Venezuela, camino a la debacle electoral: no se promueven elecciones competitivas sino el continuismo presidencial | Por: Luis A. Villarreal P.

 

Entre perplejos e indignados, observamos los ‘procedimientos’ del Consejo Nacional Electoral [CNE], desde un tinglado de adláteres haciendo el juego macabro contra la democracia y el país. Partiendo del perjuicioso desconocimiento a la única Candidatura Nacional de Cambio,  ha escogido a los candidatos ‘presidenciales’; ya ‘vestidos’ para continuar su perversa danza alacránica y llegar hasta el festín definitivo; cuya misión, en el reparto oficialista, es la falta de respeto y ofensa al venezolano: ayudar a consolidar el nefasto continuismo, por la más artera de las vías, la del fraude a plena luz del día.

El espectro dominante de toda esta lamentable circunstancia es el alacranato, ‘institución’ relevante de la mentalidad chavista empoderada y potencialmente corrosiva de los poderes del Estado y los partidos, porque todos ellos abdicaron su responsabilidad y autonomía en un presidencialismo adverso y peligroso, irresponsable con la nación y su sistema político preferente: la democracia.

La llamada oposición a quien le judicializaran los partidos [AD, COPEI, PJ, VP, etcétera]; no obstante les arrebataron sus tarjetas —a fines de captar el voto de despreocupados seguidores a favor de la división del voto opositor—, guarnecidos en la tarjeta de la manita [MUD], siguieron jugando a la práctica ‘política’ conformista, intentando figurar alcanzando los residuos del poder igualmente controlados; en un acto de cohabitación y legitimación del régimen ante el país y el orbe; hábito disoluto e irresponsable al cual se acostumbraron, aceptando tras bastidores, y aviesamente, ser parte de esa novedosa ‘institución’ electoral: el alacranato.

No fue desapercibida la gala ofrecida por el CNE, gradualmente dispuesta para que Venezuela y el mundo no se perdiera del ‘estético’ urdimiento y pudieran conocer algo más estas ‘personalidades’ tan voluntariosas y convencidas de su idoneidad para aspirar a ocupar la Primera Magistratura; evento al cual, sin duda, tenían sus puestos reservados, por cuanto siempre han mantenido un buen entendimiento con el régimen y sus despropósitos

No está de más destacar el ‘protagonismo’ de estos personajes de la pseudo política, como afiches y carátulas de cuentos salidos del inframundo electoral, con sus respectivas organizaciones, cuyos nombres podrían matar de risa o de envidia al mismo Condorito:

1.- un Bertucci, el ‘pastor evangélico’, del ‘Cambio’;

2.- de un Guácharo, el ‘humorista’, de la ‘Confederación Nacional Democrática’;

3.- Ecarri, el lápiz falso, de ‘Avanzada Progresista’, o sea;

4.- Ceballos, el traidor, de Arepa y ‘Voluntad Popular’;

5.- Martínez, el ‘adeco’;

6.- Alvarado, el ‘copeyano’;

7.- Fermín, outsider del chavismo, de ‘Soluciones’;

8.- Márquez, ‘el rector ceneista’,  de ‘Centrados’;

9.- Brito, reputado alacrán de ‘Unidad Visión Venezuela’ y ‘Primero Venezuela’ —’PJ’—;

10.- Luis Ratti, el ‘independiente’, de ‘Derecha Democrática Popular’;

11.- Rosales, la ‘opción contra obstáculos del CNE’, de UNT.

12.- González Urrutia, el comodín de la Plataforma Unitaria Democrática, ‘salvador’ de la MUD. Y,

13.- Maduro, el reeleccionista.

A excepción del 12 y 13, todos conocidos como miembros de la ‘componenda’ ajena a la necesidad de Cambio de los venezolanos,  conforman la nómina de candidatos utility con la pretendida idea de aparentar elecciones competitivas. Se da el beneficio de la duda a González Urrutia, por cuanto no se sabe mucho de su condescendencia hacia el Régimen, pero es una carta de la MUD bajo la excusa de no desaparecer esta del tarjetón electoral.

 La marcha triunfal de los alacranes

 

Lo que se ha visto en la

Ruta Electoral, ha sido de horrores.

Un CNE fresco y falaz

al frente de elecciones

entre iguales y continuistas, porque

 

la única Oposición

legítima ha sido desahuciada

por el ente rector

con irrespeto y trácala,

ultrajando a drede la democracia.

