Valeranos afectados por precipitaciones: «estamos pidiéndole a Diosito que no llueva»

Las lluvias que se registraron el pasado fin de semana afectaron a familias valeranas en las comunidades de La Beatriz y La Floresta. Algunas viviendas quedaron inhabitables, mientras que otras se encuentran en alto riesgo.

En el sector Las 52 Casas de la parroquia La Beatriz, al menos de 10 familias están amenazadas por un talud activo que desprendió rocas y sedimentos el pasado sábado, alrededor de las 5 de la tarde. Mientras que en el barrio La Paz, de La Floresta, los habitantes afirman que la Quebrada de Escuque mantiene amenazadas a gran parte de las viviendas.

Sector La Paz

“Yo el sábado estaba en el baño cuando llega esa crecida, tembló toda la casa y yo me tuve que ir corriendo a la casa de mi hermana que vive pegada al cerro. Sin embargo, aquí todos somos afectados porque de la montaña también se desprenden piedras cuando llueve”, relató Guillermina Briceño, habitante del sector.

La crecida de la Quebrada de Escuque el pasado sábado, derrumbó por completo una vivienda en el sector La Paz. Los habitantes habían desalojado de manera preventiva la casa, ya que las precipitaciones registradas a finales del año 2022 lograron derribar una parte de la misma.

La quebrada se llevó a su paso el muro que sostenía a una de las casas vecinas, a la vivienda actualmente la sostiene un tubo y una roca que son amenazadas por el cauce.

La muchacha de esa casa estaba llorando mucho ese día que el río que llevo todo eso, y ella sufre del corazón, nosotros le decíamos que se calmara”, expresó Briceño.

Briceño explicó que funcionarios de Protección Civil llegaron hasta el lugar y realizaron un censo a las viviendas vulnerables con el fin de gestionar una posible reubicación de las familias.

Sin embargo, la vecina relató que ella no fue tomada en cuenta en el censo, aún cuando su casa presenta grietas en los cuartos y en la sala. Esto se debe al debilitamiento en las bases de la vivienda que ha dejado el paso de la quebrada.

Solo censaron a estas casas de aquí arriba, pero nosotros que estamos un poquito más abajo no nos tomaron en cuenta. ¿Qué están esperando que nos lleve la Quebrada? Yo quiero que usted señor Gobernador se de un viaje para el barrio La Paz, para que usted vea el desastre que hay”, expresó Guillermina Briceño.

La habitante afirmó que desde hace 14 años no es censada, a pesar de encontrarse en un lugar de alto riesgo por el paso de la quebrada de Escuque en las bases de la vivienda. Esta casa, según explica Briceño, no es de su propiedad, vive alquilada en el lugar, y cada vez que crece el caudal debe salir de la misma como medida de seguridad.

Las 52 Casas

“El sábado en la tarde eso sonaba como cuando un río crece y trae muchas piedras. Nosotros lo que hicimos fue agarrar a los niños y nos pegamos todos a la parte de la casa que queda más alejada del cerro”, expresó Blanca de Rojas, habitante de la tercera edad del sector Las 52 Casas, en La Beatriz.

El talud que queda justo detrás de las casas de la comunidad comenzó a desprender piedras y sedimentos el pasado sábado a causa de las lluvias. Estas rocas afectaron el techo de zinc de una de las viviendas y puso en riesgo al menos a 10 familias.

Los funcionarios de Protección Civil le pidieron a Blanca de Rojas, desocupar una de las habitaciones de su vivienda, ya que le advirtieron que en cualquier momento puede deslizarse más piedras del talud. En la casa habitan 3 jovenes, 1 adulto mayor y 2 niños.

“Nosotros buscamos a unas personas que nos limpiaran la canaleja porque eso se lleno todo de tierra y piedras. Le pagamos 200 bolívares entre todos los vecinos afectados. Si no le hacemos limpieza cuando vuelva a llover el agua no tiene por donde drenar y se mete toda a nuestras casas”, expresó la valerana.

Al sector Las 52 Casas llegaron funcionarios de Protección Civil y Bomberos para evaluar la situación en la que se encuentran las familias. Según afirmó Blanca de Rojas les dejaron el número de teléfono para reportar en caso de emergencia.

 


Por: Génesis Chinchilla ECS

Fotos: Alexander Viloria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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