Kenneth Ramírez, presidente del Covri, resaltó la actitud hostil de Guyana que utiliza la crisis venezolana para su provecho
“El gobierno de Guyana pretende conducir la controversia sobre la Guayana Esequiba hacia un callejón sin salida, generando falsas expectativas unilaterales. Le hemos comunicado a Carl Greenidge, ministro de Relaciones Exteriores de Guyana, la necesidad de reactivar, cuanto antes, nuestras conversaciones bilaterales de alto nivel”.
El jefe de la diplomacia del gobierno de Nicolás Maduro escribió un mensaje en su cuenta de Twitter: “El unilateralismo es contrario al Acuerdo de Ginebra, es improcedente e imposibilita el avance hacia una solución a la controversia”.
En la nota de prensa emitida por la Casa Amarilla se lee: “El gobierno guyanés entregó –unilateralmente– la semana pasada una solicitud a la Corte Internacional de Justicia en la que solicita al tribunal que valide el Laudo Arbitral de 1899, que la República Bolivariana de Venezuela considera írrito”.
Luego de la decisión de Georgetown, el Ejecutivo de Venezuela replicó el sábado: “Recurrir al arreglo judicial para dirimir la controversia resulta inaceptable, estéril e inaplicable”.
“Un arreglo judicial viola el preámbulo del Acuerdo de Ginebra que establece, taxativamente, que la controversia deber ser ‘amistosamente resuelta en forma que resulte aceptable para ambas partes”, añadió.
Sin embargo, Guyana hace una interpretación distinta del caso y advirtió que Venezuela debe aceptar el veredicto que emita la Corte Internacional de Justicia de La Haya, al que está remitiendo el caso, o enfrentar las sanciones de la Organización de Naciones Unidas.
La tesis del canciller Greenidge es que el secretario general de la ONU, António Guterres, podrá recurrir a la Asamblea General o al Consejo de Seguridad para tomar acciones ante un incumplimiento del fallo.
Sin jurisdicción. Kenneth Ramírez, presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, señaló que Venezuela nunca ha reconocido la jurisdicción o competencia de la Corte Internacional de Justicia en temas de soberanía y que la interpretación realizada por Guyana es excesiva y viola el Acuerdo de Ginebra en su espíritu, puesto que este busca una solución práctica para la controversia.
Destacó la actitud unilateral, hostil e ingrata de Georgetown, que utiliza la crisis venezolana y el cuestionamiento internacional del régimen de Maduro –como lo reconoce al ser signatario del Grupo de Lima–, para sacar provecho internacional de la situación.
“El artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas señala que la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales como medios pacíficos para la resolución de conflictos, y el artículo 2 de la misma carta salvaguarda la soberanía de los Estados, pero en ninguno de sus apartados establece que un Estado puede imponer a otro la vía de solución del diferendo”, manifestó el internacionalista.