Por Ramón Rivasáez
Autora teatral, cronista, diplomática y periodista, Elisa Lerner nació en Valencia, estado Carabobo el 6 de junio de 1932 y falleció en Caracas el 24 de noviembre de 2024; fue una escritora que representó dignamente Venezuela y recibió elogiosos comentarios de autores como Julio Cortazar, Manuel Puig, Salvador Garmendia, entre otros.
Tras una breve estancia en la capital carabobeña, la familia de origen rumano integrada por Mathilde Nagler y Noich Lerner, se domicilia en Caracas; allí a los once años la futura escritora recibió un regalo de su padre, unos zapatos. La pequeña Elisa le dice a su padre que se trata de zapatos de escritora y los describe con la gracia de una niña ingeniosa. Entonces su padre la dota de papel y una máquina de escribir.
Desde entonces, Elisa Lerner no cesará de escribir; al poco tiempo tres poemas surgen de sus búsquedas, con una temática dolorosa, su mamá se enfermó gravemente a raíz que dejó de obtener información de su familia rumana víctima de la persecución de los judíos, acosados por Hitler.
Después a los dieciséis años escribe un libro de relatos que tituló La ciudad del lucro, textos que «extravió quizá en una mudanza o en un interrogatorio de la Seguridad Nacional ( SN)». En 1950 es reportera de la revista Mi film; escribe bajo el seudónimo de Elischka; seis años más tarde es reclutada por Adriano González León, quien la incorpora al grupo literario Sardio, donde militan Guillermo Sucre, Francisco Pérez Perdomo, Salvador Garmendia, Luis García Morales, entre otros escritores. En 1959 se graduó de abogada en la UCV; y ese mismo año comenzó a publicar en la prensa nacional y para la revista Imagen. En 1960 muere su padre Noich Lerner, entonces viaja a Nueva York, allí cursa una especialización en Organización de tribunales de menores y prevención juvenil.
En 1964 gana el premio de dramaturgia Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas por su pieza «En el vasto silencio de Manhattan»; su obra «Vida con mamá» que montó el Nuevo Grupo obtuvo en 1975 el premio municipal de teatro del Distrito Federal y el premio Juana Sujo. Su trabajo «Yo amo a Columbo», constituyó, según Salvador Garmendia, «el primer estilo del país»; a finales de la década de los setenta escribió crónicas humorísticas para la revista » El sádico ilustrado».
Ejercerá la carrera diplomática entre 1984 y 1989 como agregada cultural de Venezuela en Madrid, España; tras su retorno es incorporada a la cancillería y labora en la Revista venezolana que edita el despacho hasta su jubilación. En 1992 es colaboradora del Channel Four de Londres; ese mismo año se estrena la película «Crónicas ginecológicas», de la cineasta Mónica Henríquez, basada en la obra homónima de Elisa Lerner.
En 1999, Elisa Lerner es galardonada con el premio nacional de literatura.En 2006 publicó su primera novela «De muerte lenta», texto editado por la Fundación Bigott y la editorial Equinocio de Caracas; en 2016 recibió un homenaje en el Octavo Festival de Lectura de la Alcaldía de Chacao.
La obra literaria de Elisa Lerner, reúne los siguientes títulos, «El vasto silencio de Manhattan», 1961; «El país odontológico», 1966; «Vida con mamá», 1976; Teatro, 2004; en ensayo, «Una sonrisa detrás de la metáfora», 1969; en crónicas, «Yo amo a Columbo», 1979; «Carriel número cinco, un homenaje al costumbrismo», 1983; «Crónicas ginecológicas», 1984; «Carriel para la fiesta», 1997; «Así que pasen cien años», 2016; «Sin orden ni concierto. Homenaje pospuesto a Virginia Woolf», 2022; en novela y relatos, «En el entretanto», 2000; «Homenaje a la estrella» 2002; «De muerte lenta», 2006; «La señorita que amaba por teléfono», 2016, ésta obra finalmente recibió una segunda edición en 2019 por El taller blanco, ediciones Bogotá.
Hace años, Elisa Lerner, evocó en el Papel Literario de EL Nacional, el instante en que su padre Noich, recibió en su casa la visita furtiva de Leonardo Ruiz Pineda, en plena dictadura de MPJ y, ella, al verlo jamás olvidó a aquel personaje magnético, que con una delicadeza asombrosa iluminó su memoria. Poco tiempo después , el líder y poeta de la resistencia caería asesinado por las balas de la tiranía militar. Ella, la escritora, como gran demócrata, rindió un bello homenaje al poeta mártir, hoy, un tanto olvidado.