Luis A. Villarreal P.
Aunque no hay certeza de los posibles caminos por donde se supone transitarán las elecciones Primarias y Presidenciales, no está de más pasearnos por aquellos susceptibles a nuestra indagación y suspicacia, con sentido común y la natural desconfianza del caso, sin llegar a comportamientos negativos y pesimistas, mucho menos derrotistas.
No pensemos simplemente en la contraofensiva ante el asedio a las Primarias, ni se imponga solamente la estrategia de mostrar el ánimo efervescente del firme propósito de buscar el cambio necesario hacia el cual nos dirigimos, no; sino más bien asumamos la intención de ir más allá de someros pronósticos y realicemos el minucioso examen de las situaciones ya avisoradas entre las declaraciones de los personeros del régimen; o por información proveniente del periodismo investigativo, afanado en ponernos al tanto del argucioso tramado puertas adentro de las huestes propensas al continuismo.
Sin escatimar imaginación, lejos del ocio mental, cada suposición contiene elementos de juicio a procesar y tener en cuenta para producir las respuestas más apropiadas en el terreno de la lucha de todos; en nuestra interacción con los demás, personalmente o a través de los medios y redes sociales.
Debemos asumir como ciertos los planes contingentes del oficialismo en medio de su minusvalía y añoranza de los gruesos y vehementes apoyos sociales del pasado, porque están prestos a llevar adelante su más restringida lucha de cara a una mayoría descomunal, cuyos leales dirigentes lucen aplomados y decididos, percatados y atentos de las jugadas de laboratorio del oficialismo buscando los autogoles del equipo opositor; además, econocer sus grupos de apoyo —del PSUV, UBCH, Jefes de Calle, guardias territoriales, consejos comunales— encargados de minar el terreno de los barrios, veredas, calles, urbanizaciones, caseríos, con la finalidad de vigilar y distorsionar la organización de la elección interna opositora; de obstruir la determinación de salir a votar; en una campaña de seguimiento e intimidación al elector como manera burdamente disuasiva de la participación ciudadana, abrumadora del electorado, su fatal espectro.
Ya se han ‘habilitado’ canales de protesta por el ‘mal uso’ del Registro Electoral Permanente, cerrado al público
Se están dejando las puertas abiertas de los tribunales ordinarios o incompetentes, también las salas del TSJ, para que afectos al oficialismo canalicen sus recursos destinados a boicotear las Primarias, a impedir su realización, a reducirlas a la mínima expresión posible, con la malévola idea de desacreditar y deslegitimar sus resultados.
Siendo estas las vidriosas circunstancias donde se desenvuelve el empeño opositor por el cambio, colocando a la Comisión Nacional de Primarias [CNP] frente a un escenario oficialista hostil realmente amenazador, esta ha prendido las alarmas y toca las puertas de los organismos multilaterales [ONU-OEA], de gobiernos, parlamentos y ONGs, amigos y solidarios, para que intervengan y limiten los desmanes autoritarios propuestos a acabar con la celebración democrática de las Primarias.
Este llamamiento unido a la beligerancia ejercida por las fuerzas democráticas y las precandidaturas, muestran al mundo la determinación de luchar por la democracia venezolana, su preocupación por la creciente crisis humanitaria y su enorme deseo de cambio político.
A su vez, compromete a los países y liderazgos democráticos globales a expresar su solidaridad, y, sobre todo, a estar atentos y a intervenir en los eventos sin duda más controversiales, susceptibles de peligros inminentes sobre la humanidad de quienes lideran y propulsan el proceso comicial opositor, rumbo a las presidenciales. La dirigencia demócrata no cede ni afloja en la exigencia de hacer respetar los derechos políticos de quienes deseen participar como precandidatos y electores; y, por sobre todo, reivindican la voluntad del Pueblo de Gracia en la escogencia de su candidatura presidencial irreversible e innegociable.
