Valores democráticos | Armando Barrios | Por Ramón Rivasáez

Por Ramón Rivasáez
Dedicado a Esteban Castillo

 

Este artista nacido en Caracas el 21 de agosto de 1920 y fallecido en la misma ciudad el 2 de diciembre de 1999, representó a Venezuela en las bienales de arte de Venecia y San Pablo en la década de los 50, fue uno de los pioneros del arte abstracto del país.

Pese a que su formación cultural estuvo dirigida  inicialmente por los maestros, en su mayoría de la escuela paisajística y figurativa, Rafael Monasterios, Marcos Castillo, Edmundo Monsanto, Luis Alfredo López Méndez, Rafael Ramón González y Pedro Ángel González, el joven cuya pasión por la pintura le marcó su infancia, su contacto con artistas europeos, le abrieron otras rutas en el pensamiento creador que le produjeron una eclosión, a través de la magia de un lenguaje abstracto de grandes expectativas y retos y desafíos insospechados que le cautivaron de una vez por todas.

Empero, esas enseñanzas no fueron en vano, echaron las bases sólidas sobre las cuales se erigió una voluntad inquebrantable para continuar sus búsquedas de auténtico artista.

Fue así que, impulsado por ese fuego interior, Armando Barrios en 1949 marchó a París y su relación con el grupo Disidente, integrado por artistas venezolanos, le abrió las puertas para descubrir el abstraccionismo, sus teóricos, los talleres de esos creadores; actualizó su formación artística y luego viajó a Roma donde se inscribió en un centro artístico para completar sus estudios en arte de vanguardia.

A su regreso a Venezuela en 1952 recibió la invitación del arquitecto y artista Carlos Raúl Villanueva para realizar un mural en la Ciudad Universitaria de la UCV, en 1957 ganó  el premio Nacional de pintura en el salón Arturo Michelena de Valencia y mostrado su obra dentro y fuera del país.

En 1955, representó a Venezuela en la II bienal de arte de Sao Paulo,  Brasil mientras en 1961 la representó en la XXX bienal de artes de Venecia, Italia; acababa de ejercer la presidencia del Museo Bellas Artes de Caracas, en cuya gestión la institución amplió sus actividades.

Barrios expuso individuales en la galería de France y Saint Agustín de París en 1951 y 1956,respectivamente, en 1959 lo hizo en la galería Villier Galanis, también de la capital francesa; luego fue invitado por la Royal Society of Art Londres; por la galería del Obelisco de Roma; en 1958, expuso la galería Wilderstein de Nueva York; Museo del Bellas Artes de Barcelona, España; el Museo de Los Ángeles, California, USA y en la Bearverbrook Art de  Canadá.

Contrajo matrimonio con la poeta falconiana Reyna Rivas, amiga de la filósofa española María Zambrano, quien  abordó la obra de Armando Barrios así, «Si todo tiene su centro, el centro de esta pintura se adivina sea un germen de luz, una especie de semilla invisible donde la  LUZ del cuadro nace creando un espacio unidad y ser en la pintura de Armando Barrios «, Madrid.

Por su parte, el crítico y artista Juan Calzadilla «…la figura resulta obligatoria como principio y fin de la organización formal y cómo contenido. Personajes distendidos, a los que basta un arabesco para ser revelados en sus posturas, mujeres que tejen o que, sencillamente, reposan en los ambientes sacralizados del objeto; músicos, coros, diálogos muy silenciosos sobre planos lisos de factura  apastelada, un mundo entre densas cortinas que se revierte plano en el cordaje, de líneas ondulantes que le acerca y aleja quedando preso en el, formando parte de el».

Ahora, evocando al artista, Barrios dedicó al cuatricentenario de Barquisimeto en 1952, un conjunto de murales geométricos que él inspeccionó en 1993, cuando la UCLA le otorgó su medalla. Recuerdo que el artista se conmovió entristecido al ver sus obras muy deterioradas, sólo la que está en el rectorado de la Universidad Centro occidental Lisandro Alvarado, ha sido restaurada un tanto, el resto se encuentra en lastimoso estado.

Hoy, al abordar a este ilustre venezolano debemos rendir homenaje a quienes dedicaron sus mejores años de su vida a enaltecer la tierra que les vio nacer; el país no debe seguir a la deriva, en una inversión de valores que nos avergüenza;  Armando Barrios, un valor artístico que nos enorgullece como venezolanos que amamos esta parte del mundo, hoy sometida por la felonía e indiferencia depredadora

 

 

 

 

 

 

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