El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que aspira a lograr un tercer título seguido, confirmó que es el hombre a batir en el Mundial de Fórmula Uno y saldrá primero este domingo en el Gran Premio de Australia; donde la otrora tiránica Mercedes pareció resurgir, en una calificación que acabó cuarto el español Fernando Alonso, que buscará su tercer podio seguido en su tercera carrera con Aston Martin.
Verstappen, de 25 años, firmó la vigésima segunda ‘pole’ de su carrera en la F1 al dominar la calificación de Melbourne; en la que, con neumático blando, en la mejor vuelta de la tercera y definitiva ronda, cubrió los 5.278 metros de la pista australiana en un minuto, 16 segundos y 732 milésimas. Exactamente 236 menos que George Russell y con 372 de ventaja sobre el otro inglés de Mercedes, el séptuple campeón mundial Lewis Hamilton, que arrancará desde la segunda fila al lado de Alonso, que, tras quedarse a cuatro décimas de ‘Mad Max’ salió «contento» de Albert Park, donde firmó, en su opinión, «la mejor de las tres ‘cronos’ disputadas» este año.
El doble campeón mundial asturiano, a punto de desencadenar en España, a los 41 años, una segunda edición de la ‘Alonsomania’, apuntará de nuevo, en la pista en la que logró, en 2006 -la temporada de su segundo título- una de sus 32 victorias en la categoría reina, a un podio que también desea su compatriota Carlos Sainz. El madrileño de Ferrari se quedó a medio segundo del que fuera su primer compañero en la F1 (en 2015 y en Toro Rosso, actual Alpha Tauri) y arrancará quinto en una carrera que el otro Red Bull, el del mexicano Sergio Pérez, eliminado a las primeras de cambio, afrontará desde la última plaza.
‘Checo’, que viene de ganar en Arabia Saudí y es segundo en el Mundial (a un punto de los 44 con los que lidera Verstappen) se accidentó -sin consecuencias físicas- y quedó descartado en la primera ronda (Q1), por lo que tendrá que buscar la remontada con un Red Bull que el talento de ‘Mad Max’ convirtió de nuevo en poderoso este sábado en Oceanía.
Horas antes de volar en una pista en la que aún no ha ganado, pero en la que este domingo apunta a su victoria 37 en la F1, Verstappen -que había sido el más rápido en el primer ensayo del viernes- había marcado el mejor tiempo en el último entrenamiento libre, con sólo 162 milésimas de ventaja sobre un Alonso -el más veloz en el segundo- que sigue invitando a soñar a sus seguidores; algo que lleva haciendo no sólo desde el arranque del curso, sino desde los test de pretemporada.
El genial piloto asturiano, que regresa al circuito en el que debutó hace 22 años, elevó a cien, hace dos domingos en Yeda, su número de podios en la F1; categoría en la que subió por primera vez al ‘cajón’ hace 20 -la temporada de su primera victoria, en Hungría 2003- y en la que firmó su hasta ahora última victoria hace casi diez: ante su afición, en el Gran Premio de España. En Montmeló (Barcelona). Un circuito que volverá a estar lleno a reventar el primer fin de semana del próximo mes de junio.
‘Checo’, a 558 milésimas; y Sainz, cuatro milésimas por encima del mexicano, se habían inscrito sexto y séptimo, respectivamente, en la tabla de tiempos del último libre, en el que los dos Alpine de los franceses Esteban Ocon y Pierre Gasly fueron tercero y quinto; y Russell, cuarto.
Con 15 grados centígrados ambientales (y 22 en el asfalto), aproximadamente diez grados menos de la media que se registra a estas alturas de año en Melbourne -donde acaba de terminar el verano- y con amenaza de lluvia, arrancó la cronometrada principal del tercer Gran Premio de los 23 que integran un Mundial que concluirá el 26 de noviembre en Abi Dabi.
En la Q1 se salió de pista, provocando la bandera roja, ‘Checo’, que en Arabia había firmado su quinto triunfo en la división de honor del automovilismo. Segundo clasificado en el Mundial -a un solo punto de su compañero-, Pérez perdió el control de su Red Bull en la tercera de las 14 curvas del circuito semi-urbano de Albert Park y provocó la interrupción de la primera ronda, con bandera roja; para que la grúa sacase su monoplaza de una zona en la que ya había vislumbrado problemas a lo largo de la última sesión libre, disputada horas antes este viernes.
Junto a ‘Checo’ también cayeron a las primeras de cambio los dos Alfa Romeo del finlandés Valtteri Bottas -dos veces subcampeón del mundo, cuando corría en Mercedes- y del chino Guanyu Zhou; así como el debutante australiano Oscar Piastri (McLaren), que corre en casa en su tercer Gran Premio como piloto oficial de F1.
En una ronda en la que Alonso, tercero en el Mundial, a 14 puntos de ‘Mad Max’ y Sainz -cuarto, a 24- habían marcado el quinto y el séptimo parcial, respectivamente.
Verstappen, mejorando su propio tiempo y con 227 milésimas sobre Alonso y 293 respecto a Carlos -segundo y tercero en esa ronda- fue el más rápido en la Q2, en la que los más egregios eliminados fueron Ocon y el inglés Lando Norris (McLaren).
Se anunciaba probabilidad alta de lluvia en el último suspiro de la tercera ronda, algo que no sucedió; por lo que todos intentaron asegurar en seco, cuanto antes, una vuelta de garantías. El Red Bull va tan sobrado, que Verstappen dejó claro desde el principio que la ‘pole’ iba a ser suya en ‘Down Under’.
El nuevo ídolo deportivo de los Países Bajos se limitó a ir mejorándose a sí mismo, dejando para los demás la lucha por los otros puestos de honor.
Esas plazas se las quedó -en una gran noticia para el campeonato- Mercedes. Por delante de los dos españoles; y del canadiense Lance Stroll, el nuevo compañero del astro astur, consciente de que el ritmo del Red Bull «está en otra liga», pero que se declaró contento por que los dos coches de la escudería de Silverstone hubieran acabado entre los primeros seis este sábado.
El monegasco Charles Leclerc, colega de Sainz en Ferrari, saldrá séptimo en Melbourne: al lado del tailandés Alex Albon (Williams) y por delante de Gasly y del alemán Nico Hülkenberg (Haas), que saldrán desde la quinta fila en una carrera que, en horario peninsular español, arrancará a las siete de la mañana (las 05.00 horas GMT). Prevista a 58 vueltas, para completar un recorrido de 306,1 kilómetros. Y que promete, de nuevo, sensaciones fuertes.
Adrian R. Huber