UVM, una universidad inspirada en el humanismo cristiano

“Trujillo había querido tener su universidad propia. Nosotros respondimos a ese sueño. Y ese es nuestro mérito pero también nuestra responsabilidad”: “Morocho” González. Gráfica: Archivo Digital DLA

Hoy la Universidad Valle del Momboy (UVM) está de aniversario. Son 30 años de haberse creado a la Fundación Educación Superior Valera (Feval) y 20 como UVM. El rector emérito de esta casa de estudios, Francisco “Morocho” González Cruz, en una carta enviada a la comunidad universitaria, precisó:

“Lo que hoy tenemos en la UVM, su trayectoria, su gente, sus egresados, su patrimonio tangible e intangible se debe fundamentalmente a un grupo de personas comprometidas con un objetivo común: ser una comunidad universitaria al servicio del desarrollo humano sustentable, se debe a una concepción de universidad comunitaria inspirada en el humanismo cristiano, solidario y participativo, al manejo honesto y transparente de los recursos y a un diseño institucional adecuado”.

El emérito rector explica que en realidad no son 20 años, ni 30, ni 32, sino que durante muchos años, Trujillo había querido tener su universidad propia. “Nosotros respondimos a ese sueño. Y ese es nuestro mérito pero también nuestra responsabilidad. Por ello debemos evaluarnos, examinar nuestra trayectoria y ratificar lo que debemos conservar y rectificar lo que sea necesario. Preparar en comunidad los nuevos consensos sobre los caminos a emprender. Y prepararnos debidamente para ello”, reseñó González.

Lea en nuestra web www.diariodelosandes.com la carta completa del rector emérito de la UVM, Francisco “Morocho” González Cruz, enviada a la comunidad universitaria.

 


 

CARTA A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

 

“No hay fuerza en el universo que sea capaz de resistir la acción coherente y coordinada de un grupo de personas cuyas mentes funcionan convergentemente hacia un objetivo determinado”

Pierre Teilhard de Chardin

 

Lo que hoy tenemos en la Universidad Valle del Momboy, su trayectoria, su gente, sus egresados, su patrimonio tangible e intangible se debe fundamentalmente a las siguientes razones:

1.- Un grupo de personas comprometidas con un objetivo común: “Ser una comunidad universitaria al servicio del desarrollo humano sustentable”.

2.- Una concepción de universidad comunitaria inspirada en el humanismo cristiano, solidario y participativo.

3.-  Manejo honesto y transparente de los recursos.

4.- Un diseño institucional adecuado.

También ha contado su currículum que busca una formación integral; su estructura matricial que combina departamentos, carreras y centros que promueven la formación, la investigación y la extensión; una planificación estratégica elaborada de manera consensuada; y los encuentros frecuentes donde nos decimos las cosas, las tratamos de resolver y replanteamos los sueños. También ha contado – y mucho – el clima espiritual teniendo como referencia concreta al Dr. José Gregorio Hernández. Sumo a esto el protagonismo en tecnología, innovación y emprendimiento. Los diversos congresos que han permitido estar al día en los elementos estratégicos, publicar y mantenernos en la comunidad regional y nacional y en los medios.

En estos años hemos tejido un buen capital relacional y la UVM ha contado con buenos amigos, tanto personales como institucionales, en Trujillo, Venezuela y el exterior. La Iglesia Católica y sus universidades, varias universidades públicas y privadas han sido parte de ese valioso capital.  Los medios de comunicación han sido una gran fortaleza para nuestro proyecto y diversas organizaciones de la sociedad civil.

Hemos tenido un grupo de personas comprometidas en alma, vida y corazón con el proyecto, la mayoría conocida y reconocida por la comunidad universitaria y regional. También hemos tenido gente que calladita y sin dejarse ver han sido fundamentales: profesores, trabajadores y estudiantes, y gente de la comunidad o familiares. En esta corta carta no puedo mencionar a todos los factores que nos han permitido llegar hasta aquí, pero en general los conocemos, sólo he querido recordar los que considero más significativos.

No son 20 años, ni 30, ni 32. Durante muchos años Trujillo había querido tener su universidad propia, quizás desde la lejana fecha de 1568. Pero nosotros respondimos a ese sueño. Y ese es nuestro mérito pero también nuestra responsabilidad. Por ello debemos evaluarnos, examinar nuestra trayectoria y ratificar lo que debemos conservar y rectificar los que sea necesario. Preparar en comunidad los nuevos consensos sobre los caminos a emprender. Y prepararnos debidamente para ello. Debemos estar a la altura del desafío histórico que asumimos al entrar en esta comunidad, y saber responder con humildad y con contundencia.

Los invito a una realizar un buena jornada de evaluación institucional con la preparación debida, los instrumentos adecuados y las jornadas de participación que permitan concluir en los mejores balances, en el diseño del punto de partida y de las estrategias que nos permitan alcanzar nuevos objetivos, en el marco de la convivencia que debe ser la praxis de una universidad comunitaria de inspiración humanista cristiana.

También los invito a formarnos en gestión universitaria, que parta desde el conocimiento de los orígenes de la universidad en el mundo hasta las tendencias actuales, los diversos sistemas universitarios, modelos de gestión, hasta llegar a las especificidades de nuestro proyecto.

Con esos dos procesos entraremos en una nueva etapa que combinará los compromisos iniciales con los desafíos de construcción del porvenir. La fidelidad a las raíces y las innovaciones que nos llevarán a la permanencia de los sueños.

Francisco González Cruz

Presidente del Consejo Superior

 

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