Valores democráticos | Luz Machado | Por: Ramón Rivasáez

 

Dedicado a Sayonara Monsalve Rojas
La poeta, periodista, ensayista y diplomática, Luz Machado, nació en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, el 3 de febrero de 1916 y falleció en Caracas el 11 de agosto de 1999, tras representar a Venezuela dignamente en el servicio exterior.
Muy joven, la fuerza y vitalidad del torrente que inundaba su imaginación, le hizo abrazar la escritura, pero sobre todo, el fuego de la poesía brotó en ella; sus lecturas, de Emily Dickinson en especial y otros escritores, guiaron sus pasos por el camino de la creación.
Luego de sus primeros estudios en su lar exuberante, fijó su residencia en Caracas, donde comienza escribir en El Universal, El Nacional, Fantoches;  en las revistas Elite, Shell, Contrapunto, Nacional de Cultura, Imagen, Lírica hispana, entre otras publicaciones.
Es cofundadora de la Asociación de Escritores de Venezuela, del Círculo de Escritores y del Movimiento Feminista venezolano; en 1946 le otorgan el premio municipal de poesía del Distrito Federal, por su libro Vaso de resplandor.
Ya antes, Luz Machado había publicado Ronda, 1941; siguió Variaciones en tono de amor, 1943.
Su obra poética y de prosa, ensayos, la completa los títulos siguientes, Vaso de resplandor, 1946; selección de poemas, Cuba, 1948; La espiga amarga, 1950; Antología poética, Buenos Aires, 1951; Canto al Orinoco, París, 1953; Cartas al señor tiempo, prosa, 1958; La casa por dentro, poesía, 1965; Sonetos a la sombra de Sor Juana Inés de la Cruz, 1966; Retratos y tormentos, poesía y prosa, 1974; Crónicas sobre Guayana, 1969-86; Poesía de Luz Machado, 1980.
La poeta ejerció la diplomacia en Cuba durante el gobierno del presidente democrático Rómulo Gallegos y luego se desempeñó en la capital argentina, en cuyo período estrechó las relaciones de intercambio cultural con dichas naciones.
Por su obra poética recibió en 1987 el premio Nacional de literatura. De ella el poeta y ensayista Juan  Liscano, elogió, «Tiene un lenguaje compuesto por metáforas, en particular en los libros que pueden representar mejor su mito, su feminidad inquietante en los años de su plenitud». El juicio liscaniano lo confirma el texto, » A cada breve gesto de tu copa en el aire/ se estremece la muda dulzura de mis hombros/ con un vago temor a la luz/  desnudandome». Ella, prosigue Liscano, »  …expresa un destino de mujer, inscrito en símbolos y mitos…».
Pero su libro fundamental es La casa por dentro, que recoge su obra  desde 1946 hasta 1965; según sus críticos en este texto Luz Machado » se despojó y simplificó el lenguaje, para interiorizarlo hacia la aventura del quehacer cotidiano; en tanto el poeta y ensayista Joaquín Marta Sosa, la agrupa de esta forma, » ella pertenece, junto con Enriqueta Arvelo Larriva y Ana Enriqueta Terán, a una insuperable trilogía de fundadoras de la voz y la visión femenina en la poesía venezolana».
Es Luz Machado, sin duda alguna, una mujer representativa de la cultura democrática venezolana, civilista, e institucional,  una ejemplar ciudadana  para las nuevas generaciones literarias que buscan la pureza en la palabra LIBERTAD, sin ataduras ideológicas o de otra índole extraña al quehacer CREADOR.
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