Por primera vez en los espacios del palacio municipal, se celebró el V Simposio “Amor por Valera” pasado- presente y futuro, evento organizado por el Ateneo de Valera, Centro de Animación Juvenil, UVM, Acoinva y Voces de Valera.
La anfitriona fue la periodista y locutora Andreina Terán, y la bienvenida a las diversas instituciones presente en este conversatorio la dio la presidenta del Ateneo de Valera, Marlene Briceño.
Correspondió abrir las diversas ponencias expuestas al culturólogo y promotor de la Salud Mental, Alfredo Matheus, quien la tituló: “Caer Levantarse y seguir Adelante”.
“Una ciudad resilente es aquella que evalúa, programa y actúa para prepararse y dar repuesta asertiva a todo tipo de obstáculos y adversidades, sean esperado o inesperados.”
Explicó que la resilencia es la capacidad que acompaña a cada ser humano para afrontar las vicisitudes de la vida, superarlas y transformarlas de manera positiva “Los valeranos son ejemplo de resilencia: hace 100 años a comienzos del siglo pasado, en nuestra comarca se celebraba la fiesta de la concordia, donde los parroquianos realizaban un reencuentro para reconciliarse, olvidar resentimientos e iniciar una nueva relación de amistad. La resilencia del valerano, es la buena voluntad y habilidad de superar situaciones difíciles…El alma Valera es mucho lo que puede aportar al Estado Trujillo, en relación de esa maravillosa virtud de armarse de fortaleza, paciencia y así superar problemas, en este caso nos referimos a la situación país y la pandemia del coronavirus…La resilencia manda bien lejos a toda queja, a todo ayayai, al pesimismo, a la victimización, al pobrecito yo, que no nos permite ir a la acción para construir soluciones porque quedamos atrapados por el bestial conformismo, apatía e indiferencia”.
Aseveró que los pueblos resilentes son aquellos donde los colectivos humanos se reúnen, se encuentran, no para la confrontación, no para la guerra, sino para compartir juntos todo el bienestar emocional y espiritual, para construir ciudadanía, en ser mejores personas. “Valera ha dado ejemplo de ser una ciudad resilente: Erigida a parroquia eclesiástica el 15 de febrero de 1820, cuando la Guerra de Independencia solo quedaba en ruinas nuestro país, en 1853, una epidemia de fiebre amarilla casi hace desaparecer la comarca valerana…Murieron familias enteras que no dejaron herederos, cuenta el cronista Benigno Contreras, la gente moría en la calles, los comerciantes abandonaban sus negocios, Valera se convierte en un gran cementerio, 6 meses duró la epidemia y los valeranos asumieron la reconstrucción de la comarca. 1920 la azota la epidemia de la viruela, la ciudad se dedica a ayudar a centenares de enfermos: La solidaridad y generosidad del valerano salió a flote ante esta experiencia. La Valera resilente a punta de andamios, fue capaz de levantar una de la iglesias mas hermosas de Suramérica, como es la Iglesia San Juan Bautista, para 1942 se inaugura la primera urbanización del estado Trujillo, hoy Lasso de la Vega, levantado con el trabajo admirable de su propios habitantes…Es admirable la fuerza resilente de nuestro pueblo, hombres y mujeres capaces de seguir adelante y “darse cuenta” de los inmensos recursos que florecen en nuestro mundo interior; la fe en que esto de hoy también pasará, y la esperanza que saldremos fortalecidos de esta situación. Nos hemos convertido en una comunidad de resilientes”. Como propuesta deja en la mesa organizar el Primer Encuentro de la Valera Resiliente; reinventarnos para vivir mejor.
Valera es de todos
El segundo al bate fue el cronista, historiador y coordinador de la dirección de cultura y artes de la Alcaldía de Valera, Benigno Contreras, quien nuevamente presentó su Libro “Exclusivamente Valera”.
“En estos 202 años, de haber sido fundada como parroquia eclesiástica por el Obispo Rafael Lasso de la Vega, un 15 de febrero de 1820, es propicia la ocasión para unirnos al sentimiento que arropa el orgullo de los que aquí nacieron y de los aquí nos levantamos, todos bajo el sueño y la esperanza del placentero porvenir. Abrigados por ese sentimiento hemos querido brindar nuestro tributo con la publicación de este modesto trabajo, de muchos años de investigación y pasión por rastrear la huellas de los pasos que dieron aquellos que cincelaron la historia y la crónica de esta comarca.
“Exclusivamente Valera” es un sentimiento que se lleva en la sangre, recuerdos que no solo han servido para refrendar el orgullo de habernos formado en un pedazo de Valera, Bella Vista, nuestra primera escuela, que en nuestro trajinar diario teníamos ejemplos de hombre y mujeres forjadores de los mas nobles valores”. Refirió que la Escuela “Ricardo Labastida” al igual que el Liceo Rafael Rangel fueron pilares fundamentales en su ser y accionar académico. Fue un orgullo ser rangeliano allí al son de un Jorge Valero, Antonio Vale, Nelson Pineda, Henry Montilla, empezamos a forjar nuestras primeras ideas ideológicas.
Debemos ver a Valera desde varias perspectivas: la Valera festiva del abrazo del año nuevo, Valera la inmigrante que abrió los brazos a innumerables personas extranjeras, la Valera que creció apurada y la Valera que se desarrolla a juro sin políticas de contención. Cerrando con una frase de Don Luis González en una publicación del DLA “El Consejo municipal debe de erradicar la construcciones edificios a conveniencia de sus dueños”. Valera es ahora una tarea de todos, humanizar a Valera, ordenar el caos es el reto, es la hora de Valera, La “V” de Valera es la “V” de Venezuela.
