Valores democráticos | María Teresa Castillo de Otero Silva | Por Ramón Rivasáez

 

Dedico a Miguel Henrique Otero

Por Ramón Rivasáez

 

En ocasión de la conmemoración de la semana del periodista, es preciso destacar la trayectoria de María Teresa Castillo de Otero Silva, nacida en la localidad de Cua, estado Miranda el 15 de octubre de 1908 y fallecida  en Caracas el 22 de junio de 2012; hizo del periodismo una bandera de lucha democrática por los derechos humanos, la paz y la promoción de la cultura en Venezuela, constituyéndose en una mujer de dilatada actuación política, con reconocimiento internacional.

Su nacimiento fue en una hacienda de café, propiedad de su familia; al morir su padre cuando María Teresa tenía apenas dos años, sus parientes cercanos sortearán los desmanes del régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez; y en 1934, migra a Nueva York, donde solo permanece un año y regresa al país a la muerte del tirano.

Una vez en Caracas, María Teresa Castillo, se activó en las protestas al nuevo régimen que encabezaba Eleazar López Contreras, continuador de la tiranía militar de Gómez; fue arrestada y recluida durante un año en la jefatura civil de La Pastora, bajo los cargos de repartir propaganda contra los tiranos.

Al ser liberada, María Teresa Castillo, se vinculó al movimiento artístico sin dejar a un lado su trabajo por los derechos humanos, los presos políticos; milita entonces en el Grupo Cero de Teoréticos que dirige Carlos Eduardo Frías, cuna de La Gaceta de América, que preside Inocente Palacios, de la generación del 28. Conoce a María Luisa Escobar, primera mujer en obtener el premio nacional de literatura.

En 1941 ingresa en condición de reportera en el diario Últimas noticias, al tiempo que se integra con Josefina Juliac de Palacios en la fundación del Ateneo de Caracas; el 24 de octubre de 1946, al crear la Junta revolucionaria de gobierno presidida por Rómulo Betancourt, la escuela de periodismo de Caracas, junto a Ana Luisa Llovera cursa la carrera que concluyen en dos años debido a la experiencia adquirida en Últimas noticias, donde ambas se iniciaron en el diarismo.

María Teresa Castillo, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, siempre se mantuvo en el movimiento de resistencia al lado de su esposo y mentor, el novelista Miguel Otero Silva, con quien había contraído nupcias  en 1946, en medio de persecuciones y arrestos. Entretanto, circulaba por primera vez el diario El Nacional, de la mano de su marido MOS, y bajo la  dirección del poeta barquisimetano Antonio Arraiz, autor del poemario «Aspero».

En 1958 es designada presidenta del Ateneo de Caracas por  su junta directiva, e inicia una vasta programación con el apoyo de los diversos sectores culturales y empresariales, ante el arribo de la democracia, y los nuevos tiempos que auguran mejores perspectivas para el movimiento artístico venezolano.

Con el apoyo de Josefina Juliac de Palacios, creó la Federación Nacional de Ateneos, e impulsó en Trujillo el estado Ateneo, con los Ateneos de Valera, Boconó y Trujillo, capital, luego surgieron el Ateneo de Escuque, Betijoque, de Urdaneta, entre otros.

María Teresa Castillo además formó parte del movimiento musical Orfeón Lamas; presidió el Comité de solidaridad con Nicaragua contra la dictadura militar de Anastasio Somoza; fundadora de la Asociación Venezolana de  Periodistas; en 1973 creó el Festival internacional de teatro de Caracas;  integrante del Comité Internacional para el otorgamiento del premio mundial de cultura de la Unesco entre 1987 y 1988; en 1989, la Enciclopedia Británica, creó el premio internacional María Teresa Castillo; entre 1989 y 1994 fue diputada del congreso de la República y presidió su comisión de cultura; miembro de la Fundación Teatro Teresa Carreño, del Consejo directivo del Museo de Bellas Artes; de la directiva del Museo de los Niños, junto a Betty Urdaneta de Herrera Campins; integró la directiva de la Fundación Vicente Emilio Sojo; directiva de la Federación Internacional de Mujeres; del Consejo Mundial de la Paz; miembro del Comité asesor de la Fundación cultural del Colegio Nacional de Periodistas; directiva del canal 8; del Comité aniversario del centenario del poeta Andrés Eloy Blanco; de la Fundación Coral Caracas.

En cuanto a reconocimientos, María Teresa Castillo, recibió la orden Francisco de Miranda en su primera clase; orden Andrés Bello, primera clase; orden José María Vargas; medalla Rómulo Gallegos: medalla de oro de la Unión de Mujeres Americanas; orden Cristóbal Mendoza; orden de la UCV; Dama de la orden Isabel La Católica, concedida por España; orden de las artes y de las letras del Ministerio de la cultura de Francia;  y la orden al mérito de la República Italiana en las categorías de Cavalieri y de Commendatore: e igualmente el gobierno catalán le asignó su nombre a una calle de Tarragona, son entre otros los reconocimientos que recibió en vida esta ilustre periodista venezolana.

 

 

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