Luis Rivero / ECS
@luigi96rivero
Mientras en gran parte del planeta transcurre la huelga mundial que busca hacer presión y generar conciencia sobre la necesidad de combatir la crisis ambiental, Valera está en calma, bajo la sombría tranquilidad de aquello que perciben, pero no entienden.
Una encuesta realizada a 40 personas de diferentes edades en la ciudad de Valera, arrojó que el 70% de sus habitantes desconoce qué es la crisis ambiental mundial, así como sus causas y consecuencias.
La investigación señala además, que del 30% restante de los encuestados, 25% ha leído casualmente del tema sin ahondar mucho más allá, y que apenas el 5% lee frecuentemente y de manera profunda sobre lo que ocurre en el mundo por el efecto de la crisis ambiental.
El geógrafo, investigador y profesor universitario, Silvio Abreu, opina que la desinformación en la comunidad valerana, sobre este tema, es causado por “la ausencia de educadores comprometidos con la elaboración y aplicación de políticas educativas orientadas a enseñar, desde las más tiernas edades hasta la adultez, la importancia del medio ambiente y su cuidado”.
Pese a que el tema de la crisis ambiental ha tenido mayor auge comunicativo en los últimos años, en Venezuela es poco lo que se habla y se hace al respecto.
Crisis desconocida
En Valera, la mayoría de los ciudadanos expresan, que si bien han percibido los cambios drásticos en la temperatura y han visto las noticias de los desastres climáticos en otros países o continentes, eso no les afecta a ellos, pues “son cosas que están pasando en otro lado del mundo”.
Para Giuseppe Mainolfi, un adulto mayor que llegó al estado Trujillo proveniente de Italia hace más de 53 años, “Venezuela tiene el mejor clima del mundo y esos desastres climáticos se ven y afectan es a Europa”.
Otros ciudadanos, como Rafael Alizo, escritor y estudiante de comunicación social, piensan, en cambio, que esta es una de las problemáticas más grandes de la actualidad y que la falta de consideración humana empeora la situación.
Comentarios como este van en sintonía con otros como el de María Belén Núñez, quien opina que debemos prestar más atención a esta situación pues “es causada por la contaminación que los mismos seres humanos provocamos, contaminación que evitamos enfrentar”. Asimismo Samuel González, opina que “la crisis ambiental es algo en lo que debemos ocuparnos con urgencia, ya que cada día la situación empeora”.
Esta preocupación se sustenta en varios hechos concretos, como el aumento de los desastres naturales que, según Antonio Cendrero, catedrático de Geodinámica de la Universidad de Cantabria, se han multiplicado por nueve comparándolos con los ocurridos a principio del siglo pasado. Así como en los índices de temperatura global que, según la Organización Mundial Meteorológica, se ha elevado 1°C en los últimos 100 años, con la proyección de aumentar 4°C más en las próximas ocho décadas.
Expertos de la ONU afirman que hasta el 2030 la humanidad tiene oportunidad para revertir el cambio climático y disminuir la huella dañina que ha dejado en el ambiente el abuso del hombre al planeta. Añaden que el esfuerzo y el compromiso no ha sido el suficiente y que para hacer un cambio posible es necesaria una mayor acción de los ciudadanos y de los Gobiernos del mundo.
El profesor Silvio Abreu, sostiene que debe haber una transformación radical en los modelos de desarrollo y enfocar las tecnologías al alcance de la sustentabilidad ambiental más que en la comercialización. Añade que es necesario un marco legal más fuerte y claro, que prohíba el uso desproporcionado e irresponsable de la tierra y dirija la vida a un estilo menos contaminante.
Muchos son los panoramas para el futuro, muchas son las teorías de cómo será, muchos son los que hablan de él, podemos especular, analizar y formular hipótesis, sin embargo, hay un elemento indispensable en el futuro: el mundo donde estos se desarrollan, y ese mundo ciertamente es uno solo, y cada día está más destruido.
Acciones
Del 20 al 27 de septiembre se estarán llevando a cabo en 150 países del mundo más de 5.000 manifestaciones en el marco de la huelga mundial por el clima; misma que ha sido impulsada por estudiantes de todo el planeta para exigir a los gobiernos, instituciones y grandes empresas, adoptar medidas drásticas con el fin de frenar la crisis ambiental.