Valera es el Reto
Luego de hacer una apología de la ciudad a partir del concepto de los griegos, el historiador Alexis Berrios expresó que la ciudad es un ideal de vida y posee su propio carácter social enlazado con el amor, y la belleza representada en los espacios públicos y privados, dando cuenta de la palabra decencia como regla básica para vivir en comunidad.
En ese sentido atinó a decir “Sería tonto e inútil hacer la vista gorda frente a la anarquía física y cultural que vivimos a diario en la ciudad de Valera, escondiendo nuestros desaciertos de urbanidad, en momentos cuando la torre del conocimiento nos invita a escalar sin tregua para alcanzar la palabra urbanidad, no atender el sentido histórico de la ciudad en el tiempo significa quedarnos pasmados en el eterno dolor terrenal, oscurecer el término esperanza. Tal es el desafío que tenemos los valeranos en fusión con el gobierno local para intentar conseguir el bienestar común. Es asombroso como el ornato de la ciudad ha ido decayendo y la localidad deteniéndose en el tiempo, la pérdida de iconos culturales identidarios. Mientras el cambio signa al mundo, los valeranos caminamos por calles desoladas, avenidas sin semáforos”.
Se pregunta el historiador Berrios ¿Qué hacer ante tal situación?, respondiendo en su disertación “solo entendiendo la palabra unión en medio de una pluralidad de voces capaces de proponer y ejecutar proyectos, planes, acciones, con miras a beneficiar a la ciudad de Valera podremos superar la dificultades que estamos atravesando al fondo de un dinamitero social que clama por un baño de alta cultura; para ello es menester reactivar instituciones como el Ateneo de Valera, tomar en cuenta el Foro Bolivariano, rescatar el Teatro Ana Enriqueta Terán, al TNJ, Universidades, escuelas liceos, Colegio de Ingenieros, como espacios para pensar, discutir, proponer y ejecutar razonamientos en provecho de Valera”.
Precisó “Valera necesita un estudio hermenéutico total para comprenderla en su dimensión acertada que pasa por un diálogo sincero con el fin de enfrentar el desafío de la adherencia política-civil, Valera es nuestro mejor reto”.
Sembrar la semilla del respeto
Valera, conocida como la ciudad de las Siete Colinas, es también la puerta de los Andes, es la localidad más importante del estado Trujillo, gracias a las actividades comerciales e industriales que hacen vida activa en la zona.
Así comenzó su disertación el presidente de Acoinva José Luis Rodríguez. Valera debe plantearse con sus ciudadanos retos para el futuro. Sabiendo que las riquezas no están en los recursos naturales, en la cultura religiosa, en la fértiles tierras, sino en su gente, en como su gente puede agregar valor a las riquezas que Dios nos ha dado. “Si queremos una ciudad más amigable, con propios y foráneos debemos sembrar la semilla del respeto y la ética en el corazón de sus ciudadanos; tenemos respeto cuando no lanzamos basura a la calle, tenemos respeto cuando utilizamos y respetamos semáforos y rayados. Tenemos respeto cuando no solo exigimos se arreglen los semáforos sino también como ciudadanos ofrecemos alternativas a las problemáticas”.
Dejó entrever que se tiene ética cuando se cumple con el pago de impuestos pero también cuando se le propone al estado que ajustados a la Constitución se tengan tasas impositivas que permitan a la actividad comercial ser sostenible.
“Necesitamos llamar a los ciudadanos a la formalidad, porque es una manera de cómo puede la Alcaldía obtener recursos para las inversiones al municipio, pero debe la Alcaldía coordinar con el sector privado apegado a la Constitución tributos que permitan la generación de riqueza y bienestar a las unidades productivas, que le permitan ser sustentables en el tiempo. Desde Acoinva queremos tender puentes de oro con las autoridades municipales, legislativas como ejecutivas, para que juntos generemos sinergia en beneficio de una mejor ciudad.”
Acoinva tiene clara su misión de fortalecer el tejido empresarial y esto va a estar en consonancia con una relación productiva e inteligente con el sector gubernamental, finalizó.
Otras intervenciones
Enfrentar los demonios
Por su parte el economista Eladio Muchacho Unda, editor del DLA, compartió su preocupación y angustia ante el deterioro de Valera, indicando que sería interesante hacer un estudio comparativo entre Valera y Mérida durante la durante los años 60 al 70 y darnos cuente del porqué la Valera dinámica y progresista se estanca mientras Mérida florece ¿Qué pasó que no avanzamos, por qué la ciudad se marchitó? Otro tema fundamental para la Valera soñada es lo sucedido con el Ateneo, un disparate de todo calibre… Increíble que la alcaldesa de Valera entregue a militares esta edificación cercana a una escuela “Eloísa Fonseca” y un liceo “Rafael Rangel” del municipio, lo lamentable es que sus maestros, estudiantes, permanezcan en silencio. Es un abuso dar en comodato instalaciones que no son de la Alcaldía. Valera debe de resurgir de la oscura niebla, para ello debemos abordar el tema del lado oscuro, enfrentar los demonios propios y externos para ser mejores. Y procurar transformar la ciudad para que se mantenga en el tiempo
Compromiso
Al cierre del simposio los concejales Luis Reyes, Luis Manuel González, Iraly Guerrero, manifestaron su intención y compromiso como concejales a colaborar en lo posible para ayudar a Valera, sabemos que ustedes como organizaciones de la ciudad han propuesto proyectos a favor del colectivo, los vamos a desempolvar y llevarlos a las mesas de trabajo de la municipalidad. Igualmente asumieron el compromiso de colaborar en el recate de los ambientes culturales de que disponen la ciudad de las 7 Colinas.
________________________________
José Rojas
Jose.rojas@diariodelosandes.com
Fotos Alexander Chaparro