Verduleros ambulantes desafían decreto de la Alcaldía

Los trabajadores informales caminan por el centro. La necesidad de sustentar a sus familias los lleva a salir del mercado y caminar sin detenerse. Vociferan el precio de sus productos, en busca de compradores. Se sientan, en ocasiones, pero al ver a los policías, se levantan y se van

Los verduleros deambulan por las calles y ofrecen sus productos.

 

El comercio informal cumple cuatro meses de haber sido desalojado del centro del municipio Valera, de acuerdo al decreto 023 y órdenes de la alcaldesa bolivariana Iroschima Vásquez. Los verduleros y buhoneros ahora tienen un nuevo espacio en la Avenida 6 de la ciudad, donde disponen de un terreno al aire libre, sin espacios para almacenar sus productos y, apenas, cuentan con un inodoro sin techo.

Sobre estas carencias se han quejado los trabajadores del comercio, incluso desde antes de su mudanza. Unos esperaban que estas necesidades fueran cubiertas antes del procedimiento, mientras otros aceptaron a regañadientes, debido a la necesidad de llevar sustento a sus hogares. En varias ocasiones, los comerciantes han expuesto, que la medida  los obligó a ubicar locales (en especial los vendedores de ropa).

En el caso de los verduleros, la falta de espacio para todos y las particularidades de cada uno, los ha llevado a desafiar la normativa. Algunos venden solamente ramas, que compran ocasionalmente, y les era fácil hacerlo en pleno centro. El condicionamiento del nuevo mercado, los ha dejado por fuera, por lo cual se colocan en las entradas o sencillamente caminan y vociferan sus ofertas en las calles de Las Siete Colinas.

 

 

Ni se sientan

 

Se les puede observar en cada una de las calles, que coinciden con la avenida Bolívar, están de pie y ofrecen el producto a los transeúntes. No tienen las acostumbradas mesas. Usan un huacal o bolso para cargar las verduras y, en algunos instantes se sientan, pero cuando ven a los policías, se levantan y vuelven a caminar.

Esto también sucede en los alrededores del boulevard del Ajedrez y en la esquina de la Quemazón, cerca de la parada de Las Lomas, donde se apuestan los vendedores de café, azúcar, cigarros, fósforos y chimó. Esto, pese a que a ellos también les habilitaron un terreno.

 

 

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