Valores democráticos | Alberto Jordán Hernández | Por Ramón Rivasáez

Dedicado a Euclides Sotillo


 

Si en el gremio periodístico venezolano han existido íconos en cuanto a la lucha por mantener y defender la libertad de expresión, debemos rendir permanente reconocimiento a Alberto Jordán Hernández, y, por supuesto, a otros insignes periodistas donde destaca éste falconiano y el trujillano Guillermo Montilla, entre tantas otras figuras nacionales del diarismo.

Alberto Jordán Hernández, nació el 24 de abril de 1941 en la localidad de Maparari, municipio Federación, Estado Falcón y falleció en Maracay, Estado Aragua, el 23 de agosto de 2023, tras una carrera rica en experiencias en diferentes medios impresos y radiales del país.

En Coro, Estado Falcón fue uno de los fundadores de la aguerrida Asociación Venezolana de Periodistas ( AVP), la de intensas jornadas contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y ante cualquier funcionario envalentonado contra el derecho que tienen las comunidades de expresarse y ser escuchadas. Allí estuvo en la vanguardia Jordán Hernández.

Luego de laborar en los medios impresos y radiales de Coro, viajó a la capital de la República, donde es enviado por El Nacional a atender la corresponsalía de Barcelona, estado Anzoátegui, precisamente, la ciudad donde había nacido uno de los fundadores del rotativo de Puerto Escondido, Miguel Otero Silva.

Años después, Jordán Hernández es ascendido a la corresponsalía de Maiquetía, en el litoral central, hoy estado La Guaira; ya para entonces, era directivo del tenaz y combativo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), donde cumpliría una amplia y desinteresada labor en defensa de los periodistas de la provincia venezolana.

Recuerdo que corría el año 1974 y me desempeñaba en la corresponsalía de Innac-El Universal, con sede en Valera, estado Trujillo, y desde Caracas nos convocaron a una reunión en el Colegio Nacional de Periodistas, ubicado en la avenida Andrés Bello, el objetivo, la introducción del primer contrato colectivo para proteger a los reporteros del diario de la avenida Urdaneta. Paso previo era pertenecer al SNTP; en esas tareas encontramos a Alberto Jordán Hernández, a Miguel Yilales, y a otros gremialistas.

Bien, ingresamos en el SNTP, pero no había llegado a mi casa, cuando me recibió un telegrama que me entregó mi madre; al abrirlo me comunicaba Innac-El Universal, que estaba despedido.

Fue así que, impulsado por el coraje y orientación que recibí de Alberto Jordán Hernández que, pese a muchas argucias de la gerencia del diario de la avenida Urdaneta, pude sobrevivir por otros meses más ante la embestida patronal. Después me enteré, fuimos los protagonistas del primer contrato colectivo que admitió El Universal en su larga historia.

Jordán Hernández sería también protagonista de primera fila de una áspera controversia con el también extinto reportero Ezequiel Díaz Silva, quien cubría la fuente de sucesos de El Nacional; bien, entre ambos surgió una divergencia de criterios en cuanto a la interpretación del Código de Ética del Periodista, de la agria disputa de principios, el falconiano emergió con un prestigio de incorruptible y defensor a pie juntillas de los valores que distinguen  a los grandes civilistas de cualquier sociedad contemporánea.

Con los años, Jordán Hernández estudió derecho en la UCV, y ejerció la carrera en defensa de los derechos de los periodistas, de la libertad de expresión; fue así como llegó en 1999 a ser elegido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y posteriormente electo diputado a la Asamblea Nacional en el periodo 2000-2005.

Durante su labor legislativa, Jordán Hernández puso énfasis en la defensa de la democracia venezolana que tiene en el periodismo independiente uno de sus principales asideros, no cesó en proteger la función democratizadora del periodismo como tal e hizo hincapié en la urgente necesidad de la Protección social del Periodista, velar por su bienestar y de su familia.

Al final de sus días Jordán Hernández que también se dedicó a la docencia universitaria, ejerció de jefe de redacción del diario El siglo de Maracay, donde gozó del aprecio y reconocimiento general de la región central del país, por sus aportes a la cultura democrática venezolana.

Por cierto, Jordán Hernández, alertó acerca de la precariedad que afecta hoy las libertades fundamentales del hombre, manifestada en el cercenamiento cada vez de la libertad de expresión, desaparición forzada de medios de comunicación y la persecución política, todo enmarcado en la supresión del estado de derecho. En esos esfuerzos por denunciar el deterioro democrático recorrió varias veces el país y, dictó conferencias en diversos escenarios a donde era invitado a discutir la temática comunicacional, y la función del periodista como democratizador.

 

 

 

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