Valores democráticos | Heli Colombani Bianchi | Por: Ramón Rivasaez

 

El 10 de septiembre de 1932 nació en la localidad de Irapa, estado Sucre, este escritor que falleció en Caracas el 20 de junio de 1992; fue preso por la Seguridad Nacional, acusado de haber pronunciado unas palabras de despedida ante la tumba del poeta Andrés Eloy Blanco en 1955.

Tras cursar estudios primarios en su pueblo, se domicilió en Maracay e hizo su bachillerato que concluyó en el liceo Andrés Bello de Caracas, luego ingresó a la UCV para cursar derecho.

Al poco tiempo lo absorbió el periodismo; colaboró con reportajes en la revista Elite, laboró para Últimas Noticias, La Esfera, El Nacional, La República, Antorcha, La Calle, entre otros medios impresos; fundador de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP) e integró la Asociaciónde Escritores de Venezuela.

Por sus trabajos periodísticos fue preso político en la cárcel El Obispo en El Guarataro y en las mazmorras de la Seguridad Nacional, cuyos esbirros le torturaron para obtener alguna información sobre la resistencia a MPJ. Los cargos en su contra, pronunciar las palabras de despedida al poeta Andrés Eloy Blanco, misión que nadie se atrevió por el temor a ser arrestado por el régimen perejimenista,  desenlace que irremediablemente se cumplió con la detención del temerario poeta sucrense. Colombani fue esposado y trasladado hasta  los sótanos de la SN, donde otros presos políticos recibían los peores vejámenes a la condición humana.

Empero, estar detrás de rejas, el poeta, paisano de Ramos Sucre, logró escribir su libro inicial «Irapa, el Dios de las iras» que, finalmente, apareció en 1957, en Zaragoza, España, bajo el sello Editorial Noticiero, en el que denuncia «Para apagar la voz se ahoga en sangre/para borrar un nombre/están las balas/para quitar ideas se hacen cárceles/ que prueben su peinilla en las espaldas/ para podar la luz se nombre exilio/un puñal para hablar de democracia/ para tapar los ojos hay esbirros/ para hablar de paz fabrican armas».

Luego de muchos llamados a la clemencia de sus amigos; años después, el poeta y periodista sale al exilio y es refugiado político en varios países sudamericanos, finalmente, en España, donde publicó su primer poemario.

Al caer la tiranía, Colombani es designado secretario del ministro de Relaciones Interiores, el trujillano Luis Augusto Dubuc; empleado de la Imprenta Nacional, del Congreso de la República, director del Ateneo de El Tigre y de la casa de la cultura de esa ciudad; trabajó en la dirección de cultura de la UDO, entre otras actividades,fue asistente de Efraín Subero, en la compilación de las obras completas del poeta y educador, Luis Beltrán Prieto Figueroa, al tiempo que prosiguió en su labor literaria hasta su muerte prematura.

 

 

 

 

 

 

 

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