Ante este lógico y noble escenario todavía hay personas neciando a brazo partido con su rebuscada y ostensible propuesta de escoger un(a) candidato(a) ‘que los represente a todos’, a un supuesto centrista tendiente a evitar el despunte del liderazgo más férreo y necesario; es decir, tratando de eclipsar la mejor oferta y garantía del cambio político requerido avalada por la voluntad del pueblo en su derecho de máxima soberanía. Esto parece un mal chiste en boca de un insípido, a estas alturas donde empieza a tensarse la cuerda.
También, por si acaso, se está hablando impávidanente del voto sacrosanto
Aquel carente de dignidad, el ciego, el obtuso, el dogmático; el indiferente o ignorante de las «condiciones electorales» que lo rodean, estigmatizan y manipulan; sin alertar siquiera de la vulnerabilidad y contraproducencia del mismo si no se toman las medidas muy previas de rigor para que el sufragio sea respetado y sobre todo útil en la superación de la crisis política; cuestión sólo posible en el marco de las Elecciones Libres, así como lo ha previsto y pautado el mundo libre en términos de civilismo y absoluta paz.
No se habla casi, quizá se piensa —tal vez insuficientemente—, del proceso electoral presidencial, no el más importante sino con mayor fuerza de implicación política, cuyo ‘ecosistema procedimental’ debe ser integral y por ende sin cabos sueltos, menos aún si estos son importantes. Digamos, sin presos políticos o sin causa, y es elemental; sin inhabilitaciones ilegales, y es crucial, si se respeta la soberanía originaria; sin restricciones y manipulaciones del Registro Electoral; sin las lúgubres sombras de los poderes concomitantes complacientes y parcializados con el poder presidencial autoritario; entre ellos el CNE en manos de oficialistas y pro-oficialistas.
…
Primarias, sin parar…
Contra ellas se pronuncian
y siembran increíble desprestigio.
Ya no hay lugar a dudas
del porqué tal conflicto.
El miedo cunde sólo entre ellos
[mismos.
El nuevo liderazgo
ha emergido ante sus ojos atónitos,
y quieren ocultarlo
pero no encuentran cómo
sin que parezca aún más oprobioso.
Ahora la ola crece
y anegarlo todo es lo que presagia
por más que se atraviesen
los que huyen de Primarias.
Venezuela es cauce de democracia
y necesita un cambio
fehaciente, una manera seria
de hacer gobierno. Cuanto
antes esto suceda,
que la reconstrucción no se
[detenga…
L A V P
…
Se comenta el supuesto diálogo paralelo entre Miraflores y la Casa Blanca como otra forma de matizar, marginar, atenuar o transformar el significado del proceso de elecciones Primarias y Presidenciales
El empoderamiento de las precandidaturas por parte del enorme respaldo popular no permite ya determinados ‘acuerdos’ como desea el poder hegemónico de Caracas, ni tampoco la excesiva complacencia de Washington desde la peculiar ambigüedad de su política exterior, aunque posea las fichas de las sanciones.
Antes se luchaba desde un marco de fragmentación e individualismo interno opositor, y las coaliciones partidistas inter cúpulas, basadas en la AN 2015, no dieron la talla ni para conservar el gobierno interino, más bien para agrandar la disyuntiva entre afiliados al G4 y el resto de partidos; por lo tanto no había otro poder con capacidad representativa del país.
Ahora es diferente, totalmente diferente: se ha configurado un despunte democrático, digamos el ‘arco y la saeta’ en posición de tiro, con la puesta en marcha de las Primarias, cuyo primer y sustancial logro ha sido levantar el alma del pueblo para creer en una salida electoral de la espantosa crisis; a través de las circunstancias apoyadas en una resiliencia de esperanza y optimismo, de decidida fe y convicción por un cambio político absolutamente necesario.
Los precandidatos de la Unidad, con el respaldo del pueblo, han hecho posible este novedoso y extraordinario poder. Hoy crecido se yergue y en vano se puede ignorar. Como lo anticipamos, será el accionante hacia el centro de gravedad de la crisis, decisivo en muchas y difíciles situaciones propias del riguroso y accidentado camino de la lucha venezolana por su liberación. Sin retorno.
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