Dedico a Benjamín Díaz Castañeda
El músico, compositor, director de coros y orquestas, Vinicio Adames Piñero, nació en Barquisimeto, estado Lara, el 1 de marzo de 1927 y falleció en las islas Azores, Portugal, el 3 de septiembre de 1976, luego de cumplir una labor cultural de primer orden al frente del Orfeón de la Universidad Central de Venezuela y en otras instituciones corales del país.
Desde muy joven se dedicó a la música e ingresó en la Academia Santa Cecilia de Barquisimeto, bajo la dirección de Doralisa de Medina, alli recibió clases del virtuoso violinista Franco Medina; cursó piano y vocalización; fundó en 1948 en Barquisimeto el conjunto coral Lisandro Alvarado; se marchó a Caracas a estudiar odontología en la UCV, pero la Universidad fue cerrada por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez; no perdió el tiempo e hizo cursos con los maestros Inocente Carreño y Alfredo Hollander, tras la reapertura de la Universidad ingresó en la Facultad de Ciencias Económicas y egresó en Estudios Internacionales; entonces fue solista del Orfeón de la Universidad Central de Venezuela; el 14 de agosto de 1958, dirige su primer concierto; labora también en el Orfeón Miranda de Los Teques; en 1965 participó en el primer festival mundial de coros universitarios con el Orfeón de la UCV, en el Lincoln Center de Nueva York.
Dos años después el gobierno de Estados Unidos, le otorgó una beca para realizar el curso de dirección coral que bajo la coordinación del maestro Robert Shaw, organizó la Universidad de Oakland en California.
A su regreso a Venezuela dirigió la Orquesta de Cámara de la UCV, la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo; la Orquesta Sinfónica Nacional de Panamá, la Orquesta de Cámara Metropolitana de Caracas, la Coral Shell, y en 1973 la Coral del Banco Central de Venezuela, donde grabó un disco de música popular.
Al frente del Orfeón Universitario de la UCV, Vinicio Adames, dirigió más de dos mil conciertos en América Latina y Europa; fue, precisamente atendiendo una invitación internacional, en Europa, cuando este ilustre venezolano y gran parte del Orfeón perdió la vida en la tragedia de Las Azores, Portugal, el 3 de septiembre de 1976; el avión que transportaba al elenco, se estrelló en el aeropuerto de Lajes, de las islas portuguesas, al momento de intentar hacer un aterrizaje de emergencia; una tormenta que no pudo eludir el piloto fue la causante del accidente que enlutó al movimiento coral venezolano.
Tras la desaparición de Vinicio Adames, y su amado Orfeón en toda Venezuela se rindió tributo a quien dio un impulso definitivo a la música coral. El Banco Central de Venezuela distinguió con su nombre a la coral que dirigió Vinicio Adames, con lujo de acierto.
Un músico que fue un auténtico valor de la democracia que hizo de su abnegada labor, una cátedra abierta en difundir lo mejor de la cultura musical venezolana de todas épocas.
Numerosos festivales corales en el país aún rinden homenaje a éste insigne venezolano que no debemos olvidar.
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