Douglas Abreu / CNP 21627 / @douglasabreub
Para este 2025 están previstas elecciones regionales y municipales (27 de abril) que en el caso de gobernadores y alcaldes se celebran desde diciembre de 1989, gracias al proceso de descentralización, del cual durante sus 35 años solo se habla o recuerda de los beneficios pero poco o nada de los efectos negativos y daños colaterales, que como «Verrugas» desnaturalizaron dicho mecanismo de innovación política.
Triste decirlo, pero todo lo ocurrido durante el desarrollo del proceso de descentralización, el más importante e insuperable avance de modernización de nuestro sistema democrático fundamentalmente en lo político-institucional-gubernamental se debió en paralelo a la falta de un proceso de revisión y evaluación que evitara tales desviaciones y su total desnaturalización.
De allí, la imperiosa necesidad por respeto, dignidad y bienestar de estados y municipios hacerlo del pleno conocimiento ciudadano, dado su compromiso y protagonismo tanto en lo político como electoral asumido con la nueva realidad política-electoral surgida de las primarias del 22-OCT y las presidenciales del 28-JULIO.
Son numerosas, pero una de esas verrugas está representada en que algunos gobernadores y alcaldes, principalmente de Acción Democrática y Copei quienes se erigieron como caudillos en estados y municipios. Dando paso a proyectos personales y familiares, montando como se dice en criollo «tienda aparte» con la fundación de movimientos y/o partidos políticos regionales y municipales, como por ejemplo, Un Nuevo Tiempo (UNT) en el Zulia y Proyecto Venezuela (PV) en Carabobo en detrimento de AD y Copei, respectivamente.
Liderazgo mediocre
De esta verruga mutaron liderazgos mediocres sin formación política ni el más mínimo conocimiento o capacidad gerencial indispensable en la compleja administración pública que llegaron a alcaldías y gobernaciones como si de una herencia familiar y/o partidista se tratara.
Constituyendo un total fracaso y retroceso para esos estados y municipios, particularmente, para estos últimos donde existen alcaldías que funcionan como simples juntas comunales, «mayor retroceso imposible».
Partidos de maletín
Esos partidos o movimientos políticos gubernamentales no contaron con militancia política sino clientelar. La proliferación de partidos políticos de maletín dirigidos por mercaderes de la política, a los que la sociedad democrática acusa en estar de espaldas al clamor popular y mayoritario interés ciudadano.
La compra del voto es otra de las verrugas que mutó de ese liderazgo mediocre desnaturalizando al voto como instrumento fundamental de la democracia contribuyendo con el retroceso al centralismo y la degradación de la política en su máxima expresión.
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