Venezolanos darán giro de 180° el 28/7: por su liberación y el rescate de la democracia | Luis A Villarreal P.

 

Luis A Villarreal P.

Se sigue hablando de todo, tal vez con mayor intensidad al aproximarse la más importante fecha del Calendario Electoral: el día de las Presidenciales, del ineludible compromiso ciudadano; excelente ocasión para poner de manifiesto, sin excusas ni miedos, nuestra sinceridad con Venezuela.

Se está desplegando a todo dar el sentimiento colectivo exultante de espiritualidad, nuestro afecto consecuente con la Patria, al sentir en lo más íntimo la responsabilidad bullendo en nuestra ciudadanía o viceversa; sin dejar de percibir, por supuesto, la adrenalina colectiva acumulándose. En el entendido de estarnos jugando una vez más la posibilidad de recuperar la Libertad, todo lo perdido en estos trágicos años de penurias y angustia nacional.

Ya son cinco lustros durante los cuales se nos ha ido desconectando de los organismos multilaterales, y enchufando a  regímenes de extravío y dominación, con profundo desprecio por la libertad y la democracia e indiferencia por la soberanía de las naciones y sus derechos humanos; afiliándonos a poderes geo militares sin rostro humanitario; colocándonos, definitivamente, al margen y en orfandad de la civilidad demócrata liberal y del derecho internacional.

El oficialismo acusa sin tregua a la Oposición Democrática de estar influenciada y dirigida por mentalidades ultraderechistas, e incursa en actividades delincuenciales, conspirativas, ‘golpistas’ y —anticipadamente— de ‘desacato’ a los resultados electorales por el chavismo-madurismo ya avizorados, en base a encuestas falsas prefabricadas en la irresponsabilidad de la clase seudo política aspirante a reelección.

El chavismo nos ha alineado —distanciándonos del ‘ecosistema político e intercambio comercial’, naturales— a regímenes distantes; en términos de vasallos, dependientes comerciales, simples proveedores de materia prima y clientes armamentísticos con ‘responsabilidades’ antiestadounidenses y antidemocráticas; en una paradójica adherencia de subordinación

Ante Cuba, cuya experiencia revolucionaria fidelista y guevarista se traduce en un enclave de vetustas y rancias creencias causantes de sufrimiento al pueblo cubano; convertido, durante casi un siglo en emigrante, conchabado y esclavo de un Régimen ideologizado y antiestadounidense incapaz de darle bienestar, estabilidad, soberanía, independencia y felicidad colectiva.

Ante Rusia,  descollante país potencia dominado por mentes autócratas militaristas, siempre a la zaga del gentilicio ruso urgido de gobernantes a su altura, nos han convertido los chavistas en un pueblo rehén de la geopolítica imponiéndonos la neo cubanización pro soviética.

Colocándonos en aliados y catervos de los desmanes históricos rusos, de sus rapaces e irresponsables procedimientos contra la libertad, la soberanía y el respeto al derecho internacional, a la seguridad global, a la diversidad y disenso político dentro de la misma Rusia; en aupadores de la tríada nuclear  —rusa, china, norcoreana— con la finalidad, no de ejercer la disuasión en aras de la paz, sino de chantajear al mundo con su poderío atómico, para seguir agrediendo la soberanía de sus vecinos y poner en suspenso la seguridad de Europa.

En este sentido, Venezuela, lamentablemente, ha dejado su histórica postura de país independiente, responsable y virtuoso, para sumarse a la protección de dictaduras en beneficio de la ‘suya’ propia; al odio contra Israel en sincronía con el terrorismo islámico y pro iraní, y muy particular e irresponsablemente a la brutal agresión de Rusia contra Ucrania.

Ante China, a Venezuela se ha venido hipotecando y cayendo en sus redes imperiales no confiables. Error de muchos países día a día enajenándose, sin darse cuenta de la pérdida de su independencia y autonomía; de la soberanía misma en sus espacios de ultramar, cada vez más ambicionados por el gigante asiático, en el Indo y Asia Pacífico, poniendo en restricción y peligro las libres rutas de navegación marítimas e inter oceánicas.

¿Entonces, a quiénes nos han estado afiliando so pretexto de desbancar el imperio estadounidense; de qué organismos multilaterales y de cuáles sistemas nos pretenden dar membresía… ¿?

 

Sin frenos, hacia la Libertad

 

Viendo el desfiladero

hacia la fecha comicial pautada,

estamos satisfechos

aun cuando cronograma

y parcialidad hacen desventaja

 

en la Candidatura Opositora.

La ilusión y el camino de angostura

también nos emociona

al pensar en la augusta

Patria librándose de la penumbra.

 

En las Presidenciales

pensamos, sin perder de vista el día

siguiente, y cuanto antes

disfrutar la primicia

de que ¡al fin! liberamos nuestras

                                                [vidas.

 

Con el Cambio Político

interpretando ingentes prioridades,

y en el sobrentendido

de soluciones viables

¡si la Ciudadanía hace su parte!

                                              L A V P

 

Del espectro oficialista, reeleccionista y antidemocrático, simplemente no se espera nada alentador; ni siquiera una actitud cónsona con las circunstancias, de resignación a desprenderse ordenadamente del poder político hace tiempo perdido, pero usurpado por la fuerza y el ventajismo accionado desde las instituciones con recursos del Estado

A los aspirantes del continuismo —de algún modo satisfechos con su modo de vida, representados en las élites ‘revolucionarias’ privilegiadas, el alacranato y el conformismo de las masas ahora disminuidas también por el sufrimiento—, en sus aspiraciones de fraude, ya materializándose desde el Cronograma Electoral, les puede resultar más frustrante e irreversible, al verse involucrados en un golpe comicial a todas luces.

A tenor del clímax de esperanza y fe de las mayorías ansiosas de Libertad; de volver a ser libres en democracia; y a dos semanas del desenlace electoral; solo nos queda esperar la veracidad de supuestas negociaciones, dentro y fuera del país, tendientes a hacer valer la Voluntad del Pueblo el 28/7 con una transición ‘ordenada’, o simplemente confrontar las reacciones oficialistas siempre impredecibles.

 

 

 

 

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