 

Provocación insólita

e infeliz, incitante de violencia;

sembrando la deshonra

en nuestra Venezuela

que a continuar sojuzgada se niega.

 

¿Dónde están los dolientes

de la democracia, los organismos

OEA, ONU, y los ejes

democráticos?, idos,

pareciera, ¡huyendo de sí mismos!

 

                                         L A V P

 

Manuel Rosales, bregador incansable de la política —asertiva o errática—, desde su exilio se diseñó un plan con cierto paralelismo a Joaquín Balaguer —el ambiguo dominicano, colaborador  impertérrito de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, la cual supo permear y mimetizar hasta servirse de ella y convertirse en el presidente de la transición y más allá, llegando a ser un benemérito al repetir por varios periodos en el cargo presidencial de la República Dominicana—.

Rosales, no está aplicando la lección que tuvo a bien darle un venezolano cabal como Teodoro Petkoff; en la oportunidad —2006— de barajarse en una práctica consensual nombres como posibles candidatos con verdadera opción y suficiente ascenso popular, el proponente del socialismo venezolano le cedió el apoyo al zuliano reconociéndole su ventaja en respaldo electoral.

El ya candidato presidencial —por sus buenos contactos— no ha querido emular a Teodoro. En vez de reconocer y cooperar con quien tiene el sobrado acompañamiento del electorado y el firme propósito de adecentar a Venezuela, ha decidido buscar aceptación y afianzarse al régimen sobre la base de su aspiración personal presidencial; aunque en ello se vaya, hacia las postrimerías, la esperanza y la ilusión del verdadero y urgido cambio de los venezolanos.

Todos los candidatos condescendientes con el continuismo, están repitiendo como loros —en inocente excusa— la expresión: «no hay que dejar al ‘pueblo’ sin opción»; pero Manuel Rosales, zafándose del montón, ha sido más explícito:

«Se lo digo con el corazón en la mano. Busquen una negociación, busquen un candidato o una candidata que pase las trabas y los obstáculos del Gobierno, y yo le entrego la candidatura a quien quiera», expresó Rosales en su proselitismo por la Tierra del Sol Amada.

Eso quiere decir mucho: a falta de Pueblo y consecuencia democrática, tiene las claves para acceder a la anuencia del Régimen. ¿Y por qué…?

María Corina Machado, aparentemente, ha estado sin realmente saber qué hacer. En medio del rechazo —o indiferencia— a su representante doctora Corina Yoris, ha optado por esperar los días venideros y entonces vislumbrar las sorpresas de la Ruta Electoral, ante la cual el oficialismo ha quedado sin atuendo por el desparpajo en la conculcación de sus derechos políticos.  A tal efecto, se espera —sin mucha certeza— una reacción más eficaz de la Comunidad Internacional.

Mucho más contundente de la asumida por Lula y Petro llena de aparente ‘preocupación’; o del silencio de la OEA archivando la Carta Democrática; y de la ONU, con posible sorpresa en defensa de los Derechos Humanos; de la Unión Europea [UE], exigiendo Elecciones Libres;  y, sobre todo, de Estados Unidos, donde no termina de entenderse el empalme, la sincronía bicameral del Congreso, a través del ‘comedimiento’ decidido del presidente Biden, en función del rescate de la democracia venezolana.

Según Diosdado, en un papel de catedrático, previendo las pretensiones en los posibles cambios o enroques candidaturales, ley en mano, explica la posibilidad de esos ajustes siempre y cuando sean entre los 13 favorecidos por el CNE, y por ello aprovechó de pedir respaldo para la reelección.

Seguir remando en las aguas de la esperanza y el optimismo

Dos incógnitas adicionales qué comentar y despejar: ¿Qué hará la Plataforma Unitaria Democrática con su tarjetica de la manita; seguirá con González Urrutia, o se inmolará con MCM ‘hasta el final’?.  O, la más insondable y enigmática: ¿Qué decidirá la Candidata Legítima del Cambio si la rueda corre sin favorecerla?

Lo importante, es que MCM siga firme y determinada de ir ‘hasta el final’; antes de caer en las telarañas del juego de intereses pro oficialistas, del oportunismo y de sus declarados o silentes enemigos. Evadir las trampas ha de ser su olfato de guerrera, en la convicción de una Providencia solícita y dadora del bien a quien persevere porque sea impostergable.

 

 

 

 

 

 

 

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