Brasilia, 25 ene (EFE).- Los cancilleres de Venezuela y Guyana, Yván Gil y Hugh Todd, se reunieron este jueves en Brasilia y se comprometieron a continuar el diálogo sobre la controversia en torno a la región del Esequibo e incluso a abordar el Acuerdo de Ginebra de 1966, en un ambiente «pacífico» y «sin amenazas».
En una declaración conjunta en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, ambos ministros se mostraron «satisfechos» con el resultado de este primer encuentro bilateral que estuvo mediado por el jefe de la diplomacia de Brasil, Mauro Vieira, y por representantes de organismos regionales e internacionales.
«La parte venezolana ha expuesto y hemos coincidido con la parte guyanesa en abordar todo lo referente al derecho internacional, incluido el Acuerdo de 1966», afirmó Yván Gil en su discurso.
Las diferencias por los límites fronterizos en torno al Esequibo, que ocupa dos terceras partes del territorio de Guyana y que Venezuela reclama desde hace más de un siglo, comenzaron con el Laudo Arbitral de París de 1899 que dio la soberanía del territorio a la entonces Guyana Británica.
Venezuela declaró nulo décadas después ese fallo y firmó con el Reino Unido el Acuerdo de Ginebra de 1966, que determinó crear una comisión para resolver la histórica controversia, lo que no se llegó a materializar.
Venezuela defiende el Acuerdo de 1966 como instrumento jurídico para resolver la disputa sobre el Esequibo, una región selvática de 160.000 kilómetros cuadrados administrada por Guyana, rica en petróleo, oro y diamantes, entre otros minerales y piedras preciosas.
Sin embargo, Guyana se basa en el laudo arbitral de 1899 y apuesta por resolver el conflicto territorial a través del proceso abierto en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Por otro lado, Gil también planteó a la delegación guyanesa «la necesidad de estudiar una hoja de ruta en el marco del derecho internacional» para delimitar «aguas marítimas» en disputa entre ambos países y en las cuales hay grandes reservas de petróleo.
«Coincidimos en la necesidad de seguir hablando por la vía diplomática y reafirmando de que ninguna de las partes recurrirá ni a amenazas, ni invocará el uso de la fuerza, incluyendo a terceras partes», subrayó.
Por su parte, Todd dijo que la reunión de este jueves «es un primer paso» para abrir otros frentes de trabajo, en áreas como la cooperación económica, la lucha contra la crisis climática y el combate al crimen organizado, entre otras.
«Podemos encontrar áreas de común interés en las que podamos colaborar» en un ambiente de «paz y prosperidad porque sin paz no hay prosperidad», señaló.
No obstante, sobre el diferendo del Esequibo, defendió el proceso en curso en la CIJ como órgano idóneo para resolver la disputa.
Ambos cancilleres confiaron en poder reunirse de nuevo «en el corto plazo» para dar continuidad a la agenda de trabajo pactada.
«Este es un buen comienzo porque hemos sido capaces de encontrarnos, hablar e intercambiar nuestros puntos de vista e ideas», afirmó Todd.
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