Orar al final del día, cuando una vez más la cabeza se inclina hacia la almohada y reposan las preocupaciones, es la forma en que venezolanos en Italia imploran a Dios desaparezca el coronavirus del mundo entero.
El testimonio en exclusiva para Diario de Los Andes lo ofreció el ingeniero Luis Nuzzo, nativo del municipio Boconó, estado Trujillo, quien compartió desde Italia las medidas de supervivencia ante los estragos que deja la pandemia Covid-19.
“Acá también decretaron cuarentena y las medidas de prevención promovidas por la Organización Mundial de la Salud comenzaron a ser parte de nuestras actividades diarias. Las multas y detenciones a personas que desistían de estar en casa forman parte de la noticias”, relata.
“Ahora sólo yo salgo de mi hogar una vez a la semana a hacer las compras necesarias. Salgo con tapabocas, guantes y mantengo un metro de distancia de otras personas. Al llegar a casa, desde la puerta, coloco mis zapatos en un recipiente y mi esposa con guantes desembolsa los productos, los limpia y los guardas, mientras yo me baño y se lava la vestimenta”.
Del tema económico, Nuzzo aclara que el gobierno italiano aún no ha oficializado ninguna medida compensatoria. “Se rumora suspensión de pago de alquileres, bono o cancelación de servicios públicos, pero nada concreto. No obstante, cada alcaldía hace su aporte a familias vulnerables o numerosas, así como las asociaciones u ONG’s y Cáritas que hacen sus aportes. El servicio de salud es gratuito para italianos y extranjeros, las estaciones de servicio trabajan con normalidad, igual que los supermercados y para movilización se presenta una declaración”.
“Los niños a través de video llamadas reciben sus clases. A las 6:00 p.m. entonamos desde el balcón o ventanas el himno nacional o alguna canción típica y para culminar nuestro día oramos un santo rosario para que Dios proteja al mundo entero y desaparezca el coronavirus; aunque el mejor antivirus es quedarse en casa”, resalta.