Por María Paola Puglia/Crónica Uno
Caracas. Emilio Melgarejo es ingeniero químico y da clases particulares a bachilleres. Tiene tres años de experiencia y aseguró que al menos 70 % de los jóvenes que lo contactan son estudiantes de secundaria.
Algunos estudiantes buscan la ayuda de Melgarejo porque no le entienden a los profesores de sus colegios y otros porque no saben lo que es ver clases de química donde estudian, ya que nunca han cursado esa materia.
En un colegio de Antímano tienen cinco años sin profesor de química, por déficit de profesores. Por eso los docentes optaron por promediar la nota para que los estudiantes se puedan graduar.
Berta*, quien es profesora de biología y química, advirtió que exonerar a los alumnos en estas materias puede tener consecuencias importantes. Especialmente que el nivel de preparación que tienen los bachilleres cada año sea menor y cuando llegan a la universidad no tienen las competencias para afrontar sus materias.
A Melgarejo también lo contactan estudiantes universitarios que no tuvieron una buena preparación en bachillerato y que ahora requieren ayuda para poder llevar a término sus estudios superiores.
“Los alumnos a los que les he dado clases dicen que la química es la más fácil de ‘las tres marías’, pero si se explica bien”, dijo.
Desigualdad
La profesora Berta aseguró que todas las materias que forman la malla curricular son importantes. En el caso de matemática, física y química, conocidas como “las tres marías”, son fundamentales para la preparación que debe tener el estudiante para su ingreso a la universidad.
“Las tres marías” son la base de carreras donde la parte numérica es fundamental, el hecho de que estas materias sean incluidas en bachillerato significa que se debe crear una base para que cuando egresen tengan un mínimo conocimiento.
En el informe Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea, realizado por la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), hizo 1600 pruebas a estudiantes de bachillerato que dieron como resultado un déficit en áreas académicas como habilidad verbal y matemáticas.
Según el estudio en los colegios privados el promedio en matemáticas fue de 9,80 de 20 puntos, en contraste a las instituciones públicas en las que el índice fue de 7,87.
Las pruebas indicaron casi tres puntos de diferencia entre los alumnos de colegios privados y públicos; lo cual acentúa una brecha que se hace cada vez mayor entre ambos. Es una muestra de que la condición socioeconómica influye en la educación venezolana.
En el colegio público en el que trabaja Berta los estudiantes de quinto año no tienen docente de física. “Se tuvo que sacrificar a los de quinto año que ya tienen una noción de física para que los de tercer año puedan tener profesor”.
Exoneración de materias
La falta de docentes se debe al sueldo poco competitivo y a la migración de profesionales en busca de una mejor calidad de vida. El tercer informe de Hum Venezuela, publicado en marzo de 2022, reveló que el retiro de docentes del sistema educativo, que comenzó a ser más significativo a partir del 2016, alcanzó 56 % en marzo de ese año.
El insuficiente número de docentes afectó a 4,9 millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) y la falta de docentes calificados a unos 2,4 millones de estudiantes. Al menos 850.000 NNA, entre 3 y 17 años de edad, reportaron no recibir clases de manera continua por falta de docentes.
Por esto es que se ha dado la exoneración de “las tres marías” en los colegios. La docente Berta aseguró que las instituciones recurren a promediar las notas. La misma nota que sacan los alumnos en matemática es la que llena el recuadro de física.
“Si está aplazado en matemática se busca un promedio global para que no quede aplazado también en física”, dijo la profesora.
Oportunidades de revisión por materias
La profesora Berta mencionó que el sistema educativo actual da muchas oportunidades a los estudiantes y algunos alumnos se gradúan sin tener siquiera el mínimo conocimiento aprobatorio.
Aseguró que la educación depende de la institución, pues cada una tiene sus lineamientos, algunas han hecho todo para mantener la calidad.
“Los colegios públicos y privados en este momento son polos opuestos y te lo digo yo que trabajo en ambos”, dijo la profesora.
Agregó que los profesores no están obligados a aprobar a los alumnos, pero sí a darles tres oportunidades de revisión.
“Existen demasiadas actividades de superación pedagógica, que establecen que tiene que haber tres formas de evaluación y que si el estudiante sale aplazado debe hacérsele una actividad remedial y volver a evaluarlo”.
Esto puede resultar tedioso para los docentes que optan por realizar una actividad más sencilla para que los alumnos alcancen la mínima nota aprobatoria.
“Hay una brecha de desigualdad, especialmente en los primeros años de carrera, muchos de estos muchachos que no tiene buena preparación en las tres marías, no tienen el nivel para desenvolverse, lo que los lleva a la deserción”, dijo Berta.
Los estudios de Hum Venezuela indican que al menos 54,3 % de los NNA en educación básica fueron promovidos sin las competencias del grado, con deficiencias en habilidades básicas como la lectura y la decodificación, las de lógica-matemáticas y las científicas.
Asimismo la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2022 expuso que la pobreza aumenta los riesgos de exclusión educativa. Casi la mitad de la población, entres tres y cinco años de edad, permanece excluida de los beneficios de la educación inicial. Y esa exclusión se concentra entre los más pobres porque la oferta pública es limitada y la privada es costosa.
(*) El nombre fue modificado por medidas de protección a la profesora que declaró.
Fuente: Crónica Uno
