Valores democráticos | José Tadeo Arreaza Calatrava | Por Ramón Rivasaez

 

Este poeta romántico nació en Aragua de Barcelona, Anzoátegui, el 21 de junio de 1885 y falleció en Caracas el 1 de mayo de 1970, tras realizar carrera diplomática y sufrir un carcelazo de la dictadura de aquel entonces.

Luego de egresar del doctorado en ciencias políticas y sociales de la UCV en 1907, colabora con artículos, ilustraciones y poemas con las publicaciones de la época; entre ellas El Cojo Ilustrado; en 1909 es designado cónsul de Venezuela en Santander, España, cargo que desempeña hasta 1912 cuando es trasladado a Amsterdam, Países Bajos hasta 1914.

En 1911 pública en España el extenso poema Canto a Venezuela y el poemario Cantos de la carne y el reino interior; posteriormente en París aparece su libro Odas; la triste y otros poemas.

Este poeta romántico conoció en Europa a Benito Pérez Galdós, Miguel de Unamuno, Marcelino Menéndez y Pelayo y a su admirado Rubén Darío, quien ejerció influjo en su obra.

A su retorno a Venezuela Arreaza Calatrava, colabora con el diario El Universal, El nuevo diario, Cultura Venezolana, Actualidades y La revista, y ejerce su carrera de abogado en varias ciudades venezolanas; en una ocasión participa en Ciudad Bolívar en un acto de solidaridad internacional en homenaje de los soldados franceses que quedaron ciegos luego de la primera guerra mundial; interviene como abogado defensor de los militares que se sublevaron al dictador Juan Vicente Gómez el 7 de abril de 1928;  su decisión de defender a los insurrectos determinó que el poeta fuese enviado igualmente a la cárcel de La Rotunda, donde permaneció hasta 1931.

Por esos días, el poeta recibe quizá la peor noticia de su vida; su padre fallece agobiado por los padecimientos acaecidos a su hijo, detenido arbitrariamente. De este rudo y demoledor golpe el escritor no logra recuperarse y es atacado por graves desarreglos emocionales; sus amigos logran internarlo en un sanatorio en la isla de Trinidad, desde donde regresa una vez muerto el tirano.

Luchar por la libertad de unos cuantos venezolanos que deseaban ver un país donde se respetase el estado de derecho, la dignidad de las personas, el imperio de la ley,   produjo en el poeta Arreaza Calatrava, un compromiso con su tiempo, y sobre todo con el ideario democrático.

El poeta Arreaza Calatrava jamás superó su inestabilidad emocional, la larga reclusión le trastornó, más la desaparición del padre, fueron suficientes para sepultarle en la oscuridad;  finalmente internado en una clínica caraqueña, falleció.

En  1964 un jurado integrado por Miguel Otero Silva, Luis Barrios Cruz, Pascual Venegas Filardo, Arturo Croce y Luis Pastori, le confiere el premio Nacional de Literatura.

Otros galardones que mereció su obra  fue en 1916 por su poema 19 de abril, otorgado por El nuevo diario de Caracas; y en 1921  premio concedido por la Academia Nacional de la Historia por su Canto a la batalla de Carabobo, en la celebración de su centenario.

Su último libro, Poesías publicado en 1964, fue una selección de su obra realizada por el crítico Oscar Sambrano Urdaneta.

 

 

 

 

 

 

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