Luis “El Teacher” Cárdenas.- Llegó el momento de la verdad, luego de tanta incertidumbre y todavía con mucha gente pensando que no se debía jugar la pelota rodó y este viernes Barranquilla será testigo de un nuevo enfrentamiento entre el anfitrión Colombia y la selección Vinotinto, en uno de los encuentros más vibrantes y complicados para los cafeteros, por la motivación extra que juegan los venezolanos.
Las eliminatorias más difíciles del mundo son sin duda la de Conmebol, con todos los equipos sintiéndose con opciones de clasificar al mundial y donde los pequeños detalles pueden marcar diferencia. A eso apuesta Venezuela, que de comienzo llega con más incertidumbre que su rival, por muchas situaciones extra deportivas que ha tenido que vivir para llegar hasta este punto.
En primera instancia la salida inesperada en enero del que fuera el seleccionador “de talla mundial”, como lo fue Rafael Dudamel, que dejó el proceso botado para irse a hacer unas pasantías en Brasil con el Atlético Mineiro, que resultaron muy cortas. Tras dos meses de espera y una fila de nombres rimbombantes, terminó siendo elegido José Peseiro, entrenador portugués con paso entre otros en el FC Porto y quien con mucho profesionalismo y sin percibir aún lo acordado, se mantuvo firme y llegó al país para realizar su primer contacto personal con los jugadores apenas hace tres días.
Luego, con motivo de la pandemia y la excepción por protocolo que aplicó la FIFA en cuanto a que los clubes podían prohibirle el permiso a los jugadores, para la Vinotinto llegaron tres duros golpes, el mayor de ellos sin duda que la ausencia de su goleador histórico e inamovible en el once titular, el delantero José Salomón Rondón. Su no presencia en este juego les da un respiro a los colombianos en defensa, pues no solo es quien tiene la primera opción clara de marcar, sino que su sola puesta en escena es una alerta para el rival. Le tocará a Fernando Aristeguieta -el que en el papel tendría la primera opción de suplirlo- cumplir ese rol y tendrá como motivación su drama vivido para entrar a suelo neogranadino. Aunque suena más -según medios nacionales- el nombre de «La Pantera» Sergio Cordova.
Pero no es solo la baja del “Gladiador” la que puede preocupar a Peseiro. En defensa, la participación de Yordan Osorio, uno de los mejores centrales del país y que viene de firmar con el histórico Parma de la Serie A, se tuvo que bajar del avión a última hora y deja un vacío importante que deberán llenar Mikel Villanueva o Wilker Ángel, quienes tendrán la misión de entenderse con Jhon Chancellor, que en teoría es indiscutible.
La tercera baja que tuvo el combinado nacional fue la de Junior Moreno, que no recibió el permiso de su club en la MLS. Sin embargo, en la mitad de la cancha es donde le sobra derroche de talento y calidad a la selección, contando a última hora con José “El Brujo” Martínez y Arquímedes Figuera, quienes pudieran ser tomado en cuenta para un trivote que pudieran conformar con el capitán Tomás Rincón y el joven Yangel Herrera, de gran momento personal.
En la portería pareciera no haber dudas de la titularidad de Wuilker Fariñez, pese a que viene de una falta de ritmo de competencia, al convertirse en el segundo portero del Lens en la Ligue 1 de Francia, esto a su vez al buen momento que viven tanto Joel Graterol con el América de Cali y Alain Baroja en Delfin, donde ambos han tenido más regularidad.
Su rival también presenta bajas significativas, empezando en el arco, donde no podrá estar David Ospina, lo que le deja al seleccionador Carlos Quieroz la duda sobre quien debe enfundarse el dorsal 1. El que parece ganar más enteros por ritmo es Álvaro Montero, aunque la experiencia de Camilo Vargas le podría dar el plus para custodiar ante los venezolanos el arco cafetero.
Colombia presenta uno de los ataques más letales del continente en la actualidad, con la dupla del Atalanta, conformada por Duvan Zapata y Luis Muriel, quienes se cansaron de hacer goles en la temporada pasada y tienen buena pinta en esta. Un dolor de cabeza muy bonito que tiene el DT, entre seguirle dando la confianza al experimentado y leyenda del seleccionado, Radamel Falcao o apostar a esa juventud e ímpetu que traen estos jugadores y si el entrenador va con un sistema de un solo atacante, la limitante es mayor.
El que parece no tener dudas de formar parte del once es James Rodríguez. Con un “renacer” importante en el Everton que dirige “su papá” Carlo Ancelotti, donde ha combinado goles y asistencias para que su club esté en la parte más alta de la tabla, lo que le permite llegar con la suma confianza de poder echarse al seleccionado a hombros.