Por Ramón Rivasaez
Este reconocido historiador, escritor,ensayista y periodista, que nació en Barquisimeto el 5 de diciembre de 1931 y falleció en Caracas el 12 de diciembre de 2010, fue quizá el gran cronista de la Venezuela contemporánea; un demócrata a quien le causaba alergia todo olor o pestilencia militarista.
Se formó en Barquisimeto al lado de otro gran venezolano, el poeta Rafael Cadenas, con quien en la década de los sesenta crea el grupo literario Tabla redonda en el cual también militaba el poeta Arnaldo Acosta Bello, el pintor Jacobo Borges, Samuel Villegas, Darío Lancini,entre otros; Caballero muy pronto se sintió seducido por la historia e ingresó a la escuela de Historia de la UCV.
Caballero militaba como casi todos los jóvenes inquietos de la época en AD, que acababa de ganar los comicios con el presidente Rómulo Gallegos; esa militancia adeca tuvo un corto tramo entre 1948 y 1952;un muchacho voraz lector, que cuestionaba e impugnaba todo; pronto se vio en el seno del partido
Comunista de los hermanos Machado. Entre tanto, en el PCV, estudiaba los fenómenos históricos de aquí y allá; conocía al monstruo del marxismo por dentro, las atrocidades del estalinismo, las muertes de Trotsky, Maiaskosky, Esenin, las purgas del imperio soviético de los 50 y 60; hasta la aparición del libro de Teodoro Petkoff, que hizo abrir los ojos a los jóvenes del viejo comunismo venezolano.
Manuel Caballero, Rafael Cadenas Arnaldo Acosta Bello, Jacobo Borges y otros artistas, abandonaron los estrechos linderos comunistas; se abrieron a la libertad, al mundo de la socialdemocracia; las tiranías pertenecían al basurero de la historia, a lo deznelable de la condición humana.
Tras egresar de la Escuela de Historia de la UCV, Caballero se marchó a Francia y cursó estudios en el Instituto de Estudios Políticos de París; después en Londres se doctoró en la Universidad de la capital británica, su tesis doctoral Latín American in the World revolución (The comunism international), es el primer libro de un latinoamericano publicado por Cambridge University press, 1986.
Caballero fue entre 1975-78 director de la Escuela de Historia de la UCV, un año antes elegido diputado al Congreso Nacional; en 1977 presidió el primer encuentro de historiadores latinoamericanos y del Caribe; en 1979 premio nacional de Periodismo de Opinión; en 1989, profesor invitado por la Universidad Federico II de Nápoles, italia; en 1994, premio Nacional de Historia y en 2005, ingresó a la Academia Nacional de Historia.
Su bibliografía es extensa, destaca en ella títulos emblemáticos de la historia contemporánea como «La crisis de Venezuela contemporánea 1903-92» Historia de la Venezuela en el siglo XX; La peste militar, escritos polémicos 1992-2007; Gómez, el tirano liberal; Rómulo Betancourt, político de nación, en el cual realizó una semblanza genial de quien ha sido llamado el padre de la democracia venezolana. Caballero lo abordó como un animal político de múltiples facetas, con la admiración del biógrafo que se despojó del rencor u odios pasajeros que, en síntesis, se trocaron en un chispeante homenaje de más de 400 páginas a un personaje histórico.
Manuel Caballero pasó igualmente a la historia contemporánea como un gran demócrata venezolano. En su vida personal estuvo casado con la excelente poeta venezolana Hanni Ossott, traductora de Rainer María Rilke.
De fino humor Caballero, tenía una manera de cómo abordar la historia con gracia, sapiencia, ironía pero sobre todo con la inteligencia feroz de quien se libró de las ataduras de los falsarios, de decir las cosas por su nombre, gracias a la honestidad y su solvencia intelectual. Fue un lúcido adversario de contundente derroche de epítetos al actual stablishmen que sufrimos los venezolanos de a pie.