta situación.
“El problema de la gasolina tiene varias causas, pero un solo causante. La corrupción, la ineficiencia, las fallas eléctricas, el diferencial cambiario, la falta de empleos reales, cuerpos de seguridad inadecuados, centralismo exagerado… pero todos causados por el gobierno”, expresó Raúl Blanco.
Para Luis Pacheco, el “bachaqueo” de combustible a Ureña, San Antonio y Guarumito, es la principal causa de las colas. A su juicio no es necesario tener la frontera abierta para que el contrabando siga desangrando al país.
Por su parte, César Guillén, manifestó que los venezolanos han sido víctimas de la politiquería “barata” durante años. Se preguntó dónde está la Gobernadora del estado que no ha hecho un pronunciamiento público, un exhorto al gobierno nacional para que se resuelva la crisis de la gasolina en el Táchira.
Martha Chacón aseguró estar agotada de lo mismo. Siempre está mirando la aguja del tanque de gasolina para no abusar de más en sus recorridos, y lograr que al menos la gasolina le dure una semana. No entiende cómo el tachirense ha aguantado tanta humillación durante años.
Hasta el momento ninguna autoridad nacional, ni de Pdvsa se ha pronunciado sobre las causas que han llevado a esta nueva temporada de colas. Para el tachirense la explicación siempre es la misma, la desidia, la corrupción y el contrabando.
Para el diputado a la AN, Franklyn Duarte, son los “capos” de la FAN y de las Ubch los que manejan las mafias del contrabando en el Táchira, revendiendo las pimpinas de combustible en pesos