Actualmente en Venezuela estamos penetrando en una de las coyunturas políticas más complejas y difíciles para la población, por cuanto quienes detentan el poder imponen sus decisiones y definen el rumbo del país, pero las determinaciones tomadas en los últimos días ponen de manifiesto la intención de la profundización del modelo político, pues los diversos voceros oficialistas, como Nicolás Maduro e integrantes de la ilegítima Asamblea Nacional, manifiestan la creación y conformación del denominado Estado Comunal y le imprimen al mismo el espejismo de la solución a los graves problemas que confronta el país; todo lo cual conllevaría a la radicalización absoluta del modelo político iniciado hace más de veinte años caracterizado en la mayor concentración del poder del Estado y en consecuencia una mayor limitación a los derechos ciudadanos.
De igual modo, hemos presenciado la convocatoria por parte de la ilegítima Asamblea Nacional y otros actores oficialistas a diversos sectores que conforman la sociedad civil, como son las instituciones de educación superior, los sindicatos y los gremios empresariales e industriales, con el objeto de discutir y plantear soluciones a los graves problemas que confronta el país, los cuales han sido generados por la implementación de erradas políticas públicas fundadas en las directrices del modelo político, pero sin que hasta la fecha se hayan visto resultados positivos de dichas convocatorias, es decir, mucho hablar y poco hacer.
Por otra parte, observamos que a través de la inconstitucional Ley Antibloqueo se plantea realizar negociones con grupos empresariales e inversionistas extranjeros, para traspasar un conjunto de empresas estatizadas que no están funcionando adecuadamente o se encuentran absolutamente paralizadas, a los fines de ponerlas en funcionamiento y de este modo descargar al Estado que a través del Banco Central es el que se subroga en su financiamiento y soporta las cuantiosas pérdidas que las mismas generan, lo cual contribuye a la hiperinflación que agobia al pueblo venezolano, desbastando los sueldos y salarios e incrementando los costos para la adquisición de alimentos y medicinas, entre otros bienes y servicios.
Todo esto nos permite afirmar que lo que presenciamos es una radicalización del modelo político y que no existe ninguna disposición a implementar los consensos generados y las expectativas creadas a través de los encuentros con los diversos integrantes de la sociedad civil, sino la mayor concentración del poder oficial y la marcha a la imposición de un Estado Comunal, estructurado básicamente en comunas y consejos comunales, sustitutivo de la democracia representativa y participativa, sin ninguna legitimidad constitucional.
José Francisco Conte C.
Abogado y Profesor Universitario