Dedicado a Francisco Graterol Vargas
Esta destacadísima periodista venezolana nació en el caserío llamado La Horca, camino a Calabozo, estado Guárico, el 2 de febrero de 1908 y falleció en Maracay, estado Aragua el 24 de febrero de 1999, después de protagonizar distintos acontecimientos políticos que delinearon la democracia a mediados del siglo XX.
Hija del ganadero Liborio Llovera Corrales y de Ana María Álvarez, muy pronto fue llevada a la ciudad de Calabozo, donde inició sus primeros estudios; la niña que antes de cumplir cuatro años, había quedado huérfana de madre, tuvo que sortear tener un padre que era un perseguido político, pues, durante la dictadura de Juan Vicente Gómez, no menos de trece veces fue a dar a sus mazmorras por adversar arbitrariedades. En ese ambiente se fue modelando la futura defensora de los Derechos humanos y fundadora de organizaciones democráticas y gremios periodísticos.
Sus estudios primarios los realizó entre Calabozo y Villa de Cura en el período 1927-30, por esta época contrajo matrimonio con Bonaparte Parra, de quien se divorció a los ocho 0años de unión; por esos años comenzó a escribir artículos sobre temas referidos a los derechos de la mujer, por lo que fue una pionera en abordar la temática; a la muerte del dictador, Juan Vicente Gómez, Ana Luisa Lloverá se estableció en Caracas, y comenzó su carrera política, y periodísticas escribiendo bajo el seudónimo de Teresa Jiménez, e ingresó en el Movimiento de Organización Venezolano (ORVE), creado en 1936, que dio paso al Partido Democrático Nacional (PDN), se fue a la clandestinidad con el seudónimo de «Garua»; fue correo de Rómulo Betancourt, y en 1941 cofundadora de AD, al lado del mismo Betancourt, Rómulo Gallegos, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios, Raul Leoni y otros dirigentes.
También en 1941, al fundarse Últimas Noticias, su subdirector Francisco «Kotepa» Delgado, le encargó hacer de reportero, por tanto, se convirtió en la primera mujer reportera de Venezuela en recorrer las calles de Caracas.
Con los años, el partido AD le asignó la tarea de ser la responsable de la redacción de su vocero El País; fue la primera jefa de redacción de un diario en Venezuela; cubrió la fuente parlamentaria; ingresó en la Escuela de Periodismo Rafael Arévalo González. Durante el régimen militarista de Eleazar López Contreras, se exilió en México y al finalizar éste Ana Luisa Llovera Álvarez retornó al país e inscribió en la escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela; cubría la fuente parlamentaria para Ultimas Noticias cuando el 24 de noviembre de 1948 los militares encabezados por Marcos Pérez Jiménez, desalojaron del poder al presidente de la República el novelista Rómulo Gallegos.
Ana Luisa Llovera Álvarez, intentó escapar pero fue arrestada y llevada a prisión, e hizo un largo recorrido por las cárceles de la naciente dictadura, El Obispo, que estaba en El Guarataro, La Modelo, Guanare, Calabozo, nuevamente enviada a La Modelo, finalmente, salió al exilio; estuvo en Cuba y con el gabinete de Rómulo Gallegos en La Habana y de allí a México; marchó a España y posteriormente a la capital azteca para desempeñarse como secretaria privada del ex presidente Gallegos hasta la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958, al final, retornó a Venezuela, donde ejerció la jefatura de prensa del Ministerio de Fomento durante el gobierno del presidente Betancourt, a instancias del doctor Lorenzo Fernández, alto dirigente de Copei.
En la década de los sesenta, Ana Luisa Llovera Álvarez, fue elegida secretaria general de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), primera mujer en dirigir el gremio de los periodistas, luego en la década de los setenta, estuvo al frente de la creación del Colegio Nacional de Periodistas (CNP); se recuerda su lucha gremial, que siendo fundadora de AD, le exigió al presidente Betancourt, la liberación de varios periodistas detenidos en su gobierno; su coraje de aguerrida gremialista jamás fue puesto en duda; una demócrata sin par.
Su trayectoria, lamentablemente, ha sido echada al olvido; su entrega al trabajo gremial, se evoca al momento que, dirigentes como Guillermo Montilla y otros en Venezuela, se dedicaron con ahínco y pasión a la creación del Colegio Nacional de Periodistas que aún hoy subsiste ante tantas amenazas a la libertad de expresión.
.