Valores democráticos | Miguel Romero Antoni | Por: Ramón Rivasaez 

 

Este infatigable dirigente nació en Caracas el 29 de junio de 1921, y falleció el 15 de mayo de 1982 en el caserío El Panquecito de Barinas.

No obstante, pocos años después sus padres se trasladaron a Barquisimeto, donde inició sus estudios primarios y de secundaria; el derrocamiento del presidente Gallegos, despertó la indignación nacional y en su entorno familiar no fue la excepción.

La conciencia demócrata no tardó en aparecer y en la capital larense, jóvenes de todas las tendencias políticas, deciden enfrentar a la dictadura; entre ellos destacan los hermanos Juan y Miguel Romero Antoni y se les suma Rafael Benedicto Parra, quienes descubren en el periodismo, una manera eficaz para luchar por la restitución de la democracia. Los hermanos Romero editan los semanarios clandestinos Combate y Barricada, voceros en los que recogen las violaciones a los derechos humanos que comete la dictadura perejimenista; los allanamientos de hogares, desapariciones, torturas y crímenes de dirigentes opositores en que incurren los esbirros del régimen.

Burlan la estrecha censura de prensa existente que clausuró no menos de treinta periódicos y revistas venezolanas; los hermanos Romero  publican las denuncias sobre los atropellos a la dignidad humana, y, sobre todo, llaman a la unidad, a la resistencia cívica de la comunidad.

Estos semanarios una vez descubiertos eran recogidos por la Seguridad Nacional, y quien era sorprendido en su lectura no escapaba a un arresto e interrogatorios en la sede de la SN. De todas formas ambos semanarios clandestinos se mantuvieron a flote, pese a las persecuciones a que sometieron a sus editores.

Al derrumbarse la dictadura el 23 de enero de 1958, Miguel Romero Antoni, es uno de los líderes de la resistencia, y su partido -AD- es ganador de las elecciones celebradas al poco tiempo.
Se inicia el tránsito Democrático con el presidente Rómulo Betancourt, y continúa con el abogado Raúl Leoni, quien designa gobernador de Lara a Miguel Romero Antoni, para el periodo 1964-67.
La gestión administrativa de Miguel Romero Antoni, es de realizaciones relevantes para el estado Lara; construye no menos de noventa escuelas  en los diferentes distritos de la época; Barquisimeto es dotado del parque botánico y zoológico Bararida, del polideportivo Máximo Viloria, el velódromo Héctor Alvarado; el estadio de béisbol, sede del equipo Cardenales de Lara; biblioteca Pío Tamayo, Casa del Periodista, Catedral Metropolitana, las urbanizaciones Bararida, Patarata, El Obelisco, Fundalara e inicia la ampliación de la avenida 20, la principal arteria comercial de la ciudad; construye la represa Los Quediches, para aliviar la sed de los caroreños, entre otras tantas obras diseminadas en el territorio larense.
En su larga carrera política, Romero Antoni, fue secretario general de AD, cuatro veces elegido diputado al entonces congreso nacional; fundó la AVP, (Asociación Venezolana de Periodistas),  creó el periódico La Nación de Barquisimeto; dirigió otro vocero Alerta, siempre en defensa del sistema Democrático; durante el ejercicio de la gobernación de Lara enfrentó con decisión y valentía las incursiones de la insurgencia armada de la guerrilla establecida en las zonas montañosas de la jurisdicción. Jamás retrocedió y las combatió personalmente, arriesgando su vida. Fue consecuente con sus ideas y formación política; para él la democracia era su pasión y proyecto de vida.
El  29 de junio de 2021 fue celebrado el centenario de su natalicio, con diversos actos en Barquisimeto, donde el abogado y también ex gobernador de Lara, Jorge Ramos Guerra, realizó una semblanza histórica de este notable dirigente democrático venezolano, cuyas realizaciones se plasman en cada rincón larense.
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