Tiene el ciudadano de Valera de qué sentir orgullo, no sólo en el aspecto humano, con su cordialidad y compañerismo, sino que desde hace años supo desarrollar un importante patrimonio cultural basado en el trabajo de las comunidades
La ciudad de Valera, nuestra ciudad, la ciudad de todos, se muestra propicia para destacar aspectos positivos de importancia que tienen tanto la urbe como sus habitantes.
Bien es sabido que la realidad que hoy vivimos se pone difícil a la hora del desarrollo, marcando secuelas entorpecedoras en el progreso de una región. En esta situación de crisis mucha gente se estanca y no busca vías alternas como la lucha conjunta en pro de la ciudad
Pero no todo es así, es importante resaltar que en Valera se han dado cambios positivos desde hace 40 años atrás, hay quienes se preocuparon y aún se preocupan realmente por la ciudad.
El valerano tiene un espíritu emprendedor, es un ser, hombre, una mujer, trabajador que cuando se propone algo lo logra. Se puede decir que la cordialidad, la amistad y el compañerismo son característicos del valerano y cuando es visitado por foráneos no hace distinciones para el buen trato y la atención amable.
Monseñor José Luis Azuaje señalaba en una de sus homilías, que la juventud valerana ha desempeñado un papel importante como dinamizador de la cultura, la educación y la religión, puesto que su presencia se ha hecho notoria.
Ha sido la juventud de la ciudad la que ha hecho posible importantes actividades para el desarrollo del campo educativo, artístico, económico, entre otros, que no existían desde hace tres o cuatro décadas y se han hecho realidad gracias a su impulso.
Entre estos aspectos, está: la gran preocupación que sienten los valeranos por el problema ecológico y la consecución de verdaderas soluciones.
Igualmente, es de resaltar que los habitantes de Valera han asumido históricamente un rol más activo en la sociedad y han adquirido un significativo desarrollo de conciencia participativa.
Avances culturales
Alfredo Matheus, uno de los grandes cultores de Valera, es de los que piensa, que hace algún tiempo la ciudad sólo era vista como una “ciudad fenicia”, pues sólo constaba de actividades comerciales. Sin embargo, desde hace muchos años, luego de un importante proceso se fue desarrollando una labor que logró aumentando el patrimonio cultural de la ciudad, siendo referencia a nivel nacional.
Agrega Matheus que el 90% de esta reserva lo aporta la comunidad. Una prueba de ello es que hubo un momento que contamos con más de 25 agrupaciones culturales de distintas áreas como danzas, teatro, música y trabajo de niños.
Otro indicativo se refiere a las realizaciones anuales que se hacían de los Encuentros Nacionales de la Cultura Popular, donde se reunían más de 2 mil artistas populares. Además de la lucha por el rescate de viejas costumbres como el Velorio de la Cruz de Mayo, la Búsqueda del Niño, entre otros.
La creación del Ateneo de Valera representó una fuente de actividad cultural importante, mientras la Federación de Centros Culturales incentivaron y desarrollaron las artes y la cultura.
Matheus insiste en que es la cultura la que le ha dado un espacio de expresión a la comunidad a través del canto, de los bailes, además de otras actividades, y afirma que son la educación y la cultura los que pueden sacar adelante a un pueblo, siempre y cuando le brinden apoyo que necesita.
La presencia universitaria
Uno de los aspectos realmente resaltantes que se han observado en la Valera de los años 80 hasta esta fecha, es el auge de los centros de educación superior los cuales le hacían mucha falta a la ciudad, pues sirven como capacitadores de personal para satisfacer las demandas del sector productivo y social y para canalizar las expectativas profesionales de los habitantes de la región.
Vemos con agrado, entonces, la presencia de las extensiones en tierras valeranas de las universidades Rafael Urdaneta que dio pie para la creación de la Universidad Valle del Momboy, Simón Rodríguez, el Instituto Universitario de Tecnología del estado Trujillo hoy día Universidad Politécnica y la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Además de los Institutos Universitarios como el Iutembi, Iutirla, Uniher entre otros.
Y todavía hay más
La creación de la Clínica Anticancerosa; el Museo Tulene Bertoni, la creación de la primera escuela de Fe y Alegría del estado Trujillo, el Centro de Animación Juvenil en San Luis, el crecimiento y auge que en un momento hubo con la red de Bibliotecas Públicas pero que luego las fueron acabando, el desarrollo radiofónico, el crecimiento de los complejos deportivos como los de San Luis que han influido en un crecimiento de la actividad deportiva, la presencia de dos periódicos muy a pesar de las dificultades que atraviesan, Valera sigue contando con dos diarios de gran importancia en la región, que amplían los canales para la expresión de la gente.
Todo lo mencionado anteriormente ha formado parte de esta urbe de siete colinas, de la cultura, la educación, de lo económico, social y sobre todo lo humano de una ciudad como Valera, nuestra ciudad, la ciudad de todos… ah y sin contar que Valera ha sido tierra de grandes cultores, artistas, poetas, escritores, periodistas, profesionales, entre otros, que se han convertido en forjadores del crecimiento moral e intelectual en pro de su desarrollo. Por eso y más de Valera tenemos que enorgullecernos.
DE INTERÉS
Los habitantes de Valera han asumido históricamente un rol más activo en la sociedad y han adquirido un significativo desarrollo de conciencia participativa.