Malaucène (Francia), 7 jul (EFE).- De pie sobre la bicicleta, brazos en alto y besándose el anillo entró en meta el belga Wout Van Aert (Jumbo Visma) como vencedor de la undécima etapa del Tour, disputada entre Sorgues y Malaucène, de 198,9 kilómetros, la jornada del mítico Mont Ventoux, donde Tadej Pogacar mantuvo el maillot amarillo y Enric Mas perdió dos puestos en la general, bajando al octavo.
El Monte pelado, escalado dos veces, no decepcionó. Encumbró a Van Aert, el más fuerte de la escapada del día, capaz de subir en solitario el Ventoux y aguantar en el descenso hasta Malaucène.
También la montaña mostró imágenes inéditas. Se le vio sufrir a Pogacar, descubrió al danés Vingegaard, y castigó a O’Connor, desplazado del podio, y a Enric Mas. El español pasó del sexto al octavo tras ceder 1.24 con sus rivales.
Una victoria inapelable de Van Aert, de 26 años, triple campeón mundial de ciclocrós. Logró su tercera victoria en el Tour, la sexta de la temporada. Cruzó la meta con 1.14 minutos de adelante sobre Mollema y Elissonde (Trek), a.38 sobre un grupo con Pogacar, Urán, Vingegaard y Carapaz, 1.56 respecto a Kelderman y Lutsenko y 3.02 d adelanto sobre Enric Mas, perjudicado del día.
No peligró el maillot amarillo de Pogacar, si bien pasó apuros con un ataque de Vingegaard antes de coronar el Ventoux en su segundo paso.
«No he podido seguirle, ha estado súper fuerte y me ha fundido. Traté de llegar lo antes posible a la cima para recuperar bajando. Ha sido una jornada muy dura, pero he salvado los papeles», digo Pogacar en meta.
El danés humanizó al esloveno. El podio recibió nuevos inquilinos. Rigoberto Urán es segundo a 5.18 y el chaval nórdico tercero a 5.32. Carapaz aparece cuarto a 5.33 y en la periferia del podio no aparece ya Mas, que bajó al octavo puesto, a 7.11.
Buena etapa para el español Pello Bilbao (Bahrain Victorious), quien sufrió de lo lindo, pero recibió la recompensa de meterse en la décima plaza, a 10.28 del líder.
ALAPHILIPPE SE EMPEÑA EN HACER LA FUGA
La etapa con denominación de origen, «la del Ventoux», salió disparada desde Sorgues, animada por el campeón del Mundo Julian Alaphilippe, empeñado con sus ataques en romper pronto el pelotón y formar la escapada. Lo consiguió subiendo la primera cota de Fontaine-de-Vaucluse (km32,1), donde no permitió la compañía del líder de la montaña, Nairo Quintana.
Finalmente el arcoiris no salió solo. Le acompañaron Dan Martin, Anthony Perez, Fuglsang y Gilbert, algunos pendientes de justificar galones. Un cuarteto perseguido por un primer grupo de 14, con Mollema y Van Avermaet, y un pelotón donde Ineos y UAE se marcaban al ritmo de los hombres de Carapaz, que pasaron el Col de la Liguiére (1a) a más de 4 minutos.
La bajada del puerto colocó la etapa en uno de los escenario más legendarios del Tour de Francia, el Mont Ventoux, en la primera de las dos subidas del menú, ahora por el lado este. El «Gigante de Provenza», donde la pasión y la muerte a veces han ido de la mano, esperaba con calor y fuertes emociones.
VAN AERT EL REY DEL VENTOUX, POGACAR EN APUROS
En la primera subida, muy tendida, de 21 kilómetros al 5 por ciento volvió a la carga Alaphilippe, un tipo revoltoso, de los de reventar ó ganar. El monte seleccionó 7 corredores en cabeza, entre ellos Mollema y Van Aert.
Por detrás el Ineos asumió el ritmo del grupo de la general, una marcha cómoda que desgastó a algunos, pero sin despegar aún a ningún hombre del top ten. El líder, aún acompañado por sus escoltas del UAE coronó la cima a 4.40 de Alaphilippe, que coronó al frente-
Tras un descenso supersónico, donde Nibali puso el velocímetro en 107 kms/hora llegó el segundo capítulo del ascenso al Ventoux, ahora de categoría especial, más duro que el anterior.
El ritmo del Ineos fue desgastando a algunos hombres de la general, como O’Connor y Gaudu, pero no fue hasta el ataque del danés Vingegaard cuando se removió el avispero. El nórdico abrió hueco con un ataque a 3 kms de la cima. Trató de seguir la rueda Pogacar, pero levantó el pie. Fundido. Tampoco levantó la voz Carapaz. El latigazo lo acusó Mas, quien quedó descolgado. Por primera vez mostraba debilidad el imbatible corredor esloveno.
Mientras Van Aert se acercaba a la gloria, perseguido sin éxito por Mollema y Elissonde, el descenso fue una bendición, quien pudo enlazar con Vingegaaard. Se unieron Urán y Carapaz. Tras el susto, los grandes entraron de la mano. No así Enric Mas, que se aleja del objetivo.
Este jueves la duodécima etapa ofrecerá otra opción a los esprinters con el trayecto de 159,4 kilómetros entre Saint-Paul-Trois-Chateaux y Nîmes. Una gran oportunidad para que Cavendish iguale el récord de 34 triunfos de etapa de Eddy Merckx.
Carlos de Torres