Varios sacerdotes celebraron en Betijoque los 24 años de haber sido ordenados

Los sacerdotes encabezados por Edgar Rafael Torres oficiantes de la misa en Betijoque

 

Eduardo Viloria/DLA.- Varios sacerdotes de la región que ejercen la noble  misión de defender e inculcar la

El cumpleaños feliz dedicado a los sacerdotes que cumplen 24 años de ordenación sacerdotal

doctrina cristiana, celebraron ese lunes 30 de agosto los 24 años de vida sacerdotal, recordando la ordenación cumplida, según lo dijo el presbítero Edgar Rafael Torres, en el polideportivo Luis Loreto Lira, actividad que estuvo a cargo del ya desparecido obispo diocesano,  Vicente Ramón Hernández Peña.

Delante del altar mayor del templo San Juan Bautista de Betijoque, se encontraban los sacerdotes Emiro Suárez, Edgar Rafael Torres, Walkelis Araujo, José Gregorio Pérez Carrillo, José Gregorio García, al igual que la representación de la diócesis en la persona del presbítero Romer Ortiz, Vicario Diocesano y otros; ausente un sacerdote muy conocido en la entidad como es el presbítero Reinaldo Pacheco, a quien le fue imposible trasladarse desde Boconó, el jardín de Venezuela, a la tierra de Rafael Rangel.

El padre Edgar Rafael Torres, explicó lo que es ser sacerdote, la vocación y el cariño que se tiene por el ejercicio de este ministerio, de adoración a Dios, recordando como anécdota que le toca unir en matrimonio cuando ya era sacerdote a sus progenitores, a los cuales quiere mucho.

Daniel Escalona y Rosa Margarita Fernández, la pareja que fue bendecida en matrimonio

En la actividad cumplida se unieron en matrimonio eclesiástico, una pareja de la comunidad, como lo son Daniel Escalona Angulo y Rosa Margarita Fernández, los cuales se juraron amor eterno, “hasta que las muerte los separe”, matrimonio consagrado por el sacerdote local Edgar Rafael Torres, quien dijo que se sentía complacido de cumplir con esta actividad.

El Templo san Juan Bautista estaba lleno, guardando las medidas de bioseguridad, brindándole los sacerdotes a los fieles presentes un pequeño almuerzo, pues la actividad concluyó cuando el reloj iba para la una de la tarde.

 

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