Tan día como hoy, un 8 de septiembre de 1967, hace ya medio siglo, el gran ídolo del deporte trujillano, Vicente Laguna se inmortalizaba con aquella fuga en la V Etapa de la Vuelta a Venezuela desde el banderazo en Mérida y culminó en Valera, dejando atrás hasta a los jueces, con 14 minutos de diferencia sobre la tropa sobreviviente que le intentaba seguir.
Cuando los pocos precavidos héroes del ciclismo de 1967 se lanzaron a la primera carrera Barinas-Mérida de la historia, jamás llegaron a imaginarse que aquellos 174 kilómetros serían una verdadera tortura y la gran hazaña de un ciclista como Vicente Laguna, bautizado luego de esta gesta como “El Águila Solitaria”. La mayoría de los participantes nunca habían estado en los páramos, ni de visita, y la poca asistencia médica disponible se topó con decenas de hombres que caían como el efecto dominó, una vez que comenzaron a dejar lejos los 250 metros sobre el nivel del mar de Barinas y escalaban los laterales de Santo Domingo, rumbo a Mucubají, 3.550 metros de latitud.
Santos Bermúdez, porte de grandeza y condiciones sin igual, dejaría en el camino un literal campo de batalla antes de llegar a la plaza Bolívar merideña en poco más de seis horas y media de calor, nieve, abismo y zigzagueantes caminos.
El día de Vicente
Al día siguiente un ocho de septiembre, el trujillano Vicente Laguna se inmortalizó con aquella fuga desde el banderazo en Mérida y culminó en Valera dejando atrás hasta a los jueces, con 14 minutos de diferencia sobre la tropa sobreviviente que le intentaba seguir, Nicolás Reidtler, Domingo López y el aturdido líder hasta ese día, Santos Bermúdez.
Al bravo vencedor se le llamó desde ese día, con justicia, “El Águila Solitaria”, no tenía equipo, tras una faena nunca imitada en esa vía tipo tornillo que lo vio bajar sin apego por la vida desde los 4.118 del Pico del Águila hasta la ciudad de las Siete Colinas, sin más compañía que los frailejones, la espesa neblina y uno que otro campesino de los estériles cerros andinos.
La llegada fue en la avenida Bolívar, frente a donde quedaba el Destacamento 15 de la GN.
Aparte de su bicicleta la única compañía que tuvo Vicente fue la del entrenador Carlos Orejuela, quien logró que ese año se dejara salir a un corredor independiente y así consiguió colocar a Vicente Laguna como el único corredor de esta categoría.
Más rápido que los carros
Hay un episodio sobre los comisarios que trabajaban en aquel tiempo, sucedió que ellos se descuidaron y cuando quisieron atrapar a Vicente Laguna no llegaron a la sentencia. Fue el maestro Héctor Alvarado el que registró la llegada de Laguna y tomó la diferencia, porque los comisarios no pudieron arribar, ya que Vicente en su bicicleta bajó más rápido que los carros. “Vicente ganó escapado con unos 14 minutos de diferencia, se puso la camiseta, al día siguiente comenzó la batalla contra él, estaba corriendo solo y así era imposible ganar en esas condiciones”.
La versión de Vicente
“Resultó duro porque no tenía equipo, pero al final fue emocionante ganar esa etapa”, acotó. Laguna nos habló del descenso después del Pico donde fue la clave de la victoria. “Yo entrenaba por esos lados y eso me ayudó mucho, ya me sabía el recorrido y cuando empecé a bajar sabía que no me agarrarían y posteriormente supe del tiempo al llegar a la meta frente al parque donde quedaba el Destacamento 15, sector Las Acacias”, señala con voz emocionada el gran ídolo deportivo trujillano.
De Niquitao a la gloria
Vicente Laguna ve la luz de la vida un 25 de abril de 1943. Nace en una tierra fértil como ha sido Niquitao, municipio Boconó.
El niño Vicente se desarrolló en un ambiente humilde pero con unos padres, Dominga Laguna y Aparicio Morillo, bregadores, luchadores, con deseos de superación y es precisamente su padre quien en 1962 lo inicia en esto de la bicicleta.
Ser triunfador
Vicente Laguna nos relata que desde niño soñaba y crecía con la idea de ser un gran triunfador. Siempre trabajó y se dedicó para hacer realidad sus metas.
“Desde que me inicié en el ciclismo, estando muy chamo, me mentalicé en llegar a triunfar, siempre soñé en ser un triunfador y de convertirme en alguien grande, todo lo pude lograr gracias a la disciplina, pundonor y sacrificio. Siempre queriendo y defendiendo al estado Trujillo, lo cual también ha sido algo demasiado importante y motivador para mí”.
50 AÑOS, medio siglo de vida
Han pasado 50 años, medio siglo de vida. Pero la huella de Vicente Laguna no desaparecerá del asfalto andino mientras la memoria recobre su hazaña de increíble realismo.
“Siempre soñé en ser un triunfador y de convertirme en alguien grande”
VICENTE LAGUNA EN DETALLES
1962
Aparicio Morillo, progenitor de Vicente Laguna, lo encamina en el ciclismo. De allí en adelante su carrera fue indetenible.
1967
Sin duda el año de la gran hazaña en la Vuelta a Venezuela. Un logro para la eternidad.
6
Los minutos que llevaba de distancia Vicente Laguna cuando atravesó el Pico del Águila en su famosa travesía de 1967.
11
Vueltas a Venezuela registró Vicente Laguna. En dos ocasiones fue subcampeón, pero siempre se mantiene entre los cinco primeros, aún corriendo sin equipo.